miércoles, 30 de junio de 2010

Yadam

La muchacha, con evidente acento español, me pregunta cuánto demora el proceso de Inmigración. Lleva más de cuatro horas esperando por su novio, que es cubano, y que es músico. Vienen a Estados Unidos porque él tendrá un concierto en Nueva York, me comenta con orgullo. Yo me sonrío y le explico que ha de tener un poco de paciencia; se trata de un proceso que a veces resulta largo y que nada tiene que ver con la nacionalidad de la persona. Le cuento además que ella está pasando ahora por lo mismo que hace ya meses le sucedió a una coterránea suya: Beatriz Luengo, y que yo después escribí la historia en mi blog. La joven al escucharme, se le refleja una alegría que ha estado ausente en su rostro por mucho tiempo y agrega sorprendida.

-¡Pero si es con ella con quien él va a cantar! Yadam es mi pareja ¡Mira tú! ¿No me digas que Bea estuvo sentada en éste banco igual que yo, como Penélope?

Le respondo que si y le hablo de mi crónica, de Fernandina. Ella troca definitavemente su ánimo triste y entusiasmada me confiesa que aquella presentación en Miami, en el Centro Cultural Español, gustó mucho a la gente que estuvo allí y que sin dudas fue un éxito. Por suerte, veinte minutos más tarde baja Yadam. Ella me lo presenta y le menciona la historia de lo que sucedió a su amiga, y que yo escribí. Yadam se sonríe y en broma me invita a que lo haga entonces sobre él. Yo le aseguro que así será. Nos damos la mano, nos despedimos, y veo como se marchan a través de la puerta de Aduanas…

martes, 29 de junio de 2010

lunes, 28 de junio de 2010

Las respuestas en el cuerpo

Armando de Armas entrevista para Martí Noticias (MN) a María Cristina Fernández Cosme,

La joven escritora nace en la ciudad de Santiago de Cuba, en 1970. Ha publicado los libros Procesión lejos de Bretaña, El cielo de los deseos y Cachete y la tropa del don. Reside actualmente en Miami.

Su último libro, El Maestro en el Cuerpo, está constituido por seis relatos que de la mano de una prosa precisa, y también poética, se adentran en las aventuras de un viaje de búsqueda y aprendizaje, a veces accidentado, hacia los abismos interiores del hombre, pero donde no faltan los inusitados paisajes exteriores del pez y el agua.

MN. ¿Quién o qué es el Maestro en el Cuerpo?

MC. El Maestro en el Cuerpo es un conjunto de relatos escritos en La Habana unos años atrás, y aunque alguien me advirtió una vez que parecía un título medio porno, nada más lejos. El texto que da título al libro cuenta de una sesshin, o retiro, con el monje Stephan Tibaut. De cara a la pared, en pleno zazen, le escuché decir que dentro de nosotros hay un maestro esperando ser escuchado. Imagínate, tanto esfuerzo para encontrar un guía, una persona capaz de transmitirte un saber con que enfrentar una vida que suele fraccionarse tanto, y de pronto ese señor francés, discípulo de Taisen Deshimaru, venido de lejos para decirte que las respuestas que buscas ya te pertenecen. Se dice fácil; la cuestión es experimentarlo con la realidad de tu cuerpo, sobrepasando esa tendencia a succionarlo todo desde el afuera. Se requiere de una gran apertura interior, de un gran esfuerzo hacia ti mismo.

MN. Qué es la unidad del cerebro?

MC. Ya sabemos que la constante exposición a que nos sometemos desde el nacimiento a realidades antinaturales; esa conducta civilizada que ha ido estratificando lo que llamamos vida, agota nuestra energía original, la descontrola. De todas partes tiran de ti necesidades inventadas, posturas y consensos que nos fragmentan o anulan. Buscando sanar el desorden mental que esto trae en consecuencia, nos atiborramos de lecturas, más conceptos, disímiles prácticas que asumimos con fervor y luego dejamos de lado por inútiles. Algunos, debo reconocer, perseveran en ellas toda una vida, se obsesionan. Lo contrario de este desasosiego es la unidad del cerebro, o paz del corazón, como quieras llamarlo. Supongo que hay más de una manera de conseguirla, a mí la práctica del zazen me ha funcionado. Sin dudas que hay una relación entre respiración y concentración, pero ya eso no se explica con cháchara.

MN. ¿Cómo aprender a convivir con el pasado y lo porvenir, en serena aceptación de lo presente?

MC. El pasado, el porvenir son ensoñaciones fabulosas. Te lo dice alguien a quien le encanta escarbar en la memoria histórica o personal. Como escritora me regodeo con lo ya vivido, lo reconstruyo desde una u otra sugestión; imagino futuros donde cumplir nuestras apetencias. Me parece incompleta una vida sin miradas retroactivas o promisorias, pero el budismo es muy claro cuando habla del Aquí y el Ahora como garantía de serenidad (y digo garantía como pudiendo decir otra palabra, sin garantía de nada).

MN. ¿Las anteriores son preguntas que encuentran sus respuestas en el budismo?

MC. Desde antes de conocer a un maestro zen simpatizaba con el budismo. Tal vez porque no se apega a las nociones de culpa o arrepentimiento, tan creadoras de estigmas y confusiones, ni suscribe que sus escrituras son de obligada masticación, ni siquiera mesurables con exactitud en el tiempo. En particular el budismo del Gran Vehículo eleva la compasión a un plano donde el mismo intelecto queda en desventaja. La sabiduría del corazón, la actitud, es más importante. Pero reenlazando esto con la primera interrogante, es en la persona que está experimentando estas inquietudes con su totalidad, con su práctica, donde se encuentran las respuestas. No solo en la mente pensante con que solemos identificarnos, ni en textos revelados, ya ni siquiera en un gurú o guía o como quieras llamarlo.

