jueves, 5 de julio de 2012

La envidia de una sirena

Lo mismo que aquellos, esos que aseguran fuimos visitados por extraterrestres, que nuestra civilización es definitivamente deudora de otras muy lejanas, también se cuenta entre nosotros un numeroso grupo de personas que consideran como un hecho indiscutible la existencia de criaturas mitad mujer, mitad pez. Lo curioso, no se menciona la de una "mitad hombre y mitad pez", luego entonces, el asunto de la reproducción se convierte en un misterio.

En fin, aunque parezca sorprendente, en el imaginario popular norteamericano, después de un documental exhibido por el Discovery Channel, el mito de las sirenas cobra fuerza. Se desata la polémica después que se mostrara "una imagen tremendamente convincente de la existencia de lo que parecen una criatura mitológica, con la supuesta explicación, además, de por qué han permanecido ocultas hasta ahora".

Como bien aclara un artículo en Martí Noticias, reproduciendo lo dicho por la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos, no hay convicción de que se hayan encontrado alguna vez humanoides acuáticos. Pero, continuando con lo que publica la Web, desde Homero, y en latitudes bien distantes de la Grecia donde vivió el griego pródigo, se viene hablando, al igual que las estrellas y los que supuestamente vinieron de allí, sobre la posibilidad real de estos fascinantes seres, lo que convierte al tema en un “asunto escamado”.

Claro, hasta ahora, nada. Y de haber alguna evidencia, para los más opinados y persuadidos acontece como la historia del secreto mejor guardado en el mundo, en la mítica base militar norteamericana, conocida como Área 51 -todo un misterio que controla el gobierno-. Sitio donde se supone están almacenadas las evidencias sobre una visita alienígena, incluyendo cuerpos de naturaleza sideral.

Sin embargo, sin declararme en contra de los “sirenistas” y “los espaciales”, les sugiero que se remitan a la foto. Y es que en la tierra también podemos tropezarnos con especies extraordinarias. Sin dudas, esta representa la envidia de una sirena…