miércoles, 31 de agosto de 2011

Cuba, del tiempo y lo impredecible

En Neo Club, una entrevista-encuesta que me hiciera Armando Añel. Cuba, el tiempo y lo impredecible, en apenas tres preguntas… La falta de una máquina que nos de la posibilidad de conocer el futuro de una Isla que padece un incierto presente. La conversación aquí.

jueves, 18 de agosto de 2011

Opera do Malandro, um filme que eu gosto...!

En un inicio pensé subir la versión de Elba Ramalho y Claudia Ohana, de la película original. Sin embargo, la mala calidad de la imagen me provocó que pesquisara un poco más por You Tube a ver si tenia suerte y me tropezaba con otro video de mejor resolución. Lo curioso es que la búsqueda, aunque no fue lo que esperaba, rindió frutos al encontrarme con una versión (para teatro esta) de la que ha sido siempre una de mis películas favoritas: Ópera do Malandro.

Ahora son Alessandra Maestrini y Soraya Ravenle. Excelente lo mismo esta dos actrices, lo que sin dudas enriquece a un clásico con cheiro a Broadway.



¿El pretexto para un post así? Enterarme por el email de un buen amigo que ayer 17 de agosto (aunque varias paginas en la red promocionan que es hoy 18 cuando comienza realmente) se inauguró en la playa, en el Colony Theatre , el Festival de Cine Brasileño de Miami. Un evento que nació en este Condado, luego de quince años se dispersa por una buena cantidad de importantes ciudades en el mundo, y que se extenderá hasta el 27 de agosto. Claro, el resto de la información aquí

martes, 16 de agosto de 2011

Libertad versus demagogia


Si alguien me preguntase el porqué es importante, imprescindible diría yo, el apoyo a una empresa como la editorial Spirali; a una institución como la Universidad Internacional del Segundo Renacimiento; a esta magnífica Villa San Carlos Borromeo y, por supuesto, al entramado de negociados que los sostienen, mi respuesta no se haría esperar: porque este conglomerado probablemente sería uno de los pocos y últimos baluartes dando la buena batalla a favor de la libertad del individuo frente a la avasalladora dictadura de la demagogia socializante en el presente mundo occidental.

Y es que este propósito que encabezan Cristina Frua De Angeli y el intelectual Armando Verdigione, ha dado voz y apoyo a lo más lúcido de la disidencia intelectual y política del Oriente y el Occidente. Por acá han pasado intelectuales disidentes, no ya de países dictatoriales como Irán o Cuba, sino de países democráticos, incluyendo Israel y Estados Unidos, donde se puede decir cualquier cosa contra Dios o el Presidente, pero nada contra la dictadura del centro que describiera Benedicto XVI.

Por aquí pasó también el más grande de todos los disidente intelectuales, ese a quien la Academia sueca no le otorgó nunca el Nobel por negarse a entrar en la comparsa de lo políticamente correcto: Jorge Luis Borges, quien estuvo unas semanas en esta hermosa villa Borromeo antes de irse a morir en Ginebra, gran amigo de Verdigione además.

Pero, lo mejor que tiene esta empresa, y al parecer lo peor, por lo que se le ataca con saña, es que se sustenta del esfuerzo privado. No es por ende una sucursal estatal, es enteramente libre y apuesta por hombres libres.

Gracias a esta iniciativa, cinco escritores disidentes cubanos han visto publicados sus libros. Gentes no sólo perseguida por la más feroz tiranía que ha parido el hemisferio occidental, sino marginada por los círculos editoriales y académicos de lo políticamente correcto. Es decir, casi todas las editoriales y académicos en occidente hoy día.


Creemos que la familia Verdiglione está siendo víctima de un inescrupuloso intento de acallar esas voces disidentes y contestatarias de oriente, de occidente. Voces que han encontrado en Spirali y la Universidad Internacional del Segundo Renacimiento un sitio y una manera de expresar su pensamiento que los medios académicos e editoriales dominados por la izquierda nunca permitirían que se expresasen. Esa misma izquierda, muy poderosa en Italia, que ha encontrado un método eficaz para destruir o dañar a individuos o entidades que se salen de la dictadura del centro, la de lo políticamente correcto, que en su minuto, como ya enuncié al principio, denunciara el Papa Benedicto XVI, el método de manejar la justicia como una sucursal de la ideología, sobre todo a través de la represión fiscal. Sofisticado método de opresión contra la libertad de pensamiento, que se ha venido usando últimamente no sólo en Europa y América Latina, sino en los mismos EE.UU.

Palabras pronunciadas por Armando de Armas en el Congreso “La empresa intelectual”, desarrollado en Milan, Italia, del 12 al 14 de agosto del presente año…

domingo, 14 de agosto de 2011

To be or not "tuvi"


A muchos no les satisface que un apologista del régimen venga a Miami a promover a sus pratocinadores. Que de eso es lo que trata finalmente el tan cacareado intercambio cultural, unidireccional además, aún cuando unos pocos se propongan vendernos la historia desde la premisa que es la música y no la política quien prevalece. Música, dicho sea de paso con toda honestidad (ignorando las apologéticas, lo que resulta dolorosamente difícil de soportar), de excelente factura en el caso de Pablo Milanés. Sin embargo, lo mismo a otro sector numeroso no le cuadra que hagamos un circo por su presencia y nos mostremos ante el mundo como un puñado de intransigentes. Postura que durante muchos años le hemos reclamado a La Habana, y con sobradas razones.

Pero he ahí el dilema, shakesperiano sin dudas. O nos comportamos ante el escenario global como apacibles demócratas (ejercicio que todavía no dominamos a plenitud) que dejan a un lado sus resentimientos, sus dolores y cicatrices, por proyectarnos como entes civilizados, dispuestos incluso al perdón; o actuamos según el comportamiento que nuestras vísceras nos dicten y sin temor mandamos al carajo a cuanto provocador venga a esta ciudad.

Leo en Diario de Cuba un artículo de Carlos Alberto Montaner, donde asegura que la alta dirigencia de la Isla lo que desea es que el concierto de Pablo Milanes se suspenda para ahí desatar el drama mediático de las manos, voces y caras feas, de abyectos tales como Taladrid, Randy Alonso, y restantes personajes de la Mesa Redonda. Ciento por ciento de acuerdo con el ilustre criollo en el exilio.

Cierto es que el trovador ha declarado ser un confeso defensor del sistema que ahoga a mi país, aún cuando subraye que no creen en los hombres que lo manejan, o lo hunden, seria mejor decir. Detalle sumamente contradictorio, si tenemos en cuenta que el bardo redactó hace algún tiempo una carta donde patentizaba su apoyo al caído en desgracia por una dolencia crítica, principal actor del Titanic insular .

Confesiones, las segundas claro está, polémicas, contrarias en apariencia a la voluntad de sus rectores, y que no se publicitan dentro de Cuba. Palabras que funcionan únicamente para potabilizar la imagen de una persona que, las pocas veces que habita en su tierra natal (a pesar de que se propone con demasiado esfuerzo demostrar los contrario) se desdobla y se declara entonces defensor de un proyecto con sobrados errores, lo que a sus ojos lo hace más humano. Una actitud sobradamente hipócrita.