MN. ¿Qué es, cómo se alcanza la iluminación?

MC. La iluminación es un asunto que no me desvela, y recomendaría, en nombre de la unidad del cerebro, que no desvelara a nadie. El Aquí y el Ahora, decía Stephan, es nuestra iluminación. Y mi maestro interior parece estar de acuerdo. En todo caso recuperar nuestra naturaleza puede ser lo primordial. Entonces la iluminación puede ser como volver a la condición natural; podríamos llegar a estar iluminados sin siquiera notarlo.

MN. ¿Qué reina en el universo, el orden o el caos?

MC. Comparto la idea de que el caos le debe su existencia al orden y viceversa. Pero me interesa más preguntarme qué reina en "tu" universo, por qué quieres regirte. Si quieres llegar a tener el control de tu mente, de tus actos, vas a tener que organizarte, darle paso a un orden. Usar herramientas justas. Pero sin olvidar que lo caótico va a aparecer en cualquier punto, una y otra vez. Muchas veces no depende de ti. En medio del caos no te deshagas de esas herramientas. Es cuando más falta te hacen.

MN. ¿Quién es el maestro silencioso?

MC. Esa pregunta remite a la primera. En un magisterio silencioso nadie sino uno mismo escucha; es personal, es parte de tu aliento, de tus huesos, de tus glándulas, de tu postura. La postura es muy importante. Y el silencio, por supuesto. En muchos templos, lugares sacros, hay ese silencio, pero no siempre se consigue una experiencia de totalidad. Te distraes con los ornamentos, los símbolos, el ritual. El zazen es una forma muy austera de meditación; estás tú y tu zafu, la pared vacía…, tus pensamientos, el respirar, algo pasa. Nada queda igual.

MN. ¿Cómo explica usted el dolor, la existencia del dolor?

MC. Se le atribuye al Buda el haber enunciado que la vida es sufrimiento, dolor. Hace poco leí que la traducción más exacta de lo que dijo sería algo así como "experiencia no satisfactoria", que ya ves que no es lo mismo. Nuestra cultura tiende a ensalzar las dicotomías: placer-dolor, por ejemplo. La pasión y muerte de Cristo, su resurrección, que no deja de ser un absurdo con respecto a como suceden las cosas en la vida real, el Via Crucis, el reino de los cielos donde el sufrimiento cesará; en fin, nos permearon de imágenes y juicios aberrados, antinaturales. Es difícil con tantos siglos pesando, tanta estigmatización. Tampoco es todo cuestión cultural: lo doloroso existe y nos atañe. Nos toca en lo posible aliviarlo, a ese dolor real, no al arquetípico. Debemos saber distinguir uno del otro, y en lo posible, no convertir cualquier suceso desagradable en desdicha.

MN. ¿Y el placer, como se relacionan a su entender el placer y el dolor?

MC. Perseguimos el placer, lo inducimos de una manera torpe, artificial. Hasta en píldoras. Afortunadamente el placer existe, y no siempre en las antípodas del dolor. Es otra realidad, menos acuciosa. No hay que correr tras él, no hay que enfrentarle un opuesto. No hay que sobredimensionarlo. Hay un sinfín de estados intermedios entre uno y otro. Sería bueno intentar reconocerlos, aprender matices. No reunirlos demasiado. Estos aprendizajes corren por nuestra cuenta. El sistema escolar, el de salud, los poderes públicos, obviaron su importancia.

MN. ¿Puede el dolor también ser o transmutarse en placer?

MC. En principio no hay que desear convertir nada en nada. Tendemos a juzgar los efectos; esto me place, esto me fastidia. Pero saber aceptar es todo un aprendizaje. "Cuando llaman a muerto no sabes llorar / cuando llaman a fiesta no sabes cantar", dice Omar Pérez en un poema suyo. O sea, cuando tengas que reír, hazlo. Cuando tengas que llorar, hazlo. El dolor se transmutará en placer en algún punto, pero sin ponerle demasiada atención a ello. La vida es continua. No se estanca.

MN. ¿Y la libertad, cómo se relaciona la libertad con el placer y el dolor?

MC. La libertad y el placer…, nunca se me ocurre relacionarlos. En este momento me pregunto por qué. Tal vez porque la libertad es un concepto que asocio con la depauperada trama política contemporánea. En cambio, el placer tiene más que ver con mi gata que se tiende bocarriba, no para dejarse definir, sino para que le de su ración de caricias.

MN. ¿Regresaría a vivir en una Cuba libre?

MC. Muchos cubanos nos fuimos de Cuba y gozamos de la libertad de no obedecer a un régimen despótico, pero seguimos atados a otras cadenas. La libertad no siempre está donde creemos, y ahí volvemos a la cuestión del adentro-afuera. Pero sería hermoso regresar a una Cuba donde pueda subir a sus montañas sin que hombres uniformados me digan que debo bajar porque estoy en territorio vedado para civiles. Una Cuba donde el poder no se ejerza mediante el abuso y la obcecación. Donde quepan los paleros, los cristianos, los budistas, los ateos, los animistas, como mi abuelo que tuvo por dios a una piedra de rayo. Sueño al menos con visitar esa Cuba, caminar por sus potreros, recorrer sus callejuelas, saludar a los paisanos que van tranquilamente a sus faenas, encontrarme con el monje Stephan en una sesshin, leerle La Edad de Oro a los niños del Escambray sin que sienta a mis espaldas la sombra del guardia que me viene a expulsar. Y quien sabe si entonces pueda reunir las palabras placer y libertad; palabras que por alguna razón no acabo de asociar.





