miércoles, 30 de enero de 2013

Natalie Portman y Veronica Echegui: casi que dos goticas...

En un post que escribiese en abril del 2011 sobre los rostros femeninos más representativos del cine cubano luego de 1959, hago un pequeño comentario en cuanto al semblante de Winona Ryder y lo que me recuerda a Eslinda Núñez, en su época dorada, específicamente en la película Memorias del Subdesarrollo. Hoy, nada que ver con el ICAIC y sus divas…

Confieso que, aun cuando me he tropezado con innumerables fotos de la española en la Red --y una que otra opinión sobre su trabajo--, no había reparado en el parecido que tiene con su colega israelí hasta esta noche, en que he visto The cold light of day.

Hablo de Verónica Echegui, sensual actriz que interpreta a una suerte de hija bastarda de Bruce Willis en un thriller de espías malos y buenos que no se cansan de dispararse en medio de Madrid; y de Natalie Portman, belleza y talento que no precisa de información adicional.

Si bien no me atrevo a asegurar que son “dos gotitas de agua”, si sostengo que se trata de dos caras hermosas que en ocasiones guardan mucha semejanza en lo que a rasgos y óvalo facial se refiere. Quien lo dude, remítase a las fotos y los links...




Veronica Echegui
Natalie Portman

sábado, 26 de enero de 2013

Los cuerpos del deseo en ArtSpoken...

La compañía teatral ArtSpoken Performing Arts Center invita el domingo 3 de febrero, a la 1:30 p.m., en el marco de su ya habitual “Desalmuerzo literario”, a una nueva presentación de la antología del cuento erótico Los cuerpos del deseo, que reúne relatos de treinta autores hispanoamericanos, varios de ellos residentes en el sur de la Florida.

Será en la 1167 SW 6th Street de Miami, y la presentación estará a cargo del escritor Denis Fortún, miembro del jurado del concurso homónimo que dio origen al libro, y del editor Modesto Arocha (Alexandria Library). Los interesados pueden llamar al 305-528-3514 para más información.

Del libro ha dicho el crítico y ensayista Ángel Velázquez Callejas: “Los cuerpos del deseo es un libro de relatos, quizá el primero, que saborea lo erótico desde una perspectiva humana, sicológica y vivencial. Hacía falta que lo erótico entrara no como una simple colección de cuentos, sino como un impulso poético para escudriñar en la naturaleza del ser”.

Para comprar el libro en Amazon: clic aquí... 


Nota de promoción cortesía de Neo Club Press.

miércoles, 23 de enero de 2013

Nostalgias y estafas...


Creo que no hay ser humano más propenso a la nostalgia por su país que el nacido en Cuba. Es como si el estar lejos representara un pesado fardo, una laceración de la que aparentemente no se conoce el remedio capaz de aligerar todo el peso que figura la distancia y los años. Una angustia sustentada por el sobrado orgullo de la belleza de una Isla.

Y quizás sea eso, que la condición de isleño es una variable a tener en cuenta. Es como si, al saberse ubicado en un espacio con bordes ajenos a otros, el amor por esa heredad rodeada de mar termina exacerbándose.

Los cubanos en el extranjero padecen en su mayoría de una delirante añoranza por la majestuosidad de El Morro, si el sujeto es de La Habana; o por la puesta del sol en la bahía de Cienfuegos, si nació o vivió allí por un tiempo suficientemente largo como para adherirse a la hermosa cuadratura de una ciudad que jamás ha visto un ocaso reposando en el agua; hablo de dos patrones de melancolía que conozco de primera mano.

Y digo, nada contra aquél que “disfruta el abatimiento" por la tierra que se deja atrás, incluso sin renunciar a un regreso que concluye posponiéndose; ese estado se me antoja como una maleta más que te traes cuando sales, aún si cargas únicamente con un galón de agua y estás al amparo de una balsa insegura, a la deriva. Suerte para esos que supieron curarse de la morriña...

Sin embargo, no acabo de entender a los que mezclan la evocación que produce el desarraigo con acontecimientos que nada merecen glorificarse; sucesos que al recordarlos te dejan un sabor amargo por la certeza de cuánto tiempo te robaron, cuan enorme ha sido y es la estafa en que creciste.

Yerma y la censura

Yerma, la mujer frustrada que termina matando a su marido, se ha vuelto noticia en España. Y no es precisamente por la historia de Federico García Lorca que se ubica en los titulares. Se desata una suerte de polémica debido al cartel de promoción que usa la compañía teatral que presenta la obra en su temporada del 2013.