En fin, el concierto de Pablo Milanés, coincidiendo con CAM, a mi juicio creo que no debe alarmarnos de la manera que lo padecen algunos por ahí. Y agrego que, si cuenta con muy pocas ventajas, también se pueden obtener sobrados beneficios como el de proyectarnos al mundo cuales seres de elevada madurez política y social. Pero igual carga con un sobrado handicap, porque irrespeta la historia de un exilio herido, para nada al sedal, que está en todo su derecho de mostrarse inconforme con la presencia de un artista que por años, aún cuando fue victima de sus excesos, se ha dedicado a legitimizar ante el resto del mundo la obra deficiente y sórdida que ha caracterizado a la revolución cubana.

Luego entonces, ¡¿somos o no somos?! Mira, que cada cual haga lo que le venga en gana. Los que deseen ir al concierto, que se vistan con sus mejores trapos y que aplaudan al mensajero. Los que no soporten la presencia del cantautor, que se paren en frente del American Airline Arena y griten lo que les parezca mejor (siempre dentro de los parámetros, si es que existen, de las reglas de una protesta civilizada).

El hecho es que, lo que pretenden esconder los productores de un evento como este, diseñado sólo para recaudar dineros a costa del drama criollo, resulta simple. Mientras en la Isla exista un sistema de oprobios y limitaciones de toda índole, no puede considerarse serio un proyecto de suplencia artística, de cambalache farandulero, de reciprocidad cultural, porque los que vienen son embajadores de la ilustración castrista. Y eso levanta ronchas, lo que ellos saben y con lo que asimismo juegan. Que al final todo es money.

Por último, creo que la mejor de las censuras que pueda aplicársele a un evento como este, es la de ver las innumerables opciones que regala Miami en cuanto al Show Entertainment. Y si no contamos con el peculio necesario, rentamos una película en una caja de Red Box, en la puerta de cualquier Win Dixie, y si hay un Liquor Store cerca, mejor. Compre una caneca de whisky y disfrute de una buena tarde-noche. O bien que se puede ir a un Mall, el Dolphin, por ejemplo…

Sorry, me olvidaba que esto último genera gastos, pero de seguro es más barato que lo que cuesta una papeleta del concierto.


Imagen: caricatura de Garrincha que tomo de su blog Entendiendo el Caos

El fin de la Pentalogía

El instante es un cierre justo a uno de los proyectos literarios más abarcadores emprendidos por un escritor cubano exiliado. Junto a los otros volúmenes que conforman la pentalogía (Barrio azul, Sabanalamar, Siempre la lluvia y Dile adiós a la Virgen) esta novela es la historia de una familia que, a pesar de haber enfrentado numerosos conflictos, permaneció unida. Escrita con increíble franqueza es también, en cierta medida, la historia de una generación. Una generación cuya asfixiante existencia sirvió de telón de fondo para que Abreu pudiera deshacerse de algunas de sus más antiguas obsesiones.

Fragmento de "El Instante: fin de una pentalogía
Manuel C. Díaz
Especial/El Nuevo Herald
Para leer la reseña en toda su extensión, clic aquí.

Y el muro se hizo. El muro se derrumbó...


Hubiese querido publicar este post con fecha 13 de agosto. Por supuesto, sin ánimo de referirme a lo que otras páginas en la red se han dado gusto, incluso con ensayos densos, muy solemnes sus autores, sobre lo que significa el décimo tercer día del mes octavo para la historiografía criolla.

No, deseaba “colgar” mi texto apenas una o dos horas antes de que lo redacto para referirme a que un día como ayer se comenzó a construir el Muro de Berlín. “Un proyecto de protección antifacista”, según se empeñaban en promover sus autores, y que se resumía de manera nada ortodoxa en controlar, oprimir más bien, a millares de ciudadanos. Eufemismo (muy usual en regímenes totalitarios) para nombrar lo que realmente se pretendía evitar: la fuga de cuanto alemán habitase la parte este. Ciudadanos con sentido común o simples aspiraciones. Sujetos dispuesto a todo con tal de no ver como sus vidas se comportaban cuales ovejas al amparo y voluntad de su pastor marxista.

Por cierto, se trata de un hecho en extremo importante al momento de radiografiar la historia de un siglo que resultó demasiado corto por tantos acontecimientos de envergadura a nivel global. Un “detalle”, por así decirlo, que varios pasaron por alto al reducirnos localmente, lo que también es compresible. Demasiado dolor y frustración nos asiste y la catarsis es inevitable, al menos teóricamente.

Un 13 de agosto de 1961, con bloques, palos, cabillas y cemento (lo que vendría a ser el símbolo más auténtico de la guerra fría), se empezó a escribir un capitulo de fragmentación que Occidente observó con demasiada calma. Un movimiento que el mismo John F. Kennedy lo describía como “una solución poco elegante aunque mil veces preferible a la guerra”. O como se expresara el primer ministro británico de la época, Harold Macmillan: “Alemania del Este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso telón de acero. No se trata de nada ilegal”.

Nunca entenderé esa paciencia anglosajona a ambos lado del Atlántico. Hallo que de ser más sanguíneos, el mundo se podía haber evitado un sinnúmero de problemas. Sin embargo, dejando a un lado la naturaleza “rubia”, como todo emblema de una estrategia para reprimir un flujo contrario a los intereses socialistas, lo que nos resulta muy familiar a los cubanos (desde 1949 hasta el año en que se edifica la inmensa tapia, tres millones de alemanes procedente de la parte Oriental se fueron por la frontera; estadística que no menciona la cantidad de polacos o checos que por esa vía lo mismo se fugaban del “paraíso”, y que igual no hace referencia a lo que Wikipedia asegura: hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia -Grenztruppen-, además de 400 civiles en 216 escapadas), tuvo su costo y por sólo citar dos ejemplos están los de Conrad Schumann y Peter Fechter.

Uno, junto a Helmut Kulbeik (quien sí logró llegar al otro lado) en su intento por cruzar el lamentable muro de la vergüenza fue herido fatalmente en el Checkpoint Charlie, a la vista de todos y sin que mortal alguno moviese un dedo para asistirlo, muriendo en medio de un territorio supuestamente de nadie, lo que se conocía entonces como el corredor de la muerte. El otro, siendo un soldado dispuesto cumplir su misión, la de reducir cualquier motivación a la escapada, consiguió brincar la valla que coartaba su libertad para años después, antes de quitarse la vida por su propia mano, confesar que fue libre luego de su salto.

El Muro cayó veintiocho años más tarde. El abono, durante el tiempo que duró la muralla (Tun, tun, ¿quién es…?) acorde a datos en la red, se dice que la cantidad de personas que se fugaron luego de su construcción ascendió a la cifra de cinco mil germanos, de ella ciento noventa y dos murieron por disparos y otras doscientos fueron heridas de gravedad. Únicamente cincuenta y siete dichosos lograron huir en medio de un túnel subterráneo de ciento cuarenta y cinco metros de longitud, cavado por berlineses con marcado propósito de mejorar sus vidas a como diese lugar, los días 3, 4 y 5 de octubre de 1964.

¿Paralelos? Creo que no hace falta mencionarlos. Más bien de lo que precisamos es que de una buena vez el mundo reconozca que todavía existen con marcada obstinación otros muros que, no porque que no se vean, no carguen con alambradas, su fatal estructura es por eso menos terrible y su carestía deje de ser enorme.

