jueves, 31 de marzo de 2011

Itapuí. El bar de Álvaro


Bar do Alvaro, en Itapuí, frente a la plaza municipal. Abre siempre por la tarde y cierra cuando se marcha el último cliente. Buena comida casera, sitio familiar y concurrido donde uno se siente a gusto. En la foto de abajo (clic para ampliarla), una muestra de lo que se puede beber, para aquellos que gusten del trago fuerte o de la coctelería típica brasileira, y de algún que otro saladito para picar. Claro, para cubanos, un tanto difícil la selección…




fotos: Fernandina de Jagua/Denis Fortun

miércoles, 30 de marzo de 2011

Sao Paulo. El hallazgo...

Confieso que al ver las cajas en la vidriera de la lujosa loja de charutos, una sensación de placer, de sosiego y hasta de contentamiento supremo (no exagero), me invadió de pies a cabeza. Era como si hubiese descubierto un tesoro: hebras que voy buscando desde que salí de Cuba y que me niego a olvidar su sabor, su aroma, se presentaban delante de mi en variadas formas y tamaños, con sus familiares diseños -aunque los haya quienes me reclaman de manera despectiva que simplemente se trata de una peste insoportable.

Nombres tan conocidos, y debo admitir que muy añorados, estaban a mi alcance. Además, el hallazgo vino a ocurrir cuando ya escaseaba de “pertrechos”, de auténticos “puros”. Los poco que guardaba luego de tres semanas en Brasil, comprados no sin cierto trabajo para localizarlos, “ no me sabían a como gusto”. El tropezarme dentro del shopping mall de Murumbí con una tienda que comercializa tabacos cosechados en “Vueltabajo” (Partagás, Monte Cristo, Romeo y Julieta, Cohíba…) resultó como esa imagen gastada, pero terrible, del sediento bebiendo finalmente a la orilla de una fuente de agua en medio del desierto después de semanas de lamentaciones...

Rosana me regaló esa mirada de complicidad que siempre me reserva para cuando yo doy con algo que realmente me gusta. Sonriendo me llevó hasta la puerta de entrada. Ya adentro, la dependienta puso su mejor cara, nos dio una cordial bienvenida, y asumió el papel de gran conocedora de la torcedura criolla y comenzó a explicarme sobre el producto, sus bondades, y el privilegiado lugar que ocupa en el mercado (por supuesto, sin mencionarme los precios).

Yo le permití que nos diera su disertación de supuesta especialista, la que practicaba con mucho entusiasmo. Sin embargo, viendo que se extendía más de lo necesario, lo que entre otras cosas dilataba mis enormes ganas de fumarme una de aquellas “joyas”, la interrumpí asegurándole que yo concia “la hoja”.

-Eu so cubano- la interrumpí muy cortésmente.

Ella me observó ausente de toda expresión, si es que un rostro así existe, y lo único que atinó a responderme fue.

-Que interesante…-


Rosana y yo en el Shopping de Murumbí. Sao Paulo capital


Exhibición de esqueletos de dinosuarios
a la entrada del Shopping de Morumbí






fotos: Fernandina de Jagua/ Denis Fortun

viernes, 25 de marzo de 2011

Sao Paulo, la grande...



17 días no bastan para conocer Sao Paulo. La enorme metrópolis merece tiempo, lo exige. Una lugar increíble, que como toda gran urbe, has de encontrar lo feo y también lo hermoso. Un emporio que te obliga a un regreso, porque te engancha. Un Estado que, sin temor a equivocarme, representa el pulso de Brasil. Un Brasil que crece y definitivamente hay que tomarlo en cuenta (no por gusto Obama lo eligió como el primero en su corto periplo por América Latina). Y sobre todo, amén de problemas, que en cualquier lugar existen, se trata de un país en el que se respira la sabrosura del libre albedrío y la prosperidad.

17 días de vacaciones que he disfrutado enormemente, lo mismo en Jaú, Botucatú, Pederneira y otras ciudades del interior. Por supuesto, traigo cosas que contar…


fotos: Fernandina de Jagua/Denis Fortun

lunes, 7 de marzo de 2011

O que será?



