domingo, 9 de septiembre de 2012

Upside down finger


Sería interesante saber para qué asuntos querría Denis un "unlike"

Esta es la pregunta que se hace mi buena amiga Anna Sotelo en FB, luego de que yo publicase en mi muro lo siguiente:

“Pensando en términos democráticos, en un espacio como este debería haber un dedo que apuntara hacia "abajo". A veces uno lee cosas con las que no está de acuerdo, aún cuando se trata de amigos -como es el caso-, y luego no tiene ganas de polemizar, entre otras razones, porque no vas a convencer al que defiende con tanta pasión una idea, una doctrina, que ha demostrado su incapacidad. Sin embargo, en estos tiempos de campaña presidencial, y haciéndole honores al circo romano que prevalece -sobre todo del lado demócrata-, igual habría de existir un logo donde uno demuestre su inconformidad sin mencionar palabra alguna. Basta con poner el pulgar apuntando al espacio contrario para dejar patente esa inconformidad”.

El texto anterior lo "subí" el jueves pasado, después que leyese una suerte de apología sobre Barack Obama. Todavía hay personas considerando que la mala gestión del presidente se debe a los republicanos en el Senado y el Congreso. Tal postura, además de que pretende simplificar las cosas, me resulta demasiado frágil. Esta probada la pésima gestión de la actual administración -y lo aseguro amén de mis preferencias partidistas-, porque ejemplos sobran a diario. Quien lo dude, vaya a una gasolinera y luego a Publix…

Por supuesto, como se trata de un argumento neurálgico, se imponen la contradicciones. La política, como la religión, es un tema que provoca avivados enfrentamientos, y no sólo a nivel de criterios, y sin importar el hecho que se trate de amigos. Sin embargo, como subrayo en el post de referencia en FB, en ocasiones no es prudente la querella; o simplemente no contamos con tiempo para extendernos en la réplica.

Pero el asunto, al menos en Facebook, no se resume nada más a la política: la literatura, el teatro, la fotografía, el arte en general, pueden representar tropieces. Y tu estado de ánimo; tus preferencias en cuanto a zapatos o artistas, valen lo mismo.

Y el amigo, apasionado como está, no va entender. Y si lo hace, lleva tiempo el acto del convencimiento. Según los americanos Time is Money. Luego entonces, respondiendo la pregunta de Anna, el dedo al inversa, tal y como practicaban los antiguos en Roma, puede ahorrarnos ese time y ubica en claro nuestra posición.

Con marcar un upside down finger –entiéndase el pulgar-, dimitimos a un enfrentamiento que puede no sea prudente, y queda despejado asimismo para nuestro amigo que no concordamos. Que mejor trance, el de situar al tanto a la persona que se le aprecia -o con la que al menos contamos con innumerables puntos de acercamientos-, nuestras diferencias sobre un video de Silvio Rodríguez; otro de Paulito FG; la foto de un dictador; o lo dicho por Obama en un discurso donde el teleprompter sobra .

Diferencias que igual no han de traducirse como puntos irreconciliables. Y sí finalmente lo son, en todo caso patentan nuestra diversidad de razonamiento, el que ha de respetarse. Esto, leyéndose de manera favorable, manifiesta nuestra tolerancia para con el prójimo, y la del amigo con nosotros. Una receta que precisamos para la convivencia actual y que mejorará sin duda alguna la relaciones virtuales, y físicas…