¿Alguien contabiliza la cifra de cubanos que han desaparecido en el estrecho de la Florida durante estos cincuenta años, por sólo mencionar una parte del gigantesco muro que rodea a la Isla?

La imagen, en el viejo muro, como si se tratara de Madonna y Britney, Leonid Brezhnev y Erick Honecker dándose un beso marxista…

viernes, 12 de agosto de 2011

Armando de Armas y Armando Añel. Entrevista

Mis amigos doble A, es decir (dos puntos), Armando de Armas y Armando Añel, conversan. El primero somete a un cuestionario al segundo, sobre todo para averiguar sobre sus más recientes proyectos (dos puntos de nuevo), la editorial Neo Club y el diario virtual del mismo nombre (http://www.neoclubpress.com/). Coloquio inteligente, ya sea por las preguntas, ya por las respuestas. Toma y daca publicado en Martí Noticia. El clic AQUÍ.



Fotomanipulación (digital tools 5)

Vestigial
Nymph I

by Paula Rosa

Ángel Santiesteban y lo irreal, lo terrible...


Ya hace casi un mes desde que Ángel Santiesteban está publicando en su blog Los hijos que nadie quiso una suerte de saga terrible. Desde el 15 de julio, el testimonio, como el mismo lo etiquetera; la dramática cronología de un hecho burdo, horroroso, se denuncia de manera seriada en su bitácora.

Crónicas, donde relata con lujo de detalles los pormenores de su tragedia. Dramática y estremecedora historia de lo que le sucede al escritor cubano por “no comportarse lo racionalmente revolucionario” que esperaban “los compañeros” que ejercen el poder.

Textos que representan también una importante denuncia. Cada post muestra cómo se mueven los hilos de la marioneta que algunos se antojan en llamar Sistema Judicial Cubano, donde la Dama enferma, sin recursos para defenderse ella misma además, permite entonces que agentes inescrupulosos preparen “casos” en los que la verdad se antoja una quiemera y sólo la enfermiza imaginación policial es el elemento que cuenta; que asimismo ganar resultan imposibles; y peor aún, donde ejercer el oficio de abogado deviene en un acto frustrante, triste. Todo en un país repleto de eufemismos (lo digo por lo de "justicia"), de los más retorcidos, que se volvió paraíso de la doble interpretación, del uso de un camuflaje en la palabra, para evitar nombrar las cosas por su nombre debido a lo peligroso que puede costar la trasparencia y, mucho más, la dignidad.

Por cierto, gracias por el post de Chez Isabella en su blog. A tiempo la convocatoria.

jueves, 11 de agosto de 2011

Gálvez y Cueto-Roig. Entrevista

Juan Cueto-Roig es entrevistado por Joaquín Gálvez.
El cuestionario lo publica Cubaencuentro.
Recomendación de Fernandina de Jagua.
Clic aquí para disfrutar la conversación de dos buenos amigos...



Imagen que tomo de Project Zu
foto de Lapitu

miércoles, 10 de agosto de 2011

La pentalogía en Reseñatour

Rodolfo Martinez Sotomayor,
street down in Miami,
habla de El Olvido y la Calma,
pentalogía de José Abre Felippe que
concluye su edición completa con la novela
El Instante


(para más información visual, sobre día y hora de la presentación,
ver el banner de la izquierda superior del blog)

Fotomanipulación (digital tools 4)


Subterfuga
by Paula Rosa

lunes, 8 de agosto de 2011

Fotomanipulación (digital tools 2)

No me engordes, muchacha...

Fue una noche de Feria Internacional cualquiera en Miami, en un café de la calle Ocho, donde el plato fuerte se resumía en cuatro buenos poetas presentando sus libros. A ver si me acuerdo. Creo recordar que estaban Carlos Pintado, Manuel Sosa, Gerardo Riverón, Heriberto Hernández.

Llegué temprano, cosa improbable en mi, pero que esa noche logré, tal vez porque me quedaba cerca de donde yo vivía. Me senté en una mesa con varios amigos, pre clásicos locales todos de nueva ola, y a mi derecha, en otras mesas, a pesar de la oscuridad descubrí lo mismo a varios famosos de nuestras letras en la diáspora, más bien “europeos”.

El lugar, reconozco que me resultó agradable. Buena vibra y camareras despistadas con hermosas nalgas en su mayoría; chicas con muy poco hábito a recitales como estos y que algunas sudaban todavía el salitre de un viaje en medio de un Estrecho repleto de riesgos. Ninfas luchadoras que cuando menos lo esperabas, se te atravesaban en el medio para cobrarte una botella y tú habrías de ladear la cabeza para escuchar, con pésimo audio, los versos que me cuadran. Claro, saqué mi cámara y comencé a tomar fotos para Fernandina.

Movía mi barato instrumento cazador de imágenes de un lado a otro, cuando te descubrí. Una flaca vestida de rojo, muy sensual la chiquita. No puedo negar que el lente y el obturador hicieron de las mías; me obedecían para que yo me quedase con aquella imagen. Los simpático fue, tú pensaste que yo estaba retratando a otra flaquita, muy famosa por cierto, bonita sin dudas, de buena y prosa y poemas, que estaba justo detrás de tu huesuda pero sensual espalda con otro amigo famoso venido de Paris.

Luego en una galería vecina, en una exhibición de fotos de una americana loca, te me acerqué en lo que los dos buscábamos una copa de vino; preferiblemente una botella. No sé ahora de qué hablamos, pero sí que supe tu nombre y que además escribías. Y yo te presenté a un editor que andaba con los pre clásicos que mencioné al principio, y te pedí también un cuento que después me mandaste por email. Yo, impúdico y deseoso de subir algo bueno al blog -porque lo era- publiqué tu historia.

Tiempo después me olvidaste. Quizás nos olvidamos mutuamente con cortesía: reconozco que tampoco te presté mucha atención. Si acaso un par de correos electrónicos nos mantuvo al tanto el uno del otro. Sí, creo igual que me diste tu número de teléfono y conversamos un par de veces; finalmente lo perdí. Supe por otros que varios tiburones te acechaban; lógico, se trata de una huesuda carne talentosa. Renuncié entonces a un plato que me hizo aguas la boca en su momento, asumiendo con dignidad que me estoy poniendo viejo. Silencio.

Una vez te hice una entrevista y las respuestas aún las estoy esperando. Más tarde te comenté de la presentación de mi libro, el de Los Cocozapatos, y supe que estaba lejos, no sé dónde en medio de esta hermosa Norteamérica, dándome únicamente tus mejores votos.

No me acuerdo a menudo de ti, lo que no quiere decir que te olvido. Pero -que siempre los hay-, como te tengo en mi blogroll, hoy he descubierto un post que me ha motivado a escribir estas cuartillas. Mucho más, porque debido a tu linda fragilidad, no te imagino cortando en pedazos a un hombre peludo, que gritas lo extrañas. Dichoso el oso.