La imagen no es la mejor. Pero por las voces y la canción,
bien vale la pena "robarse" el
embed de You Tube
y reproducirlo luego.

José Abreu.

Teatro del desarraigo

Reseña de Ramón Luque, que tomo de su blog.

Creo conocer una parte importante de la obra de José Abreu Felippe aunque no toda ni mucho menos. El escritor, dramaturgo y poeta cubano se distingue por su autenticidad y desgarro en prácticamente todo lo que crea. Es un consumado novelista, descriptivo y especialmente psicológico, que suele ir al grano en sus ficciones.

En muchos de sus relatos es abiertamente festivo y a la vez doloroso, otras melancólico, otras tremendamente sarcástico. Frecuento menos su poesía no porque no me guste la que escribe (ha sido bastante galardonado en esta faceta) sino más bien por mi querencia por otros campos literarios. Ahora bien, como dramaturgo y por lo que he podido leerle, es cuando Abreu Felippe alcanza unas cotas muy inusuales de desgarro, brutalidad, riesgo, valentía y dureza.

No es fácil ni escribir, ni leer, ni ver representadas obras teatrales como las que reúne en su libro
Tres Piezas, publicado en Miami por la editorial Silueta. Se reúnen aquí obras escritas por Abreu Felippe en distintas épocas. La más temprana es Orestes, donde rinde, en cierto modo, homenaje a la mitología griega, sirviéndose de ella (tal y como hicieron los clásicos) para exponer la tragedia del destino humano, marcado por la pérdida, por la huida y por la derrota. En Rehenes, partiendo de una situación costumbrista (el embarazo de una joven, hija de unos exiliados marielitos en Miami), evoluciona hacia su habitual existencialismo, marcado por simbolismos muy dolorosos, que vuelven a expresar la angustiosa soledad del ser humano.

Pero es en
Provisional, desechable y biodegradable (un título muy divertido, por cierto) donde Abreu Felippe se muestra más brutal y sarcástico, al analizar el proceso de decrepitud de una pareja. En el teatro de Abreu (al menos en estas tres obras) no hay lugar ni para la esperanza ni para la felicidad. A veces, es tan oscuro que puede resultar divertido (y esto es muchas veces intencionado, dadas las numerosas situaciones y comentarios irónicos). A la vez, las referencias culturales son continuas: mitología griega, grandes clásicos del teatro (Esquilo, Sófocles, Calderón) cine de autor de distintas épocas (de Godard a Larry Clark), la obra de Reinaldo Arenas, Julio Cortázar y otros…En Provisional, desechable… recuerda a veces a Becket, por su autenticidad y por su oscura vitalidad: en el caso de Abreu, más iconoclasta, más chocante, como un elefante irrumpiendo en una cacharrería, con la brillantez de los autores que son ellos mismos por encima de todo.

En cine, Buñuel era un poco así. Y parafraseando a Kundera, podría decirse que Abreu Felippe es como la muerte: "arrampla con todo".




domingo, 6 de marzo de 2011

Reinaldo Arenas. Mucho de que hablar...

Las arenas revueltas de Reinaldo

El autor rompe en vendabal cualquiera de los moldes
en que se le quiera encasillar,

incluyendo el de la homosexualidad.

Artículo de Armando de Armas que tomo de Martí Noticias
y que fuese publicado lo mismo en Neo Club


Reinaldo Arenas (izq.) y Luis de la Paz, recién llegados al exilio. Navidad de 1980.


En un mundo de machos, donde algunos se hicieron guerreros y llegaron a generales para ocultar su homosexualidad, Reinaldo Arenas deviene homosexual, cuando menos, raro. Nada que ver con el estereotipo implantado en la isla del hombre apocado, disminuido por el ejercicio pasivo de su sexualidad.

Porque si de valor personal hablamos, y no sólo cívico, habría que ver si Arenas no resulta más macho que muchísimos de los intelectuales cubanos que se las han dado de muy dotados de testosterona, incluyendo uno arribado a ministro, y más macho también, por supuesto, que esos durísimos altos oficiales del Ejército y el Ministerio del Interior que ante la sola presencia del Macho en Jefe tiemblan como hojas azotadas por el terral; terral como terror en este caso.