Texto y foto tomado de Facebook

El Hecho

tomado de Cuba Inglesa

sábado, 26 de junio de 2010

Burning in his own hell. Dibujos de Eduardo Sarmiento


Islas de cuatro ruedas

por Zahylis Ferro

Todos los días sobre la misma hora las mismas calles se repiten. Mismas casas y edificios a cada lado. Casi que podría decir que los mismos carros apresurados poblándolas. Y por cada carro un mismo dueño, usualmente solo, regresando a casa del trabajo.


“Ningún hombre es una isla,” reza la frase, pero al voltear la cara intentando divisar a los que conducen a mi misma hora por mi misma calle, no puedo sino ponerlo en duda. Dentro de sus carros, regresando del trabajo, cada hombre es una isla por sí solo, una isla en la que solo caben sus propios pensamientos, su día a día, su ir y venir, su cansancio, sus ganas y razones para descansar.

He tratado de buscar vías alternas para de alguna manera variar la rutina de las mismas islas repitiéndose a diario parte del mismo cause. Algunas veces lo he conseguido, dependiendo de la distancia y ubicación de mi trabajo y mi casa, pero ahora me es imposible. Un canal de agua incierta que en algún punto desemboca en río me corta las opciones, obligándome a tomar las mismas avenidas que se cortan perpendicularmente y son la versión más corta entre mis dos puntos. Cualquier variación a la formula resulta en una excesiva pérdida de tiempo. Y es así como cada día, sobre las mismas horas, las calles, y hasta las islas de cuatro ruedas que las pueblan se repiten.

Las islas tienen colores y formas diferentes, pero su único habitante no varía mucho. Algo en la manera de sostener el timón, de mirar al frente, de hablar en el teléfono celular o escupir el humo de un cigarro por la ventana abierta les da una extraña similitud, una especie de ausencia en las miradas. El día ha terminado al fin y con él la tensión de fingir interés en el trabajo, cuando en realidad todo lo se anhela es ganar la lotto o conseguir al menos vacaciones pagadas.

No digo ser la excepción. Dentro de mis cuatro paredes metálicas también soy una isla que regresa a casa. Yo sé de esa ausencia que nos lleva sin llevarnos, y que es la culpable de los accidentes inútiles y de que la mayoría de las veces lleguemos al destino final sin recordar nada significante del camino recién recorrido. Yo sé de todas esas cosas que nos ocupan la mente cuando el cuerpo, desplazado por su carro, se dedica a ejecutar el acto final del día, el de fingir ser un conductor modelo con interés en la vía sin ser otra cosa que un vulgar piloto automático.

Esa es otra cosa de las islas que me llama la atención. Dentro de ellas somos libres y por consecuencia perfectos. Las demás islas son descuidadas, irresponsables, apresuradas… La nuestra es solo la víctima de toda esa disfuncionalidad acumulada. Nuestra isla es precavida y siempre lleva el sexto sentido -femenino o no- activo para evitar problemas. Nunca nuestra isla es responsable de ellos. Y me pregunto si no será esa la primera vez en el día en la que no estamos actuando sino dejándonos llevar por nuestros sentidos más ancestrales.

Dos días atrás mi isla no era más que esta madeja de ideas. Creo que ni yo misma era visible entre tanto pensar suelto y fraccionado que irremediablemente generaba un pensar nuevo. No que nadie a mi alrededor estuviera intentando mirar, pero bueno. Era uno de esos momentos repetidos que podía bien haber sido un día antes o 15 días después. Un hombre común intentaba incorporar su isla al flujo semi-organizado de islas similares por el que supongo navegaría la mía. No cambie la velocidad. No le di paso. Ni siquiera vi su cara porque en ese momento miraba una idea nueva que estaba decidida a espantar y así poner punto final a este juego sin fin. Entonces fue cuando me llego la voz colérica y exaltada que se coló por mi ventanilla cerrada, que me hizo voltear de un salto y encontrarme con unos ojos inyectados en furia y unas manos gesticulando improperios. Duro solo un segundo, en que el mis labios solo atinaron a formar una frase silenciosa pidiendo disculpas. Me tomo otro segundo entender que había pasado. Para ese entonces mi isla tambaleaba mientras la isla afectada se incorporaba unos metros detrás.

Todo volvió a la normalidad. El hombre común, sacado de su propia burbuja, probablemente nunca vio en mi una versión de si mismo unos minutos antes de tener que pedir paso. Probablemente ejecutaba su papel de conductor modelo victima de la incapacidad ajena. La diferencia más grande entre nosotros dos era que probablemente él ni siquiera dedicaría un segundo a pensar en ello. El día acababa y el merecía terminar su acto final con aplausos. En cuanto a mí, recogí las palabras de disculpas que aun flotaban en el aire y las lancé por la ventanilla. Quizás al estrellarse contra otras islas el susurro humilde las haga sentirse súbitamente mas humanas.

Margarita y Lezama



Lezamillos habitados


Primer libro ilustrado sobre la obra de Jose Lezama Lima. Margarita García Alonso nos presenta veinte y un personajes secundarios, que encontrara ella en la obra del asmático de Trocadero 162. Este es su Gordo habitado, esperando que una vez sus lezamillos sean impreso, publicados en papel, y que la artista dedica a sus amigos, en especial a los poetas cubanos en el exlio.

viernes, 25 de junio de 2010

El Mono de Roselia

Cuando descubrí a Roselia en la aduana del Aeropuerto no lo creía. Sin embargo, tratándose de cubanos, enseguida desapareció mi sorpresa. Me le pare delante y le pregunté con cariñoso sarcasmo.

-¿Dónde dejaste el mono, Rosa?

Roselia, mirándome repleta de dudas, tardó varios segundos en reconocerme. Luego, finalmente me abrazó y entre un discreto llanto y mucha risa, me responde emocionada.

