lunes, 12 de abril de 2010

Giraldilla versus Murciélago (para curdas)


Leo en Encuentro en la Red que Bacardí USA suma otra victoria legal a su favor, en la encarnizada lucha que tiene con Pernod Ricard por la venta y promoción del Havana Club en todo el mundo. Según el fallo de la Jueza Federal de Distrito, Sue Robinson, en Wilmington, Delaware, se rechaza la demanda del grupos francés, que pretendía se prohibiese la comercialización de la marca del ron cubano -fabricada lo mismo en Puerto Rico-, dentro de los Estados Unidos y bajo el logo del murciélago. Pero lo curioso de esta noticia, tomada también del Nuevo Herald, es la reacción de varios comentadores “expertos” en el post de marras. Unos aseguran que el “liquido portorro” no sabe igual al ron hecho en Cuba. Ponen de ejemplo al Bacardí que se vende en Europa, al que lo tildan una especie de “chispae’tren ligth”, que lógicamente no deja un buen gusto en el paladar de un curda exigente y nostálgico. Para argumentar la peculiar tesis, se remiten al vaho del ron fabricado en las destilerías criollas -Caney, Matusalén-, su dulzor, su bouquet, el aroma de los toneles de cedro, y terminan por concluir que nada se le compara, aun cuando se diga que ambos productos usan la misma receta que nos dejaran los Arrechabala.

Sin embargo, razones de sensación a un lado, coincidiendo que la sapidez cubana es diferente a la puertorriqueña, y que yo personalmente prefiero la primera, el hecho de que la Bacardí pueda comercializar el producto representa un acto de justicia. Son los legítimos dueños quienes han de liquidar lo que les fue expropiado hace cincuenta años.