Y es que con Reinaldo las arenas suelen estar revueltas y producir espejismos que nublan, y muchas veces pierden, al curioso viajero u observador no avisado, efecto óptico desprendido del desierto tormentoso y atormentado de su paradójica personalidad; paradójica como ha de ser la personalidad de todo hombre, del hombre en tanto alma y en tanto arma, que por destino o elección, nunca se sabe, se ve obligado a transgredir las normas, y provocar a los guardianes de la norma, para dejar un obra trascendente, de la índole que ésta sea, en el desarrollo del bicho humano como entidad civilizada. Arenas, entre los más grandes escritores cubanos de todos lo tiempos, y posiblemente el más grande del último medio siglo, no podía, ni por asomo, escapar a ese sino.

Para empezar, y en palabras de ese otro grande, Guillermo Cabrera Infante, Premio Cervantes de las Letras 1997, el escritor holguinero, 1943, se inicia en la vida adulta como un revolucionario y termina como lo que siempre fue, un rebelde con varias causas, y agrega: "Tres pasiones rigieron la vida y la muerte de Reinaldo Arenas: la literatura no como juego, sino como fuego que consume; el sexo pasivo y la política activa"... "De las tres, la pasión dominante era, es evidente, el sexo. No sólo en su vida sino en su obra".

Y no es para menos que así fuese porque los hombres terminan por creer, tan pretenciosos, que poseen, hacen sexo, cuando la verdad podría ser que el sexo posee, hace a los hombres, de ahí que los antiguos griegos, tan sabios en todo, descubrieran y denominaran a los dioses y demonios del sexo. Luego, como dijera el psiquiatra, filósofo y brujo de Zúrich, Carlos Gustavo Jung, uno no tiene un deseo, uno está poseído por un deseo; uno no tiene un vicio, uno esta poseído por un vicio. Quizá a esa posesión, dominio de los dioses y demonios del sexo, debamos el poder contar al presente en la patria de las letras con obras de la altura de Otra vez el mar, 1982, El color del verano, 1991, y su biografía novelada Antes que anochezca, 1992, llevada póstumamente al cine por el director estadounidense Julian Schnabel.

El narrador y periodista Luis de la Paz, amigo del autor de El mundo alucinante desde los tiempos de persecución en La Habana y más tarde en el exilo, declaró en exclusiva para este trabajo: "Creo que es necesario tener presente que Reinaldo Arenas vivía como sus propios personajes, aunque no siempre le era posible diferenciar entre la literatura y la realidad cotidiana; habían choques, confrontaciones, extraños y hasta curiosos razonamientos para asumir una actitud en un momento determinado. Para mí asombro, Reinaldo, un hombre capaz de afirmar (y escribir) que había tenido sexo con miles de personas a lo largo de su agitada existencia, me dijo (también lo escribió) que durante los dos años que estuvo preso en El Morro nunca tuvo relaciones sexuales con otros reclusos. Argumentaba un elemento supremo, admirable, que el sexo, como todo en la vida, había que hacerlo en plena libertad.

Ese comportamiento, en un sentido más amplio y abarcador, contrasta con el de personas que hacen ostentación de su virilidad (incluso atacando con vehemencia a los homosexuales) y bajo presión, quizás por debilidad, son capaces de sucumbir, denunciar y hasta trabajar para los servicios de inteligencia, renunciando a eso que Reinaldo Arenas defendió con asombrosa lucidez durante toda su vida (y en la totalidad de su obra): la libertad.

Muchos, sobre todo aquellos que no lo conocieron, piensan en Reinaldo como un homosexual muy afectado, y no lo era. Él nunca ocultó su manera de ser, pero no podía apartar de sí su condición de campesino, de hombre rudo, que vivió en condiciones muy difíciles. Físicamente era macizo, puro músculo".