-¡Ay hijo! ¡Al fin…!

La última vez que supe de Roselia fue en Cuba. Semana y media antes de venir a Miami un grupo de amigos llegamos a su casa para comprar cigarros, yo tabacos, todos algunas botellas de ron y queso criollo, para después hacer una suerte de fiesta de despedida, en lo que jugábamos dominó dentro de un garaje de hierro frente al edificio donde vivíamos. Por supuesto que, en el apartamento de “La Gorda Rosa”, como se conocía a mi buena vecina en el barrio, te encontrabas de todo. Lo mismo cartones de huevos, carne de cerdo -unas pocas veces de res o venado para clientes de confianza-; pescado fresco, igual en filete, entero o en picadillo; camarones, langosta; ropa “de marca“; ron bueno, ron peleón, y algún que otro efecto electrodoméstico. El surtido de su “venduta”, como ella gustaba en llamarla, era abarcador. Lo que por consecuencia, en su mayoría, la mercancía era de procedencia ilegal. Por lo que la gorda vivía en un eterno sobresalto.

Esa noche precisamente, cuando ya teníamos una buena "nota", se apareció un socio a contarnos la noticia de que a Roselia se la acababan de llevar para “Todo el mundo canta”.

-La gorda explotó- aseguro el sujeto con un tono casi fúnebre. -Esto está en candela. Es mejor que se evaporen. Sobre todo tú, Denis, que te joden la pira en una cuarta de tierra.

Obedientes, recogimos mesa, sillas y dominó, y cada uno se dirigió a su casa. Claro que al otro día traté de indagar por la suerte de Roselia. El hecho de que estuviese detenida en el DTI de la Perla -tan tristemente célebre como su homólogo habanero de Villa Marista-, y del que se contaban historias terribles, era como para mostrarse preocupado. Pero lo que pude saber sobre ella aún no resultaba confiable, y en realidad quedé idéntico a la noche anterior: nada.

Tres días más tarde me comentó un vecino en la bodega que a Roselia la estuvieron interrogando durante mucho tiempo. Aseguraba el sujeto que la gorda estuvo plantada por más de doce horas, sin denunciar a nadie, hasta que uno de los policías que practicaban el interrogatorio, al ver la tozudez de “la delincuente” que no soltaba prenda, le ordenó a su compañero.

-Ponle “El Mono” y tráncala…

Me dijo el vecino, en medio de una fuerte carcajada, que ahí fue donde Rosa se quebró como palito frágil y comenzó a gritar…

-¡Con el Mono no! ¡Por lo que más quiera, oficial. No me pongan con el Mono! Yo voy a hablar...

La pobre Roselia, pensó que la iban a encerrar con un simio horroroso, del que se comentaba en la ciudad, lo tenían dentro del edificio para uso de los interrogatorios. No se percató que el policía solamente se estaba refiriendo al “overall”, “el mono”, la ropa que usan los presos…, y pa’ la reja.


Lorca en Fernandina de Xagua

Mi buen amigo Ernesto Ravelo me envía esta nota por Facebook, la que agradezco sin dudas, en la que me cuenta la breve estadía en mi vieja Fernandina de Xagua del hijo ilustre de Fuente Vaquero, pequeña ciudad en Granada donde naciera Federico García Lorca.

Resulta que el poeta, cuando visitó Cuba en 1930, estuvo en Cienfuegos. Arribó a la ciudad el día 7 de Abril. Una comisión del Ateneo y la Sociedad Hispano-Cubana de la Cultura salió a recibirlo hasta Palmira, a donde llegó en tren. Esa misma noche Lorca dio una conferencia titulada “La Mecánica de la Poesía”, en El Casino Español. Y el 9 de Abril, en el tren de las diez y media regresó el poeta a la Habana. Volvió a Cienfuegos dos meses después, el 4 de Junio, e impartió la misma conferencia, esta vez en el Teatro Luisa; luego paseó por la bahía, visitó El Castillo de Jagua, y finalmente se hospedó en el Hotel San Carlos.

Tomado por Ernesto Ravelo del libro "Días Cubanos de Lorca"

jueves, 24 de junio de 2010

¿Cuál es tu nostalgia?

Hace varios días, yendo para mi trabajo, en la esquina de la 67 avenida y la 16 calle del SW veo que casi a la entrada de una pequeña tienda está parqueada una motocicleta con su cartelito de “FOR SALE”. Un hecho así, al menos en una ciudad como Miami, no tiene mayores connotaciones: aquí, gracias Dios, se vende todo y sin tantos enredos, lo mismo para el vendedor que para quien compra. Pero lo que resulta interesante es que, la moto de marras, es una MZ alemana: un modelo de aquellas que en Cuba se les nombra TS.

No es menos cierto que el ciclomotor socialista está bonito, cuidado. Ahora, me llama la atención que, en un emporio como éste, donde ruedan innumerables marcas de prestigio, alguien venga a quedarse con un “equipo de tales características” y pague, además, los seis mil dólares que pide su dueño. Sin embargo, paradójicamente, no es de extrañar que al instante de redactar el post ya esté cerrado el negocio.

Recién leí el cuaderno “Miradas desde un submarino blanco”. Un excelente libro de Eva María Vergara -del cual trabajo en una reseña hace unos días y que lamentablemente por falta de tiempo no he concluido aún- en el que viene publicada una historia que bien podría justificar el acto de que una transacción de este tipo se realice de manera rápida: añoranza -para algunos enfermiza- por lo dejado atrás.