Nada, concluyo entonces que debo tener más cuidado cuando leo un texto que me entusiasma y termino escribiendo bajo la batuta de Baco. Que el vino es bueno, me “antioxida”, pero me convierte en un tipo un tanto desfachatado, capaz de confesarle al público lo que debería callar - que lo mismo no me avergüenzo-, y que a lo mejor alguien después me reprocha o me acusa de vaya a saber usted qué...

domingo, 7 de agosto de 2011

Fisonomía de un cartero y su bolsa en La otra esquina de las palabras...

Cualquier semejanza con la realidad, no es pura coincidencia. La pregunta la hace Joaquín Gálvez, es sobre mensajes y mensajeros…
Clic aquí. Luego allí, puede comentar si conoce alguno...

Por cierto, ¿qué hay de los receptores del mensaje? ¿A qué están expuesto?

La Güera: una mujer a destiempo


Se ha dicho siempre, detrás de todo gran hombre existe una gran mujer. La sentencia, desde luego usada más por las mujeres y con sobrado orgullo, no cabe dudas que es cierta. Innumerables ejemplos guarda la historia universal de las parejas de grandes próceres, o simplemente de hombres de sobrado talento que la humanidad los tiene como patrimonio al que hay que reverenciar, donde ellas a la sombra marcan una pauta, por así decirlo.

Sin embargo, no tiene que ser necesariamente que una mujer esté a la espalda de un hombre “grande” para que ella lo sea igual, y por consecuencia trascender. Hubo muchos hombres que corrieron detrás de mujeres polémicas, valientes, que se defecaron literalmente en las costumbres y las fuertes reglas morales, hipócritas, que establecían un parámetro de conducta rígido en las sociedades de aquel entonces, no muy distantes de la hoy día en algunos sitios. Ejemplos sobran el la historiografía universal. Chicas que no escaparon de la ponzoñosa envidia, y que en ocasiones les costó caro su irreverencia y es ahora, después de muchos años, que se les reconoce.

Tal es el caso de María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco y Osorio Barba Jiménez Bello de Pereyra Hernández de Córdoba Solano Salas Garfias, conocida en México como María Ignacia “La Güera” Rodríguez (20 de noviembre de 1778 - 1 de noviembre de 1850)

La señora, que se dice fue amante -por sólo mencionar a los más renombrados- de Simón Bolívar, Alejandro de Humboldt, y de Agustín de Iturbide, era una criolla de sobrada belleza y capital, que según se puede leer en Wikipedia, figuró con particular protagonismo en la sociedad colonial mexicana. Mujer que además influyó en la Independencia de su país, fue por eso considerada como un personaje emblemático del proceso independentista al mantener una relación amorosa con Agustín de Iturbide e impulsarlo a que llevara a cabo, y completara, la libertad de México.

Continua Wikipedia, que no por esto se conocen muchos aspectos sobre su vida y su papel en los hechos históricos de México. Y así lo mismo con la única pintura que se realizó de ella, de la que el portal, al pie de su foto, asegura que “La Güera” quería que se la hiciesen con sus pechos afuera. Lástima que no se atrevió el artista.

Lo más notable son sus amores con personajes muy conocidos y sus descripciones muy elogiosas en las biografías de escritores como Artemio de Valle Arizpe y Romeo Hernández Mendoza, entre otros, concluye Wikipedia.

Claro, para describir aún más su comportamiento, reproduzco a continuación fragmentos de un despacho de EFE publicado en el portal de Yahoo, que promociona el libro “Más pendejadas célebres”, que acorde con el artículo, se trata de un volumen que recoge momentos ilógicos, ridículos, de la historia mexicana. Sucesos que imagino otros países esconden por un exacerbado pudor nacional, y que deberían salir a la luz para el disfrute nuestro.

Interesente esta hermosa señora.

México, 29 jul (EFE).- María Ignacia "la Güera" Rodríguez, una
aristócrata cortesana del siglo XIX que tuvo amoríos con Bolívar, Humboldt e Iturbide e influyó en la independencia de México, inspiró la escultura de la Virgen de la Purísima, aseguró hoy a Efe el caricaturista Antonio Garci.

"Según las crónicas, la Güera era bellísima y se acostaba con los hombres más poderosos de entonces", dijo el humorista, quien destacó que la escultura refleja la belleza y parte de la voluptuosidad que se le atribuyen a esta mujer.

El escultor español Manuel Tolsá (1757-1825), creador de la popular estatua ecuestre de Carlos IV, conocida en México como "el Caballito", se inspiró en la Güera para esculpir una estatua de la Virgen de la Purísima, que se encuentra en la iglesia La Profesa de la capital mexicana, explicó.

"La Güera Rodríguez fue un símbolo sexual de su época, una "Marylin Monroe en su momento, que tuvo amoríos con Simón Bolívar, con Alejandro Von Humboldt y con Agustín de Iturbide, quien consumó la independencia de México", agregó Garci al comentar su libro "Más pendejadas célebres en la historia de México" (Planeta, 2011).

La Güera fue una mujer de la nobleza novohispana que escandalizó por su liberalidad a la sociedad de su época, cuyos amoríos, reales o ficticios, con numerosos hombres de su época forman parte de las leyendas en torno a ella.

El caricaturista comentó que se trata de un personaje olvidado en la historia mexicana pues apoyó a Hidalgo y promovió a Iturbide para que consumara la independencia del país.

Fue "el único vínculo entre Hidalgo e Iturbide" y, por tanto, "decisiva en el comienzo y la conclusión del proceso independentista", indicó.

Garci recordó que después del estallido de la revuelta de Hidalgo en 1810, la Inquisición investigó a la Güera por su "inclinación al adulterio", no obstante, debido a que conocía muchos secretos sexuales de los personajes más poderosos, sólo es amonestada y exiliada a otra ciudad.

En 1820 un grupo de aristócratas conservadores, encabezados por el obispo Matías de Monteagudo, promovió un movimiento para separar a México de España en protesta contra el régimen regido por la Constitución de Cádiz, y para liderar esta causa se nombró a Agustín de Iturbide, a instancias de la Güera Rodríguez.

sábado, 6 de agosto de 2011

Fotomanipulación (digital tools 1)

Lo irreal y la imagen



Paula Rosa, no sé más. Sin embargo, puedo asegurar que se trata de una artista hacedora de una realidad impensable para muchos, la que tal vez se nutre de sueños que la atormentan, donde cada imagen que factura, además que propone una suerte de fantástico mundo, para nada le falta credibilidad.

Es así de bueno su oficio y la manera que compone. En su peculiar environment, la joven se vale de su fértil imaginación para desfigurar el entorno posible, la fisonomía resuelta, y por consecuencia nos muestra una suerte de híbrido que a la humanidad le ha fascinado siempre.

PR asume impúdicamente, denuncia en su mixtura de cuerpos, de espacios irregulares, que nos rodea un medio hostil. Cada proposición, ¡y cuanto!, también reafirma que le asiste un increíble talento. Sin dudas, es un vicio insaciable por redimensionar el concepto de la imagen, del entorno, que agradece quien disfruta de su obra.

Una galería virtual que descubrí en No hay como lo de uno, bitácora de Pedro Palencia, de la que soy asiduo.

PAULA ROSA
Lisbon, Portugal, 1970.

I graduated from Jean Piaget Institute, in 1998, and from Lusofona University, in 2007, both in Art and Space Design.