Nada, que en pleno siglo XXI el acto de mostrar un pubis no muy poblado, aun cuando se trate de un dibujo con más alegoría que señas, todavía crea ronchas; al menos entre un grupo de españoles…

¿Escandaliza más un desnudo que la violencia física, el racismo o la discriminación sexual? Esta es la pregunta que se hace Emilio Ruiz Mateo en un artículo que publicase en Estandarte, revista de arte y literatura, avergonzándose con toda razón de la censura.

Clic aquí para ampliarlo


foto del cartel que tomo de Estandarte
 

jueves, 17 de enero de 2013

Cubanos, ¡qué cosa...!

Al menos en teoría, ya los cubanos pueden “ejercer una actividad” que les fue negada por más de medio siglo por aquello de la seguridad nacional revolucionaria: la de turista. Una legítima y añeja esperanza que a mi modo de ver aún no se muestra resuelta. Los vericuetos legales que presenta el estrenado estatuto oficial, son suficientemente claros para quien sabe leer entre líneas: viaja el que me da la gana.

Una antigua regla que no cambia por mucho maquillaje renovador. Un acto, constituido para vender la idea de que corren aires de libertad individual nunca antes vistos después de 54 años de “férrea disciplina”.

Nada, que se presume luego de conseguir un pasaporte visado, no existen trabas para que alcances a tomar un avión e irte a cualquier parte del mundo, donde serás bienvenido. Pero, esa es otra historia…

Varios medios de prensa se hacen eco de la postura, o legislación lo mismo, del gobierno de Ecuador. El portal de Martí Noticias, por sólo citar uno, publicó hará un par de días las declaraciones de la cancillería ecuatoriana asegurando lo siguiente: “a partir del 21 de enero los cubanos deben tener una carta de invitación legalizada y han de comprometerse a cumplir con requisitos orientados a contribuir a la vigencia de un flujo migratorio ordenado entre ambos países e impedir el tráfico de personas".

Agrega el post que en dicho solemne pliego se especifica además que la persona que invite a un cubano "ha de tener una declaración juramentada ante un notario en la cual un ciudadano ecuatoriano o un extranjero con visa de inmigrante se compromete a cubrir todos los gastos de alojamiento, alimentación y eventual atención médica durante la estadía del invitado".

Exigiendo asimismo, “el que invite a un cubano debe probar solvencia económica a través de la presentación de la última declaración del Impuesto a la Renta y solamente se podrá invitar a un ciudadano cubano en un periodo de doce (12) meses".

Concluye la carta: “si se detecta que en la invitación se ha mentido se sancionará al que la presentó”. Por cierto, la a estancia permitida a un cubano en Ecuador es de 90 días. Para ellos, tres meses bastan. No hay que exagerar…

Curioso, Ecuador es de los países en esta parte del globo que más protesta en foros internacionales sobre el mal trato que reciben sus ciudadanos lejos de su tierra madre, lo que hallo loable. Y no sólo el gobierno, una enorme cantidad de ecuatorianos dispersos por el mundo reclaman de manera enérgica y monolítica sus derechos a una mejor vida, a una integración social digna, en latitudes ajenas a su nacionalidad ¡Bravo!

Pero he aquí un detalle de “diferenciación”, por llamarlo de alguna manera. Los ecuatorianos “escapan” de Ecuador en su mayoría por razones económicas. Y aunque el escenario político actual del país haya cambiado con ese giro a la izquierda, lo que encarna un “cambiazo” de gesto desfavorable en lo que a libertades y prosperidad se refiere, reitero que el número de emigrantes por razones económicas es muy superior al de los que están obligados por eventos de carácter político. El concepto de exiliado no es muy común entre ellos.

Claro, jamás en la historia contemporánea hubo un pueblo más desesperado que el cubano para espantarse del latifundio que habita, a pesar de los que se “mueren jurando” después que salen, su decisión personal fue por razones módicas.

Sin embargo, no importa si te quedas de por vida lejos de la Isla, o si finalmente vuelves a ella bajo las reglas que establece una dictadura. Si el ejercicio de salir o entrar a Cuba fuese transparente; si el mundo se hiciese de la vista gorda en lo que ha visados y permanencias se trata con los cubanos -igual que se porta con lo que acontece a diario-, el flujo de criollos iba a evidenciar un número de sobrados ceros a la derecha que asustaría a cualquier estado; y ya en Ecuador, se sabe, "nuestra presencia" crece a tal punto que el gobierno –tan amigo de aquel- toma sus providencias.

 Eso sí, hay un detalle que la gerencia ecuatoriana actual pasa por alto. No es precisamente Ecuador el destino de una última y mejor etapa, aún cuando como sociedad ofrece más ventajas que la cubana. En todo caso, hablamos de una franja que ha de servir cual rampa para un destino más al Norte. Un viaje que, lo mismo sus hijos se arriesgan a lo que sea, y por el que también se mueren.