“Mi Cuba Nostalgia”, título del cuento, nos ubica en un espacio -al igual que el practicado por nuestros antecesores durante mucho tiempo, una vez al año; muy diferente en cuanto a contexto- donde vemos la recreación de la Isla que habitamos cuando niños, jóvenes, y hasta adulto. Un sitio cargado de referencias a las escuelas en el campo, las becas con sus desayunos de leche ahumada y gaceñiga dura -cuando contábamos con el privilegio de un desayuno así-; huertos escolares, guatacas; camiones repletos de estudiantes avanzando para movilizaciones; carteles con rótulos de consignas alentándonos a luchar por un futuro mejor que siempre resulta inalcanzable por culpa de terceros, y por supuesto, la absoluta y continuada entrega al sacrificio; soldados, doctores, maestros, policías y cederistas; decadencia y miserias. En fin, hablamos de la representación de esa Cuba nuestra, la revolucionaria, la que una gran mayoría que habita hoy “afuera”, dejó atrás por insoportable.

Lo curioso es que, para muchos de los que nos fuimos de Cuba, al momento de vivir esa realidad prácticamente kafkiana teníamos claro que ese entorno era irrespirable, y luego de abandonado, desde lejos, después de algún tiempo distante de ese “environment”, los hay quienes, increíblemente lo extrañan y hasta lo sublimizan. De ahí que no sea raro que una “emezeta” encuentre compradores, incluso a ese precio. Es bueno recordar que, quien manejaba una motocicleta como la que menciono, en nuestro terruño se consideraba un triunfador; estatus que aquí, y debido a las reglas del juego, quizás aun le resulte imposible de conseguir.

miércoles, 23 de junio de 2010

Willi y su efecto...





Llevo ya varios días en que apenas si el tiempo me alcanza para postear; de ahí que sean cortos, y mayormente con imágenes, los trabajos que voy subiendo. Sin embargo, esto me da el pretexto para aprovecharme de la musa inspiradora de mi buen amigo Willy, que con sus fotomontajes y efectos, pues me ayuda a salir del atolladero de mantener una frecuencia estable -más o menos- en el blog; además, qué mejor que sus imágenes en Fernandina…

Fotoefecto de Williams Ríos tomado de Facebook

Red Hot Chili Peppers: Californication

Aunque fundados en el año 83 del XX, lo que lo hace novedoso si se compara con los sagrados dinosaurios que hoy todavía disfruto con placer, y que ya para esa época se podían denominar como clásicos, la polémica e inestable agrupación Red Hot Chili Peppers fue otra que se convirtió en una de nuestras favoritas inmediatamente que supimos de su existencia. A pesar de que su propuesta no se trataba del rock puro al que estábamos habituados, pues la banda todavía hoy fusiona elementos del funk, punk rock, algo de hip hop y el rock sicodélico, enseguida la sonoridad de éstos muchachos pegó dentro de nuestra estética diversionista. Sobre todo después del 99 -donde no éramos tan jóvenes-, con su famoso tema Californication

Farewell to the Sea

En Zu Galería, este Viernes 25 de junio a las ocho de la noche, termina la exposición Farewell to the Sea, que fuese presentada como un merecido homenaje a los treinta años de los sucesos del éxodo del Mariel. Habrá un conversatorio en el que estarán presentes:

Elizabeth Caballero

José Caballero

Luis de la Paz

Belkis Proenza

Juan Carlos Zaldívar

Presidirá el debate la escritora Carmen Duarte.



Zu Galeria Fine Arts
2248 SW 8th Street
Little Havana, Fl 33135
786-443-5872
http://www.zugaleria.blogspot.com/




Foto, “La Barca del Mariel”. Obra original de Florencio Capestany

Información tomada de La otra esquina de las palabras. Blog de mi buen ecobio Joaquín Gálvez.

Fotografías de Vanessa Alonso, hoy...


lunes, 21 de junio de 2010

Cacería

por Michael Sixto

¿Quién quiere ser parte de esto, quién va a apoyar al hombre en su loca cacería? Ya basta de pretextos y de lágrimas y de cantos a media noche a la hora de despertar. No hay derecho a romper el silencio que se inflama con el sabor amargo de unas manos. Esos pescadores ya vuelven de la mar y sus barcos vienen cargados de esperanza. Lejos han dejado los odios, las tristezas, y hasta los besos de sus mujeres. En el otro extremo del mundo una hormiga le ladra a la luna, los hombres heroicamente duermen sobre la hierba como esperando.

Si fuera fría esta noche diría que soy feliz, si el silencio me trajera los recuerdos de los árboles, del viento y la familia, en mis cuencas ahogadas brotaría una planta de fuego. Somos una generación sin nombre adelantada al tiempo del final. No hay espacio para todos en la casa de los sueños, alguien debe volver por un suspiro o por un pedazo de pan y en la última hora recoger de entre las hojas la nostalgia del primer beso.

Salir afuera es como regalar la vida. La soledad y el tumulto están de par en esta carrera. El camino se agrieta y del sol no queda ni la sombra como cuando jugábamos a verlo morir dentro del mar a la hora ninguna de sabernos solos. Todos estamos en peligro, en la cascada o en la roca que se rompe tras la mirada. Las aspas del molino suenan ya como relojes oxidados, desgastados por el tiempo, anunciando la terrible casería. Refúgiense donde puedan hasta que todo pase porque nada resistirá la embestida.

Pobres, pobres de esos que dijeron tenerlo todo, que morían de felicidad contemplando el sueño sereno de sus hijos. Los amantes serán los primeros ahogados por la rabia ancestral que viene cortando cabezas y las madres caerán de espanto. Ha comenzado esta guerra sin cuartel bajo la falda de la luna manchada de rojo y el rastro de corales se esparce entre las rocas. Ruido de metales, cristales rotos, y alguna risa inocente de un niño que muy pronto se irá a la cama sin su acostumbrado beso de cada noche.