From my initial fascination for visual arts, and after exploring a wide variety of traditional media, I became aware of the potentialities of the digital tools in 2000. Since then, and being conscious of the importance of digital technologies and how they have been revolutionizing the arts, I began to experiment several techniques in the digital canvas.

My work tells stories in which the action develops in three times: the past, the present and the future. From the past is recognizable the ancestral terror of death and for the unknown; the present reflects upon a decadent society divided between the material pleasure and the fear for the consequences of a self-induced apocalypse; the future, as any story meant to be continued, it's an almost certain and prominent question mark.

Página Web: http://www.paula-rosa.com/

viernes, 5 de agosto de 2011

La historia sumergida

Calvert Casey:
revolución, homosexualidad y muerte


Pareciera también que Casey avanza hacia el suicidio, que ejecuta el 16 de mayo de 1969 mediante una sobredosis de somníferos en su apartamento de Roma, compulsado por lo antitético de su amor por los hombres y de su amor, un tanto masoquista, por la revolución cubana



Fragmento de un artículo de Armando de Armas
publicado en Martí Noticias

“¿Ustedes ven esa escalera magnífica?”, pregunta Calvert obligándolos a mirar y ver una vez más la sabida escalinata del palacio, toda de mármol, amplia arriba y abriéndose ancha abajo, con pasamanos que se hacen volutas pétreas a su término, como conchas coruscantes, y que le dicen que sí, que claro: que no solamente él, Cabrera Infante, se crió a sólo cien metros del lugar sino que Miriam Gómez ha venido a esa parte de La Habana muchas veces, y Calvert que prácticamente los ha obligado no a recordar o a mirar esa escalera ahora sino a memorizarla para siempre. Y cuenta el autor de La Habana para un infante difunto, 1979, que Calvert dijo: “Bueno, tengo que hacerles una confesión. Es más bien una confidencia”. “Una confidencia a un cura es una confesión”, le contesta el Premio Cervantes”. “Bueno”, les dice el homosexual revolucionario, “Considérense curas. No van a creer lo que les voy a decir, desde luego. Pero es la pura verdad. Por favor, les ruego que no digan nada a nadie, pero a nadie”.

Juraron silencio eterno mientras imaginan la sabrosa anécdota amorosa que ocurrió a Calvert en esa escalera. Tal vez escondido debajo de ella masturbaba a un amorcito de antifaz mientras a su alrededor, más ruidoso que el amor, bullía el carnaval en su baile de máscaras conocidas, habitúes, carnestolendos al decir del Infante.
Pero repara el autor oriundo de Gibara que la escalinata es maciza, imposible a las penetraciones enmascaradas o no y se pregunta. ¿Qué habría ocurrido a Calvert allí? Pero ya Calvert está contando. Silencio presente pero no futuro al olvidar el juramento eterno: un secreto es casi como un amor: sólo cobra sentido al revelarlo.

Pero no es un cuento lo que cuenta Calvert sino lo siguiente: “El anhelo, el ansia, el sueño de mí vida es bajar esa escalera”. “Nada más fácil”, dice el Infante, “cualquier día o noche que abran el portón, en fiesta nacional o asturiana”. “Pero yo quiero bajarla vistiendo una gran bata de crinolina, con encajes sobre mi escote, los hombros al aire, los senos salientes. Las mangas deberán ser cortas para mostrar bien mis brazos torneados. Llevo un collar de perlas al cuello largo, hermoso ahora al realzarlo el collar, y aretes de rubíes como un punto de sangre en el lóbulo. También tal vez una diadema, si no es muy cargante de piedras preciosas, y el pelo rubio bien peinado en rulos románticos que me caigan sobre los hombros desnudos. ¿Ya dije que llevaba los hombros desnudos? Se verán los hombros y la espalda generosa. Iría maquillado a la perfección: cejas arqueadas, ojos violeta, labios rojo granate y toques de colorete, muy leves, un realce nada más ya que mi cutis se verá transparente. Entonces así ataviada bajaré la escalera, escalón a escalón, lentamente, regia como una reina, todas las luces sobre mi descenso”.
¿Qué les parece?”, insistió Calvert en una opinión.

“Bueno, Calvert, perdona”, dijo Cabrera Infante, “pero, considerando” (no quería pronunciar palabras fatales como Revolución, Ministerio del Interior, policía) “me parece poco posible”. Pero, Miriam Gómez, más comprensiva o tal vez más humanitaria le dijo: “Calvert, ¿quién sabe? Tal vez un día”. Calvert los miró a los dos pero no parecía ni decepcionado ni desalentado. “Es un sueño, claro”, concluyó.


Para leer el artículo íntegro, clic aquí

foto de CC tomada de Martí Noticias

Brazilian Rock



Andrea Riccio, 22 años, brasileira.
Su web aquí: http://www.andreariccio.net



"El faster" (la odisea del viaje)

Lo sé, porque lo viví de cerca. Muchos profesores universitarios, investigadores, historiadores, intelectuales en general a los que conocía; trabajadores del llamado polo científico en la provincia; médicos, se desgañitaban todos por conseguir un viaje al extranjero.

Una beca en cualquier universidad alrededor del mundo, preferiblemente en Estados Unidos; una oportunidad en España, Brasil, México. Una misión, ya fuera en África o America Latina -sin importar cuan intricado estuviese el susodicho consultorio-, venia a representar la “consagración de una largamente esperada primavera”.

¿El idioma? No importaba si sabías o no. Cursos de preparación relámpago se conseguían, se mandaban incluso a buscar a Miami. Hasta el sincretismo jugaba un papel importante, y lo más increíble, tratándose de "personas muy cultas" y supuestamente ateas. Lucha que terminaba en uno que otro “trabajo” que habría de depositarse luego al borde de una linea de tren, o al amparo de una ceiba, para “congelar” a esa lengua peligrosa, dispuesta a joderte; o lo mismo, con tal de inmovilizar a un potencial competidor, derrotar a un enemigo declarado, o tal vez a aquel que aún no se conocía su posición, pero que igual no era confiable.

El polvo, la gallina prieta, la oración, la traición y cuanto ayudase al buen desenvolvimiento para materializar el ansiado viaje, muchas veces para no volver, era la primera regla a obedecerse con tal ganar el premio. Vale todo, y no precisamente lo bueno.

Leyendo en Neo Club un artículo de Guillermo Fariñas sobre el triste asunto, me he recordado de muchos que finalmente realizaron su sueño y ahora los sé en Europa, Canadá, o aquí mismo en los Estados Unidos. De otros, que todavía esperan tan siquiera la invitación de un amigo, y se consumen literalmente en medio de la más absoluta desesperanza.

El cuento de la pulga por “Captain America”

Héroes, diversos todos, desde que el mundo pretende cierta madurez y una rara obligación por exaltar los méritos de unos pocos, los une el empeño de luchar contra el mal. Por supuesto, lo malévolo se define según para quién trabaja el héroe. De ahí, que los hay por otras geografías no muy distantes, quienes reconocen a esos valientes como lo contrario: antihéroes, incluso imperialistas.

Ellos, porque son buenos, sus compromisos, en ocasiones hasta patrióticos, y porque no, globales -de su resultado como héroes a veces depende la integridad del mundo-, se rigen lógicamente por la sociedad donde practican el difícil y controvertido oficio de ser guapos a como de lugar. Y claro, no hay justificación que les impida terminar defendiendo siempre a los más desamparados, aún cuando importe un pito la suerte de miles; la mayoría de nosotros, como habrá percibido un lector inteligente.

