miércoles, 26 de mayo de 2010

Diles que no me devuelvan...

por Denis Fortun


La muchacha de seguridad, un tanto molesta, me pide que le traduzca al sujeto que él no puede entrar al área de aduanas. El hombre me asegura que necesita ver urgente a un "policía de inmigración", sin embargo, no me especifica para qué. Yo le respondo que si no habla claro, ni yo puedo asistirlo, y ella no le va a permitir que pase. Es entonces que me pregunta si soy cubano, le contesto que si. El tipo me enseña un pasaporte rojo con el rótulo de la Comunidad Europea y me ruega que lo ayude. Me explica que salió de Cuba luego de hacerse ciudadano español y se fue a Cancún; de allí, sacó pasaje para Miami, y lo que pretende ahora es entregarse a las autoridades para acogerse a la Ley de Ajuste...

Le cuento a la joven la historia. Ella me mira con cara de no entender nada y menos sabe lo que va a decir. Yo le sugiero que me deje entrar al hombre de una buena vez. Finalmente acepta. Ya sentado en la puerta de aduanas, a punto de yo hablar con un oficial, el hombre me toma por el brazo y me susurra casi.

-Diles que no me devuelvan...

Me sonrío. Me siento una suerte de Justino compasivo, y no puedo evitar acordarme de Juan Rulfo…