Los hombres han asaltado el mundo eliminando así toda diferencia. El cielo pintado de negro refleja ya el alma de los insectos monstruosamente cuerdos. La perfección es sinónimo de igualdad, por eso ya nadie canta. Ya no hay llanto, solo hombres con sus cascos patrullando cada calle, en busca de una flor

jueves, 17 de junio de 2010

Ángel Delgado: cagarse por salvar a la esperanza rodeado de huesitos verdes...

Descubro en Guamá un video de Ángel Delgado sobre un performance que hiciese el artista en el Festival Puente Sur, Mayabeque. Provincia Habana 2004; polémico el joven por añadidura para “las autoridades de la Isla”, si recordamos que Ángel, en franco acto de protesta, una vez fue capaz de cagarse (otro performance) en medio de una exhibición en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales en Cuba, lo que por consecuencia le costó una condena de seis meses en la prisión del Combinado del Este.

Corría el año 2001, tal vez el dos -lamentablemente no recuerdo la fecha con exactitud-, cuando a un grupo de jóvenes en Cienfuegos se les ocurrió realizar la Primera Jornada Nacional de Performance -luego vino la segunda, más ambiciosa en propuestas, más complicada en cuanto a “aseguramientos”; la tercera fue una caricatura de las otras dos debido a las “nuevas reglas” establecidas por los “organismos rectores”, lo que se traduce en censura -ya no los tomarían por sorpresa-; y no sé si llegó a materializarse la cuarta.

El proyecto, que en su generalidad involucraba a la plástica con la artes escénicas, además de la música, todos interactuando con la ciudad, ideado por gentes con sobrado talento e independencia, al menos cerebral, lo que los convertía ante los ojos de la oficialidad en sujetos de “comportamiento incierto”; muchachonas y muchachones un tanto díscolos, “incomprendidos” además por los funcionarios partidistas y culturales de la provincia, costó trabajo que pudiera llevarse a vías de hecho. Incluso, ya aprobado por las “instancias superiores”, los “factores de logística” como transporte, hospedaje, y otros (estos últimos los peores)…, en su segunda vuelta, con los invitados ya en la sede, muchos de ellos con reconocido prestigio lo mismo en Cuba que “afuera”, al día de la inauguración del evento no estaban lo suficiente “amarrados”, al punto que a las seis de la tarde no se sabía dónde iban a dormir esa noche, y las siguientes...

Sin embargo, la Primera y la Segunda Jornada, en las que participé como productor, a pesar de “estos imponderables revolucionarios de última hora” que se resumen en descoordinaciones y más descoordinaciones -algunas, hoy no me cabe duda que sucedían intencionalmente-, se llevaron a cabo con brillo y dignidad más por la voluntad de los que participaban que la de los funcionarios que debían apoyarnos, los que a cada momento se mostraban recelosos. Y en la vieja Fernandina se vieron cosas que antes no se habían ni imaginado siquiera sus tranquilos habitantes. La ciudad, por cinco días, igual en la primera edición que en la segunda, se sintió sabrosamente rara, gozosa y desprejuiciada, repleta de buen arte novedoso, de peludos y chicas bonitas, en la que un tipo gordito -por supuesto, de pelo largo-, le pegaba en sus portales, postes, esquinas céntricas, unos pasquines que decían “cualquier sitio es bueno para vivir” (Carlos Garaicoa en la Primera Jornada), lo que lógicamente provocó ronchas y hasta la intervención de “los compañeros de la PNR”; donde lo mismo un negro grande, con un sobretodo y drelos (Amaury Pacheco en la Segunda), en pleno agosto caminaba por el boulevard, sonriendo siempre, con un cartel sin rótulo alguno -lo que lo hacia mas sospechoso- saludando muy amablemente a todos; o que Ras Tamayo apuntalase el muro del malecón a todo lo largo, lo que provocó que una buena parte de los cienfuegueros pensasen que éste se derrumbaba (simbólico esto) o que venía un fuerte huracán.

Precisamente en la Segunda, realizada en su mayoría en Cayo Carenas, fue donde vi a Ángel Delgado hacer una intervención -antecedente de la del video que publicase El Cacique- que prácticamente dejó sin aire a los que tuvimos el privilegio de estar allí. Ángel se enterró por varios minutos en la tierra del islote que viene a ser una suerte de llave de la bahía. Su acción, fuerte sin dudas, nos mostraba con simpleza y coraje la asfixia a la que estábamos sujetos. Los presentes guardaban silencio mientras el artista cavaba con un pico el hueco, apartaba la tierra, y después se metía dentro para que fuese sepultado por su novia y amigos. Únicamente el ruido de las olas, los propios del Cayo, eran los que se escuchaban. Nadie se atrevía articular palabra, si acaso una mano le pasaba a otra un cigarro, una botella de agua o de ron y quien se la bebía no apartaba la vista del sitio en que permanecía enterrado Ángel.

El tiempo que duró su encierro, el retorno al útero madre de todas las madres, tal vez en busca de una independencia, una paz que bajo cielo se comportaba esquiva no sólo para él, lo vivimos no sin cierto sobresalto. Después de largos minutos, todos empezamos a cavar con las manos y finalmente conseguimos rescatarlo. De vuelta a la vida, Ángel abrazo a su novia. Aplausos, gritos de júbilo, risas y jodedera; celebración por la esperanza encarnada en su regreso... Esa, por la que una vez Ángel tuvo el valor de cagarse enfrente de todos.




Espacio Restringido. Video de Ángel Delgado
sobre su performance en Mayabeque





Entrevista a Ángel Delgado, donde cuenta los pormenores de su acción
en el Salón "El objeto estructurado"

viernes, 11 de junio de 2010

Mr. Dream y sus monalisas...