También existe en el tinglado aquél que duda y por su cabeza le ha pasado la idea de renunciar. Son esos héroes que habitan revueltos en medio de sus crisis, porque, reitero, no están convencidos de si es moralmente correcto o no lo que hacen. En su momento, han de quebrar una que otra ley para salvarnos.

Me olvidaba de la chica hermosa, la que provoca sufrimientos al héroe, la que no lo comprende y lo quiere solo para ella. Lo que demuestra asimismo que el oficio no es muy gratificante que digamos. Que no son muy felices.

Por cierto, recomiendo a Captain America. Nada que ver con cowboys y aliens.

¡Ah! Esta vez, los ojos bonitos y el bello cuerpo de la “muchacha” ( Hayley Attwell, más dotadita de curvas y volumen, más arropada, de uniforme casi toda la película, lo que no la favorece), su mirada es brown y su piel canela, y su actuación no es de las peores; se salva… Hermosa igual la inglesa.

jueves, 4 de agosto de 2011

Los versos que me cuadran en la diáspora (XLVIII)

Carlos Victoria
Poema III


Texto que tomo del blog de David Lago (El Penthouse de Heriberto) perteneciente a Seis poemas para mi madre loca en Camagüey


Qué isla desierta la locura,

la paz de manos grises,

la añoranza!

La tarde en que mi madre

tuvo el único hijo,

todas las calles se le volvieron muerte.

Cabezas de tiniebla

y animales sin labios

merodeaban la cuna de sus noches.

Y sus pechos estaban helados.

las salamandras llenaban

las paredes,

aunque nunca mostraban los ojos.

Y mi madre, que soñaba

con un dios en la puerta,

sentía a los muertos acercarse.

De rezos y de amor

me abrigaba en su blusa.

Y los muertos entraban

sólo a tocar

su sombra,

junto a la mecedora gris

donde ella cada noche me

arrullaba. Y había voces y llaves más reales.

Los dos éramos eco de otra eternidad.



Para leer el post El amigo de Kafka (Carlos Victoria, "Seis poemas para mi madre loca en Camagüey), y que sirve de presentación a los textos de C. V., clic aquí

Virginia Tech versus Escuelas al Campo


Yahoo noticias reporta que la universidad Virginia Tech estaba bajo máxima alerta este Jueves al denunciar unos niños que vieron a un hombre supuestamente armado. El sujeto impresionaba traer una pistola envuelta por un trapo, así lo describe la nota de prensa. Y claro, todo el mundo bien nervioso. Hace apenas cinco años de que el estudiante coreano Seung-Hui Cho mató a más de treinta personas y luego se suicidó.

Por supuesto, los comentarios de los lectores del portal, la mayoría han sido de carácter solidario con el recinto estudiantil, lamentando que algo como esto suceda; y peor, que se repita la historia del 2007. Los firmantes, de diversas nacionalidades (en este foro no existen anónimos) también se comportan un tanto pesimistas y muchos concuerdan que el mundo está de patas arriba, lo mismo aquí, en Estados Unidos, que en sus respectivos países.

Sin embargo, una joven, que para más señas responde al nombre de Maidelín, y que al parecer es cubana, se pregunta “por qué en su país no pasan estas cosas; ha de ser -concluye la inocente muchacha- porque todos nos llevamos bien…”

Claro, las respuestas de los otros comentaristas no se han hecho esperar y el tono de lo que antes era un espacio de condolencia y preocupación se ha convertido en un hervidero y varios le han respondido a la criollita de manera fuerte, pero sobre todo con la verdad.

Un comentario, tomado de la página, ilustra por qué en Cuba cosas como estas aparentemente no suceden

Aludi: No jodas. En cuba lo que pasa es que hay censura informativa. Ve a los pre-universitarios en el campo para que veas machetazos y puñaladas diarias.

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En Demetrios, próximamente

¿El hombre que aún ama a los perros?

Cuando terminé de leer en Cuba hace ya más de siete años “La novela de mi vida”, de Leonardo Padura, no tuve la menor idea de que estaba disfrutando de la prosa de un verdadero maestro. Un arquitecto genuino y valiente, conocedor del difícil arte de inventar historias a partir de una realidad muchas veces desfigurada. Incluso, en Cienfuegos, conversando con él en los Jardines de la UNEAC, le dije que esa era la “novela de su vida”, a lo que me contestó sonriendo, repleto de orgullo. Ahora el escritor de Mantilla nos trae “El hombre que amaba a los perros”, que ya se lee en Miami, y que aseguran los que conocen la obra, que es de lo mejor que Leonardo ha publicado hasta este momento.

Sin embargo, me atrevo a discrepar con los que han leído, ya sea la segunda novela (la más reciente), como la primera que menciono al inicio del post. Donde se luce de verdad el compañero Padura; donde deja ver su valía extrema como inventor de las más increíbles historias, transformando esta vez la realidad a su antojo para mejoramiento de un truculento relato que muchos se proponen en diseminar por el mundo, y asimismo con la intención de que muerdan "la guayaba" los más inocentes, está en lo que ha declarado sobre la gestión de Raúl Castro como gobernante de la Isla, de lo que representa en cuanto a libertades y oportunidad su mandato, si se compara con lo hecho por el hermano mayor en estos cincuenta años…, y que reproduce Diario de Cuba

¡Qué decir! Con lo expuesto por tan capaz novelista criollo, me imagino que trabaja en otra entrega muy superior a las anteriores. Algo así como el rescate de Harry Potter por manos de Mario Conde, en medio de las “condiciones del Periodo Especial inglés…”

No, si yo te digo… El mulato además es un jodedor del carajo.

Entrevista a José Abreu Felippe


Llevaba dándole vueltas al asunto hacia tiempo. Incluso, lo había conversado con Luis un par de veces, quien me animó siempre para que lo hiciera.

“Me acuerdo cuando te conocí en casa de Armando de Armas”, le diría a José Abreu Felippe, con ganas de mortificarlo un poco por la ironía de un paralelo que, de no haber acontecido, a lo mejor esta entrevista habría sido en otro sitio. Agregando que por suerte no sabemos de ninguna María Antonia y mucho menos nos asiste gana alguna de montarnos en ningún yate. Y la invitación que pueda surgir, sea la de tomarnos unas cuantas botellas de vino y continuar conversando, muy lejos de la beligerancia revolucionaria.

Nada, sin tanta formalidad y verbo, finalmente confieso que he importunado un poco, con unas cuantas de las innumerables preguntas que todavía le guardo, a alguien que considero uno de los más importantes escritores cubanos que habitan este exilio diverso. Respuestas que le agradezco enormemente al amigo; al Magíster Ludi Joseph Abreu, como le digo a veces en broma, en lo que espero que me hable de Hermann Hesse, o me mande lejos…


José Abreu Felippe,
la libertad de un camino

Denis Fortun. ¿Quién es José Abreu Felippe?

José Abreu Felippe. Nunca me he hecho esa pregunta. Pero supongo que es un tipo buena gente. Hace más de seis décadas que lo conozco y no hemos tenido ni un Sí ni un No.