De hecho, siguiendo en la onda de lo contradictorio, de las arenas movedizas, revueltas, vemos por otro lado que en ninguna de las novelas de Reinaldo su alter ego literario, Gabriel, Rey o la Tétrica Mofeta, tiene sexo tras las rejas, tras los árboles o sobre los árboles sí, pero no tras las rejas. Nos topamos entonces con que, extrañamente, el más desembozado homosexual de las letras isleñas no pone a sus personajes al desempeño sodomítico mientras en prisión permanecen, sin piedad los condena doblemente, a la pena carcelaria y a la abstinencia erótica, en tanto que uno de los más machos de las letras isleñas, acorde con el estereotipo establecido, Carlos Montenegro, quien estuvo en la cárcel por haber dado muerte a navajazos a un hombre en el puerto de La Habana, y que fue duro de pelar en vida, en prosa y presidio, por demás amigo juramentado del temido ganster y mejor escritor Rolando Masferrer, vino a escribir nada menos que la novela Hombres sin mujer, 1938, cuyo tema no es otro que el del amor y la muerte entre presidiarios, o la muerte por amor entre presidiarios; un escándalo sin dudas en los pacatos predios literarios de su tiempo.

Arenas no era para nada un ser físicamente débil, como ha apuntado más arriba su amigo de la Paz, era más bien puro músculo, pero había más, esa solidez sobre el esqueleto respondía a un espíritu aventurero que supo y pudo no sólo escapar de la cárcel, sino sobrevivir fugitivo durante meses, en los que medió un intento de fuga del país a través de los terrenos minados que rodean la Base Naval Norteamericana en Guantánamo, y varias otras peripecias, hasta su estadía final en el Parque Lenin de La Habana en complicidad con los hermanos Abreu (los escritores José, Juan y Nicolás, a quienes por otro lado agradeció la riesgosa asistencia inmortalizándolos con el mote de las Hermanas Bronté), antes de ser nuevamente arrestado por las alardosas y bien entrenadas fuerzas de seguridad del régimen marxista isleño. Para decirlo claro, no son muchos los opositores, por no hablar de escritores, que cuentan con el aval de fuga y posterior sobrevivencia de las cárceles castristas pues, para decirlo también claro, bajo un sistema totalitario, sea nazi o sea comunista, hay que tener valor hasta para escapar.

Por lo que se da el extraño caso de que Arenas tiene más que ver, en vida pero también en obra, con el escritor e impenitente aventurero norteamericano, Ernest Hemingway, que con sus pares insulares en la incorporación sodomítica, José Lezama Lima y Virgilio Piñera.

Y es que entre Arenas y Hemingway había, más allá de las diferencias evidentes, y de las semejanzas evidentes (las del último acto y las de la pluma y la página como premisa primera) una comunión en la manera de enfrentar, vivir, la vida hasta el precio postrero, en la perenne pelea, en la perenne huida de algo o de alguien hacia cualquier parte, en el ofrendar y ofender de las vísceras como materia prima literaria y, sobre todo, en la manera de asumir el sexo (¿En la manera de asumir el sexo, está usted seguro o está usted borracho?, preguntarían azorados al articulista lo mismo Arenas que Hemingway). Pues en el desenfreno por amar varones de Arenas probablemente no había más que el inconfeso deseo de manifestar su varonía, de ser varón total; y en el desenfreno por amar féminas de Hemingway probablemente no había más que el inconfeso deseo de manifestar su feminidad, de ser fémina total (pero lo de Hemingway es harina de otra costal, es decir, de otro artículo). Había, quizá, mucho de femenino en Hemingway. Había, quizá, mucho de masculino en Arenas. Ambos demasiado inconformes, rebeldes con el rol, la vida que les tocó en suerte. 0Ambos disfrutaron, Hemingway más que Arenas, de los placeres en la misma isla, pero terminan escapando, no ya de la isla, sino de la vida vía el suicidio cometido en el mismo país norteño, que era el de Hemingway y terminó siendo, a su pesar, el de Arenas. Arenas en Nueva York, Hemingway en Ketchum, Idaho. Arenas por asfixia, Hemingway por disparo de escopeta calibre 12 en el cielo de la boca. Hemingway ya tiene museo en La Habana, Arenas tendrá un día museo en La Habana. Ambos almas permanecen penando, asegura gente de crédito, en las calles y recovecos de La Habana.