Mr. Dream Maker, es así como lo conozco. Un joven cubano, soñador, de profesión Coffee Cumming (¿…?), con unas ganas de escribir enorme y muchas cosas que contar, por lo que tiene su bitácora: My Dream.

Un buen amigo virtual que hoy tomo de su blog estas imágenes de “monalizas” alrededor del mundo, simpáticas, que para dejar en página durante el fin de semana como una suerte de divertimento pictórico, me parece bien…; por supuesto, no podía faltar la Gioconda cubana

Espero que como yo, las disfruten, y de paso, den un pinchazo en el enlace de Mr. Dream.



Monalisa africana

Monalisa de la India

Monalisa inglesa

Monalisa USA

Monalisa cubana

Caos II





Con “Caos II” quiero publicar una necesaria aclaración. El fotomontaje de lo que pudiera denominarse una serie, está hecho a partir de una apropiación que hace Willi de una pintura de mi amiga Margarita García Alonso, pieza que además se encuentra en Miami, exhibiéndose en Zu Galería. Dicho esto, agradezco a los dos

jueves, 10 de junio de 2010

El caos (fotomontaje de Willi)

Williams Ríos, conocido en la Red como "Willi Trapiche", lleva ya cierto tiempo con su Casa de la Incultura (Cubaleah), su taller de carpintería virtual, cerrado; sus razones tendrá y las respeto. Sin embargo, en Facebook, para los amigos continua trabajando. Yo no puedo sustraerme a “robarle” sus fotos y luego publicarlas, como ya he venido haciendo. Espero que el buen amigo me disculpe. Es que pienso, bien vale la pena compartirlas con los lectores de Fernandina.
Gracias Willi.





Deep Purple. Uno de los dioses nuestros...

Nos sentábamos de noche en los bancos del parque un tanto apartados de los edificios; los vecinos protestaban por esa música horrorosa venida del infierno y, además, en voz del enemigo. Lo hacíamos a veces hasta con tres radios -rusos-, escuchando en dos aparatos la misma estación para conseguir una suerte de estéreo primitivo, y en el otro, un poco más bajo, practicando una especie de monitoreo para ver que ponían, y cambiar el dial enseguida en caso de descubrir algún monstruo que nos gustase más o que fuese superior al que estábamos oyendo; y no sin cierto cuidado, que de mover la agujita con rapidez, podíamos quedarnos entonces únicamente con la estática-. Depp Purple, otro de los dioses del poblado altar americano, a los que les rendíamos culto. Child in time…, una de las favoritas.

¡Éramos tan diversionistas… !

Fernandina va por Brasil...


Mañana Viernes comienza la Copa del Mundo en Sudáfrica. El evento deportivo más importante del mundo luego de las olimpiadas -lo que algunos fanáticos del futbol no reconocen así- por todos éstos días ocupará la atención de cuanto medio de prensa exista alrededor del globo. Se habla de favoritos. Los especialistas, y hasta gurús, ya pronostican quien será el campeón. Por cierto, hay un "adivinador" que asegura, la final se discutirá entre Alemania y Brasil, y este último va a perder. Yo, haciendo poco caso de las previsiones, apuesto por el equipo “auriverde” y desde ahora digo que este blog va por Brasil…



El Postre



Fotos de Willians Ríos
Tomada de Facebook

miércoles, 9 de junio de 2010

Grand Funk. Nostalgia por la buena música... Update

Por estos días he escrito un par de crónicas sobre mi barrio en La Habana, y la nostalgia que pensaba curada, pues al parecer renace una que otra vez; debe ser que envejezco. El caso es que, en mi primera juventud, una de las cosas que más disfrutaba era la música -americana, desde luego. Recuerdo que un numeroso grupo del barrio nos pegábamos a los radios rusos VEF o Meridian, con los que podíamos coger las emisoras del sur de la Florida, y formábamos una suerte de cofradía de la que sólo participaban los que eran fans de la “partitura johnny”, del rock en especial. He aquí, uno de los números favoritos de nosotros. Decir Grand Funk, su Chica Maravillosa, resultaba casi mágico….
Lo mismo Locomotion.










La lista

Cabrerita y yo subimos a inmigración para chequear a los pasajeros que están retenidos. Hacemos una lista por la que podamos identificar después los equipajes que nos quedan abajo, en aduanas, para ver si sus dueños no los han dejado atrás y así no tener nosotros que transferir nada. Primero en inglés, luego en español, les pedimos a todos los que vuelan con American que nos muestren sus tickets de reclamación y nos den sus datos personales. Ya casi finalizada la lista veo a dos señoras mayores que al parecer viajan juntas, apartadas un tanto del resto, que me luce que no nos han entendido. Yo me acerco y les pregunto en castellano si vuelan con AA. Ellas, con cierto temor, responde que si. Tomo los tickets, los leo, y le digo a Cabrerita que las apunte: Mercedes Chávez y María Eva Castro.

Mi compañero escribe sus nombres y me pide enseguida que nos vayamos. Yo le reprocho el apuro. Cabrerita me asegura que quiere irse los más rápido posible. No es bueno estar en una misma habitación con Chávez y Castro. Yo me sonrío y le doy la razón…



Erótica, finalmente se muestra


Para aquellos que dudaban de que Erótica era un hecho cierto, por fin el próximo 13 de junio, a las 7:30 peeme, se presentará en Delio Photo Studio. No voy a hablar del libro. Ya hice una reseña que de alguna manera expresa lo que pienso sobre lo representa ésta novela corta, al menos para mi, dentro del marco de la literatura cubana contemporánea; ni siquiera se aún quién habrá de ejercer como presentador. Sin embargo, sí voy a anunciar su lanzamiento, y además, mi deseo de que vayan todos. Por supuesto, la bebida y los comestibles, que no faltan en eventos de este tipo que se respeten, igual estará presente -de seguro que Goya pone lo suyo, y sí es Goya, ha de ser bueno. Luego entonces, auguro una sabrosa tarde de Domingo para los que gusten de buena literatura y libaciones. Asimismo, se trata de un excelente pretexto para encontrase viejos amigos; y hasta tal vez, Ernesto y Granados filmen un video que después disfrutaremos en la red.