Nada, más bien parece que el gobierno ecuatoriano se esfuerza por hacerle un favor al "viejo amigo", que en eso de salidas siempre ha sido muy reticente cuando a un individuo se figura, y que muy por el contrario, si de una enorme masa se trata, le conviene entonces que se vayan con tal de liberar presiones internas por lo que se atreve a abrir las puertas de su finca a un éxodo masivo.

¿Cosas estratégicas del Latibloque…?

Del sexo al amor en La otra esquina de las palabras...


En La Otra Esquina de las Palabras
tertulia del poeta y promotor Joaquín Gálvez, se presenta  
Del sexo al amor, de José L. Fuentes
(Alexandria Library, Miami, 2012)

 La presentación estará a cargo de la académica Gloria Waldman; de Antion R. Armas, presidente del Institute of Health and Knowledge, Inc., y del escritor y periodista Armando Añel. 

Café Demetrio. 
300 Alhambra Circle, Coral Gables.  
Viernes 18 a las 7:00pm

José Lorenzo Fuentes nació en Santa Clara, en 1928, y es considerado uno de los más importantes narradores cubanos. Ha publicado, entre otros libros, Después de la gaviota (cuento, 1968), Brígida pudo soñar (novela, 1987), El hombre verde y otros relatos (narrativa, 2005) y El cementerio de las botellas (narrativa, 2012). En su libro Meditación, de amplia difusión internacional, “traduce milenios de aprendizaje en las técnicas de la sanación de los pueblos del oriente”. 


 

miércoles, 16 de enero de 2013

Nueva tertulia en Miami: Encuentro en la Casona...

The Miami Hispanic Cultural Arts Center, organización no lucrativa encaminada a la promoción y difusión de las artes hispanas en Miami, anuncia su tertulia literaria Encuentro en La Casona, que se efectuará el tercer viernes de cada mes, con invitados especiales, en un marco abierto y plural.

El recién remodelado edificio, ubicado en 111 SW 5ta Avenida y conocido popularmente como La Casa Blanca del Ballet, es la sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center. La antigua edificación, construida en 1911, también abre sus puertas a importantes proyectos artísticos, como el Creation Art Center, el Miami Hispanic Ballet, la Cuban Classical Ballet of Miami, La School of Music y la Bellas Artes Chorale.

Este espacio se propone brindar apoyo a las artes en general, por eso ha organizando la serie Encuentro en La Casona, que tendrá en su estreno el próximo viernes 18 de enero, de 8 a 10 de la noche, a Olga Connor, una de las figuras más destacadas en el ámbito cultural de Miami por su trayectoria como periodista y crítica de arte en El Nuevo Herald.

Según Luis de la Paz, en una nota de promoción que publicara en FB, “en esta sesión inaugural conversaré con Olga sobre su vida y trayectoria…”. Un buen comienzo sin dudas, que además favorece a la pluralidad de Miami en cuanto a opciones culturales…

Para más información llamar al (305) 549-7711

lunes, 14 de enero de 2013

Happy fucking holidays 2012…

por Denis Fortun 

Sales de casa un 5 de diciembre del segundo milenio convencido que el mundo no se acaba. Partes con la esperanza igualmente de que el año venidero sea mejor. Te vas de casa con una suerte de premonición que apuntala tu optimismo y tomas la Avenida Equis. Equis, esa larga serpiente asfaltada que se retuerce a su antojo, cubierta de hermosos árboles en sus bordes. Una franja a la sombra, que te rememora un pasado de abulia; la tácita, y en ocasiones manifiesta reprobación, al amparo de otra avenida ya relegada. Equis Avenue, que además de nostalgias delirantes, a esa hora de la mañana se comporta con un tráfico solícito.

Sin embargo, igual sales de casa algo retrasado y ya a la altura equis de la Avenida Equis te percatas que, de no apurarte, llegarás tarde al trabajo:

 -Mejor hago derecha allí- te dices convencido, a pesar de que la Avenida Equis es una de tus favoritas en Miami. Perseguir su elegante derrotero representa problemas: El Jefe es de esos tipos que vive apegado al reloj cual pedículos pubis en una abundante pendejeras. El Jefe se molesta y eso no conviene en diciembre. Piensas en la Navidad, piensas en el bono de fin de año, y por fin aciertas el atajo que ha de dosificar tu morriña. Doblas, no te tomas muy enserio una señal de STOP.

El policía se para delante de tu Chrysler en la Avenida del Pájaro. Su performance transpira la temeridad de un rookie y te obliga a detenerte a un borde equis. Su rostro es la expresión de un oficial molesto -cabrón, qué otra cosa-, que va a ejercer su oficio by the book. Intentas explicarle que, aún cuando no paraste tal y como dictan las más ortodoxas reglas de tránsito, al menos detuviste la marcha lo suficiente, al punto de cerciorarte que no venia otro auto.