DF. Tus novelas, poemas, tu dramaturgia, tu obra en general, ¿una enorme catarsis que no cesa?

JAF. No lo creo. Una catarsis, en el sentido griego, es una purificación de las pasiones por la contemplación del arte. En medicina se refiere a la eliminación de sustancias tóxicas para el organismo (¿tabaco, alcohol?) y en los medios culteranos se habla de la eliminación de recuerdos o ideas perturbadoras. Me temo que mi escritura no cae en ninguna de las tres categorías. Más bien he intentado retener los recuerdos, fijarlos, con la ilusoria obsesión de que perduren.

DF. ¿Por qué un libro de relatos como “Yo no soy vegetariano” (al que prefiero llamar “El Arrascapié”) no ha sido presentado aún? ¿A caso demasiado fuerte, al punto que temes asustar al lector puritano? De paso, cuéntame por qué le cambiaste el título y si hoy no te arrepientes de haberlo hecho.

JAF. No, en lo absoluto. Tengo otros libros que no he presentado nunca. Tres piezas, es un ejemplo reciente, para no ir más lejos. Yo no soy vegetariano es un divertimento que parte de la novela que acabo de publicar y que se presentará en unos días. Por eso se lee en la contratapa de Yo nos soy vegetariano: “Nueve personajes de una novela inédita poseen algo en común: todos tuvieron en su juventud un encuentro sexual con un ser extraño, que los marcó para siempre”. En la novela salen esos personajes y participan, con El Arrascapié, en una simpática ceremonia de iniciación en el medio del mar. En la novela se menciona el nombre original del libro, Hechos del Arrascapié, e incluso aparece un cuento que no está recogido en Yo no soy vegetariano. Cada personaje y cada cuento son metáforas temáticas: la religión, la guerra, etc. Yo me divertí mucho escribiéndolo. Obviamente prefiero Yo no soy vegetariano como título, es más cínico.

DF. La literatura homoerótica, gay ¿continúa siendo una suerte de Cenicienta en las letras por tantos mojigatos, seudomoralistas u homofóbicos que todavía nos rodean hoy, o piensas que se trata de buen momento y, como aseguran algunos, ahora es el tiempo rosado de las letras?

JAF. No creo que exista nada llamado “literatura gay”. De la misma forma que no creo que exista una “literatura feminista”. La literatura es buena o mala. Cualquier intento de encasillamiento va en contra de la obra misma. ¿A alguien hoy en día se le ocurriría pensar que la Ilíada es literatura gay porque trata de la cólera de Aquiles ante la muerte de Patroclo?

DF. El teatro en Miami, ¿goza de buena salud o se trata de un empeño que desgasta enormemente y apenas si da frutos? ¿Faltan dramaturgos?

JAF. Yo pienso que sí, que goza de buena salud, a pesar del desdén de políticos y poderosos. Surgen nuevas salas, nuevos grupos y se presentan obras de calidad constantemente. Ahí están los infatigables Sandra y Ernesto y su Teatro en Miami Studio que ya se están preparando para el segundo festival de teatro local, TEMFest2011; Juan Roca y Havanafama; Yoshvani Medina y ArtSpoken; Yvonne López Arenal y Akuara Teatro; más Avante, Prometeo, Abanico, Teatro 8, Trail, entre otros que harían muy larga la lista.

DF. Dime, ¿de todos los géneros en que te desenvuelves en la literatura (prácticamente todos), cuál prefieres, cuál te resulta más cómodo al instante de crear?

JAF. No tengo preferencias. Casi siempre cuando viene una idea lo hace acompañada de su forma. Uno se da cuenta si es un cuento, una obra de teatro, etc.

DF. Eres un escritor exigente, un crítico mordaz, por lo que incluso hay quienes temen escucharte. Con esa franqueza que te distingue y que yo disfruto, dame tu opinión de la literatura cubana en el exilio, cómo la vez dentro de unos años, y para ti cuáles son las voces (o letras) que podrían dignificarla.

JAF. La literatura cubana actual está en el exilio. La razón es muy sencilla: para escribir (y esto es válido para cualquier manifestación artística) se necesita libertad. Libertad para escribir lo que se desee, cómo se desee y cuándo se desee. Aquí tenemos la obra poética de Eddy Campa, de Esteban Luis Cárdenas, de Jorge Oliva, que perdurará. Esteban también escribió un cuento extraordinario, Un café exquisito. Hay excelentes prosistas como Manuel C. Díaz y Armando de Armas; Daína Chaviano y Zoé Valdés. Esto por nombrar sólo cuatro, la lista sería francamente interminable. Sin olvidar que aquí murieron Lydia Cabrera, Carlos Montenegro, Lino Novás Calvo, Enrique Labrador Ruiz, Agustín Acosta, Reinaldo Arenas, Roberto Valero, René Ariza y un largo etc.

DF. ¿Consideras que existe un enfrentamiento real entre escritores de las dos orillas, o crees que la complicidad por las letras, el ser parte de un gremio y de una nacionalidad, favorece a un entendimiento menos traumático? ¿Perdonarías a aquellos que en su momento fueron apologistas de una dictadura? ¿Vale la pena la indulgencia con alguien que fue capaz de cantarle a un sistema como ese?

JAF. No creo que exista ningún enfrentamiento. Más bien una guerra de omisiones. Constantemente están llegando artistas de la isla de todos los géneros y se presentan y el que lo desea va a verlos. De aquí hacia allá sólo van los que tienen el visto bueno de la dictadura. Si no los quieren allá, no los dejan entrar y punto. Yo no soy nadie para perdonar o condenar. Les doy el mismo tratamiento que ellos me dan a mí: nos ignoramos mutua y cordialmente.

DF. Habanera fue, la escribiste junto a tus hermanos Nicolás y Juan como un homenaje a la madre que se va definitivamente. Coméntame un poco de la experiencia y dime si te atreverías a repetirla.

JAF. Fue un proyecto difícil, doloroso, pero a la vez gratificante. Creo que valió la pena. No sé si repetiría esa experiencia. Creo que no.

DF. Hablar contigo de literatura, de Cuba, finalmente me remite a Reinaldo Arenas; algo que no puedo evitar, ni quiero. De los tres Abreu (Las Bronte como dicen que él gustaba de llamarlos en broma), ¿con quién se identificaba más Reinaldo, se sentía más cómplice?

JAF. No lo sé y lamentablemente, ya no se lo puedes preguntar a él. Yo era amigo suyo de muchos años y se lo presenté a mis hermanos.
Nosotros nos reuníamos en mi casa o en el Parque Lenin, a leer, a conversar, todos juntos. Y cada cual se relacionaba a su manera. Nicolás, por ejemplo, lo ayudó mucho cuando se mudó para el hotel Monserrate. Entre otras cosas le fabricó una buhardilla con falso techo y todo. También fue la única persona que tuvo el valor de presentarse como testigo de la defensa en el juicio a Arenas. Te imaginarás las consecuencias. A Juan y Reinaldo les gustaba salir de excursión o a pescar. Yo a veces lo recogía, cuando vivía cerca del Patricio y nos íbamos a caminar. Después nos sentábamos debajo de los pinos a leer. Ya en libertad, fue a la primera persona que me encontré en Madrid. Él llegó dos o tres días después que yo, en su primera visita a Europa, y descubrimos Madrid juntos. También fuimos a lugares cercanos, Segovia, Toledo, El Escorial...