Una sugerencia, que no habite el resentimiento y compren el libro. Todavía quedan casi doscientos ejemplares….


lunes, 7 de junio de 2010

Sentados en la Luna

Fotomontaje de Willians Ríos
imagen tomada de Facebook

Eduardo "Tiburón" Sarmiento. Expo...


Aunque aún no pasa de los treinta, no por eso deja de ser un viejo amigo. Lo conozco desde que era un adolescente un tanto misterioso, cuando lo veía en casa de su padre, en lo que "el viejo" yo "libábamos algunas copas" y nos comíamos unos camaroncitos o minutas de doncellas, pasando buen rato en Pueblo Grifo. Creo que en una de esas visitas mías al apartamento de mi buen ecobio el ortopédico, fue cuando Eduardo Sarmiento Jr. me mostró sus primeros trabajos. Luego tuve la suerte de que ambos saliésemos en un mismo numero de la revista Ariel: el como diseñador y yo con un cuento. Después fuimos vecinos, lo que me hizo estar mucho más cerca de sus pinturas, dibujos, todos con sobrada valía sin dudas, y descubrir así cómo iba evolucionando el artista que es. Finalmente, un día me lo tropiezo en Miami, en la presentación de un libro que no recuerdo ahora ni el título ni su autor. Hoy, tengo el placer de anunciar su exposición…


BURNING IN HIS OWN HELL.

Paintings & Drawings by Eduardo Sarmiento
www.eduardosarmiento.com

Curated by Carlos Luna & Joaquin Badajoz
June 12 - June 26, 2010

OPENING RECEPTION
Saturday, June 12, 2010
7:00 PM - 10:00 PM


"It is a thought-provoking inner voyage in which the irreverent and scandalous artist proceeds to peel himself like an onion whilst finally encountering his bloody flesh. Sarmiento is the witness, the victim and the murder, the hooker and her pimp; and like Baudelaire and Bukowski a chaste lover and a pornographer: poetry and obscenity are the two halves of Sarmiento’s Paradise, since he bridges the antipodes."

"You will find the objects of desire and the desire itself surprisingly asexual, as the artist explore issues of identity. As the son-of-the-lesbian, the pussy hunter, the oxymoron, he is the man faithful to his unfaithfulness, a loveless lover".


Joaquin Badajoz, Fairlawn, 2010

Grettel Singer vuelve...


Mujerongas, el blog de Grettel Singer, que en diciembre un buen día cesó de postear, finalmente reaparece. La información (como tantas otras) la descubro esta mañana luego de leer Tu Miami blog.
Bienvenida pequeña…

jueves, 3 de junio de 2010

El dilema

por Michael Sixto

El rostro distorsionado de la verdad es como una lista vacía en la que tratamos de buscar talismanes, escasos recursos para recobrar el sentido. El reloj de arena mojada ahora reposa marchito en la esquina aquella en la que nos despedimos y supimos que la otra mitad no era una opción sino una cruz que debíamos cargar por siempre.

Después, el hambre ya era más tolerable, las ganas de correr un sueño lejano que pronto sepultamos en el olvido y la seguridad una utopía que se retorcía en algún lugar distante, lejos de nosotros. La vida y su naturaleza no nos han favorecido, pero la luz, indiscutiblemente siempre ha estado ahí, a nuestra merced, brillante, única, y nuestros rostros iluminados nos han hecho cerrar las ventanas de nuestros ojos para buscarnos dentro.

Aquello de las dos orillas, de los dos lados, los dos polos, las dos posibles respuestas, el irse o quedarse, el huir o el resignarse… siempre ha sido el fantasma temido, el peligro allá afuera en esos páramos donde habita el olvido, la soledad y el despertar que trae el cambio, lo nuevo. El miedo cierra esa puerta, y aquella, y la otra, y somos un puñado de huesos sin movimiento. Esperamos sin saber a qué lugar mirar sin que el temor amenace la quietud de no encontrarnos en el espejo de otra mirada atrapada en la oscuridad.

Este es el dilema: la vida que conocemos y que seguirá flotando por sobre nuestras cabezas hasta que la luz se extinga, hasta que la luciérnaga halla muerto de frió en las noches raras de vagar sin sombra, de morir sin prisa. Tu nombre ya está en la lista, el mío ni siquiera existe, la verdad escondida tras su rostro confuso tiene alas inmensas que no sabe usar, así que al igual que nosotros estará por siempre vagando sin rumbo, de boca en boca, de corazón en corazón y su eco retumbará en nuestros oídos por más tiempo del que necesitaremos para ya no pensar

Mujeres caracolas





Dos fotógrafos distantes. Un punto en común: la fotomanipulación como arte; la mujer molusco; la caracola hembra... Aunque diferentes en cuanto a realización, color, montaje y plástica, se maneja una misma idea. La mujer transmuta. La modelo deja de ser ella para convertirse en una suerte de animal que igual deseamos.

La primera foto la tomo del blog No hay como lo de uno. Imagen titulada “Snail Pok”, de Anhen. La segunda de Gaspar El Lugareño y pertenece a Delio Regueral.

Por cierto, me entero por el blog de Joaquín Estrada-Montalván que Delio busca modelos...