lunes, 12 de julio de 2010

Por obra y gracia de la Obra...



Siendo niño, cuando mi madre me llevaba de vacaciones; luego en mi adolescencia, yendo solo; después en mi juventud, ya “aplatanado” y residiendo de manera permanente en Cienfuegos, me bañé innumerables veces en este sitio. El Circulo Juvenil, como se le conoce en la Perla luego de los sesenta -antiguo Club Deportivo para nuestros mayores-, era lugar de referencia, de visita obligada: por el día, la playa que, aunque pequeña, se pasaba bien y tenía además buena arena y aguas transparentes; por la noche, en el edificio que ahora se ve derruido, el dancing...

Casi pegadito al Hotel Jagua, en la década de los ochenta llegó a ser uno de los pocos espacios con que contaba la “pepillada” cienfueguera para relajarse y conseguir una novia. Ya de adulto, para no decir que viejo, iba con mis hijos para que se bañaran en la misma playita, la que hoy, lamentablemente, es una ruina casi irrecuperable por obra y gracia del descuido y el abandono, en medio de uno de los entornos más hermosos de mi Fernandina: Punta Gorda.

La foto, tomada de Facebook, se hizo en abril del 2010.