DF. Háblame de El Instante, novela que presentará Editorial Silueta el próximo 18 de agosto; de la pentalogía en general.

JAF. El olvido y la calma, que es el título de la pentalogía, es un proyecto en el cual llevo trabajando más de treinta años. Surgió, siendo yo un adolescente, leyendo el Juan Cristóbal de Rolland. Desde ese momento me entusiasmó la idea de escribir –o describir– la vida de un personaje –un escritor– desde su nacimiento hasta su muerte. Después la vida, mi propia vida, se encargó de ordenarme el horror, mi propio horror, y dulcificar o envenenar el aire a respirar. De delinear etapas y poner las cosas en su sitio.
Pero la idea de este ciclo de novelas sobrevivió. Cada una de ellas debía ser un coto cerrado, independiente de los demás, autosuficiente. Y todas debían de parecer también diferentes entre sí, en su forma y contenido, aunque repitiera al personaje –claro, en una etapa diferente de su vida y por lo tanto otra persona, pero cargando los mismos lastres, los mismos, símbolos, los mismos círculos–, y el mismo mundo. La primera Barrio Azul, se ocupa de la infancia y termina en 1958. La segunda, Sabanalamar, se centra en varios meses –de mayo a diciembre– de 1961 cuando Octavio, que es el personaje principal, tiene 14 años y participa en la Campaña de Alfabetización que se realizó ese año en Cuba. Es, entre otras cosas, el conocido encuentro de dos mundos, la ciudad y el campo, y el descubrimiento por parte del adolescente de sí mismo y de los círculos –y los símbolos– por donde deambularía su existencia. La tercera, Siempre la lluvia, va de 1965 a 1968, durante el Servicio Militar Obligatorio de Octavio y está, como las películas rusas de la época, dividida en Jornadas. Una jornada por cada año marcada por un espanto. El horror y la muerte señorean sobre cada una de ellas. La cuarta es El instante, que presentaremos el 18 de este mes, y transcurre entre 1971 y 1980. Octavio se enamora por primera vez en su vida y trata de nadar contra la corriente en medio de lo que ahora se ha dado en llamar el quinquenio gris (y después dicen que es imposible comprimir el tiempo). La novela termina con el asalto de10,832 personas a la embajada de Perú en La Habana y su consecuencia, el éxodo del Mariel, donde la familia y su vida se rompen y se dispersan. Es una novela de amor que no tiene un final feliz.

Dile adiós a la Virgen es la novela que cierra el ciclo. Es el fin. Son los despojos de Octavio González Paula, Tavi, para sus íntimos, recogidos por su amigo Hugo que se niega a aceptar que su “maestro” fue un perdedor y se empeña en concluir la obra de su vida, de darle un sentido a su razón de ser. Así “veinte años después” –un homenaje a Dumas, que alegró mi juventud–, en diciembre de 2003 –lo que hace que la novela, cuando se escribió, fuera “futurista”–, él también al borde del fin, tal vez como prueba de amor, se sienta a ordenar –a recomponer– la novela que recoge los casi cinco meses últimos de la vida de Octavio en Cuba. De agosto a diciembre de 1983. Mes por mes. Para ello utiliza el material que le dejó Octavio y su propia –y no muy sofisticada– inventiva remarcada, por ejemplo, en el uso excesivo de paréntesis, algunas palabras muletilla, “errores” y la intromisión de su mundo personal, de su tragedia íntima, en la del amigo. La última parte se ocupa de la estancia del personaje en Madrid y de su exilio definitivo en Miami, donde muere.

DF. ¿Cómo te imaginas a José Abreu Felippe de haberse quedado en Cuba?

JAF. Ahorcado.

DF. ¿El Mariel, lo mejor que pudo pasar?

JAF. El Mariel fue un horror más en la larga cadena de horrores y monstruosidades que ha padecido la nación cubana, gracias a la llamada revolución. El horror es el legado personal de Fidel Castro y sus cómplices.

DF. Cuba: ¿una cicatriz curtida por el tiempo o definitivamente una herida que no cierra? De poder, ¿volverías…?

JAF. Más bien una herida que no se cierra. Y la tristeza de ver cómo un energúmeno enloquecido y subnormal puso todo su empeño en destruir un país y lo consiguió. No se puede mencionar un solo logro en más de medio siglo. Bueno, tal vez el de sobrevivir a toda costa, mintiendo, engañando, mientras asolaba un país y humillaba a sus habitantes. Ahora, ¿volver? Te dejo con este poema de Cernuda:

¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.

Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.

Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.




Miami, exilio, 3 de agosto de 2011.

Publicado originalmente en Neo Club
Foto de JAF que tomo de Neo Club
Título de la entrevista por Armando Añel

Bentley Azure peligroso...


No son Miami, Nueva York o Sao Paulo, las únicas ciudades donde manejar es un verdadero dolor de… muelas. Al parecer en Monte Carlo, allí también es un poco complicado el ejercicio driver. Pero no sólo difícil, sino que los accidentes en ese finísimo y exclusivo "municipio o barriada" de la geografía europea, pueden ser catalogados de los más caros del mundo.

Quien no lo crea, remítase primero a que estamos hablando de uno de los pedazos terrenales donde más corre el dinero, en el Principado de Mónaco, con sujetos de los más ricos del mundo; los que además, como buenos y felices ricos, ruedan los autos más costosos del planeta.

Sin embargo, si aún alguien recela de lo que digo, lo ilustro con una información que reproduce el portal Yahoo Autos, según reporte de Marco R. della Cava:

La historia comienza con la propietaria de un Bentley Azure valorado en $363,000. Dispuesta a lucir su caché por la capital monegasca, sacó su joya a pasear junto a un par de jóvenes rubias y, en una maniobra desafortunada junto al casino, rozó su vehículo contra un Mercedes Benz Clase S valorado en otros $91,000. La cosa no se quedó ahí y, como el subidón de adrenalina no fue suficiente, la mujer siguió su camino, como si nada fuera con ella, y estampó su vehículo contra un Ferrari F430 negro valorado en $262,000. Por si no bastara, esta última colisión provocó un choque múltiple con un Porsche 911 de $149,000 y un Aston Martin Rapide de $262,000. Casi nada. El accidente desencadenó un colapso total del tráfico ante la mirada sorprendida de unos turistas que no creían lo que veían, a pesar de estar acostumbrados a ver cada año desde sus yates los leñazos de Alonso, Hamilton, Schumacher y compañía.
Y finaliza la nota:

Para más inri, las tres jóvenes rubias se quedaron atrapadas en el coche en medio de la muchedumbre, ya que sus puertas besaron la parte delantera de sus compañeros siniestrados. Fue, al menos, un beso glamoroso. El accidente tuvo, no obstante, un final feliz. A pesar de que el valor conjunto de estas fieras de la carretera supera el millón de dólares, a la protagonista "solo" le costará $76,000 reparar todos los daños. Vamos, una calderilla. Por su bien, más le vale tener contratada a una buena aseguradora.

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Imágenes de la colisión
fotos de Yahoo.