Reinaldo, para colmo, termina por virar al revés las arenas, tembladeras más bien, de los machistas códigos de la historia nacional cuando, genio y figura hasta la sepultura, hasta los pasos previos a la sepultura, escoge para su último acto no ya la fecha del 19 de mayo, muerte de Martí (a quien le uniría el ejercicio extremo de la pluma y, también, la vida extrema hasta el punto de no ser eso que denominan una persona decente, precisamente por no encajar en los tópicos de las manidas normativas de la masa diligente), sino el 7 de diciembre, muerte de Maceo, arquetipo donde los haya del macho nacional, incrustado hasta los tuétanos del inconsciente isleño en alarde de testosterona, bala, machete, espuelas y polainas. Y no silenciosamente, como a muchos hubiera gustado, sino que ese día del año 1990 mandó una misiva, misiva como un misil, a sus amigos en todo el mundo, publicada en el Diario Las Américas de Miami, en la que culpa de su muerte a Fidel Castro y concluye con el ineluctable decreto, "Cuba será libre. Yo ya lo soy"; decreto que lo sitúa más cerca de Maceo que de Lezama.


foto que tomo de Martí Noticias

sábado, 5 de marzo de 2011

¿Y el tope, dónde...?

El cansancio en la subida es diferente, según la loma que te toque.



Caricatura de Omar Santana
que tomo del Nuevo Herald
a partir de un enlace del blog
Entendiendo el Caos, de Garrincha

jueves, 3 de marzo de 2011

El tango "Yo no te quiero reaccionario..."

"Derechista reaccionario". Leo en Martí Noticias que así tilda la intelectualidad de izquierda en Argentina a Mario Vargas Llosa, lo que no me sorprende. Los “pibes” de María Cristina se sintieron en extremo ofendidos porque el prestigioso intelectual peruano fue invitado a la inauguración de la próxima Feria del Libro a celebrarse en ese país. Y tanto resultó el enojo, que solicitaron a los organizadores de la Feria que reconsideraran su convite, por lo que hubo de intervenir la mismísima madre protectora-presidente para calmarlos.

Claro, asumo que la dama lo hizo sin intenciones muy serias de reprobar a sus correligionarios. Ellos siguen intranquilos, intolerantes; lo que ha dado margen para que éstos airados teóricos se mantenagan en sus treces. Aluden “los chicos”, que Vargas Llosa es un enemigo acérrimo de los gobiernos populares con “arraigo en las masas…”

No sé si ha de ser añoranza por García Márquez, o si se trata simplemente de “el síndrome de la pelotudez ideológica”, una más de las tantas que padece la izquierda de “mates y boinas”.

¡Qué tango…!

Hoje é um dia do sol, alegría.... Carnaval


Comenzó hoy 3 marzo la mayor fiesta que el mundo conoce: el Carnaval de Brasil. Río de Janeiro y Sao Paulo, las dos ciudades onde agora esta bombando mais forti la música y el jolgorio de altura. Deus hoje es brasileiro...

Abajo, en el video, Zamba Magalenha



Magalenha do chao, traz a lenha pro fogao e vem fazer armaçao,
Hoje é um dia do sol alegria de toiou é curtir o verao...♪♫

De Ceca en Meca, de Gabriel Cartaya

La otra Esquina de las Palabras
invita al lanzamiento del libro de cuentos
De ceca en meca
(Betania, Madrid, 2010),
del escritor cubano Gabriel Cartaya.

La presentación estará a cargo de los escritores
Ángel Velázquez Callejas, Carlos Palacios, y Ángel Lago.

Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305)448-4949
Viernes 4 de marzo, a las 7:30 pm


Gabriel Cartaya (Manzanillo, 1951). Fue Profesor en la Universidad Pedagógica de Manzanillo, Cuba (1978-1999). Fundador del Centro de Estudios Regionales del Guacanayabo y la Sierra Maestra. Ha publicado los libros Con las últimas páginas de José Martí (1995), José Martí en 1895 (2001) y Luz al universo (2006). Tiene publicados varios artículos y ensayos en revistas cubanas. Reside en Tampa, donde dirige la revista Surco Sur, de arte y literatura hispanoamericana.