El rookie te acusa ahora de temerario y acaba mirándote con temeraria ironía. Con su eterna cara de policía ríe con sarcasmo. Inmediatamente cambia de actitud, y muy dócil, casi te súplica que le entregues la registración, la licencia, el seguro. Diez minutos más tarde te devuelve toda la documentación requerida con el sobrecargo de un ticket y su ridículo talante mal carácter.

Sales de casa un día de diciembre y llegas al trabajo con una multa de tráfico en tu bolsillo. Un imprevisto que se traduce en una innecesaria sangría. El Viejo, al saber de tu calvario, te aconseja que te relajes, y agrega:

- Ya lo malo que te iba a suceder hoy ha pasado- y concluye- nada más feo va acontecerte.

Una palmada del Viejo en tu hombro te orienta el final de la conversación. Te propones entonces dedicarte a tu trabajo. Pero no, apenas si comienzas tu faena, La Secretaria te avisa que El Jefe necesita hablar contigo. La cara de la Secretaria no te gusta. Recuerdas al Viejo y teorizas que lo feo que te tocaba hoy ya se ubica en el estrato de lo irrepetible. No hay espacio para la paranoia…

El Jefe te invita a sentarte, y si bien lo requiere con cierta cortesía, sus modales deja a las clara que no va a ser este un diálogo siquiera interesante. El Jefe, con su acento chileno, con su impronta chilena, con su jefatura chilena, y nada más que con un pasaporte chileno acuñado con una visa de trabajo, no espera a que preguntes el por qué de “sus deseos” de saberte cerca.

 -Está despedido Sr. Nutrof. Pase por Human Resources para entregar su ID y recoger la documentación pertinente. Allí le dirán sobre los pagos incompletos y los pocos beneficios que todavía posee como obrero ¡Ah! De paso, si no le parece que exageramos, se despoja lo mismo del uniforme.

El Jefe te mira como si hubieses hecho algo terrible, y en este punto… Ya no sé lo que hecho; tampoco voy a negar que hiciera algo; de algo se trata. El Jefe se comporta con la satisfacción de saberse servido por lo que hice. Y entre tanto hacer o hice, sin que importen las formas verbales y de acción que le asisten al verbo que más gravamen lastra, me pregunto ¡Vaya usted a saber qué fue…!

El Jefe te observa como a un pingüino en Manaos. Habita en ti una expresión que raya en la incredulidad total, y en la que también te asalta la duda de si haz de alzar el vuelo en calzoncillo, o al menos te queda el privilegio de ir a tu casa, trocar la ropa, y retornar esa que es propiedad de la compañía. El Jefe descubre en tu mirada un estado de perplejidad que constata una certeza, y que ha sido en mi vida la única baraja por la que me atrevo a apostar: si las cosas van mal, estas pueden empeorar. El Jefe asume que no logras dilucidar lo que El Jefe presupone, o supone; que no siempre la vida se constriñe a los prefijos.

El Jefe se levanta, se despide con unos buenos días que devuelves atemorizado -es lo único que atino a balbucear; todavía no le doy crédito a mi cesantía-. La Secretaria, a la que no viste entrar a la oficina, se te acerca y esta vez con cara de quien tiene que exhibir su compasión con el rendido, a pesar de no padecerla, te susurra con una voz repleta de melodrama a lo Televisa que has de dirigirte bajo sus custodia a la otra oficina, la de Personal. Te recuerda el asunto del uniforme en lo que caminan por un largo pasillo.

El Viejo promete que no va a olvidarte. Se ríe al advertir que únicamente te cubres con un calzoncillo repleto de banderas americanas. El Viejo te abraza y saca de su billetera veinte dólares para que compres una botella de whisky y te emborraches:

- Es lo mejor en momentos como estos. Es lo preferible en diciembre. Si te expulsaran en marzo, no va. Marzo es un mes intranscendental .

Dudas, pero finalmente depositas con cuidado los veinte dólares entre el elástico de tu calzoncillo y la nalga derecha. Le prometes una escandalosa borrachera, incluso hasta que vas a llorar un poco; que mejor un diciembre para eso:

- Y es que diciembre bien precisa de lágrimas –gritas desde la puerta del almacén, y observas como El Viejo te regala un adiós con su mano derecha. Y sigues vociferando cual sujeto poseso, que diciembre gusta de una vela, una misa, una gran borrachera….

Regresas a casa, la vecina chismosa de los bajos se escandaliza al ver cómo te apeas de tu Chrysler. Ríes a carcajadas y le comentas que a la muchacha del liquor store le pareció simpático. Subes la escalera sin que te preocupe mucho el hecho de aparecerte semidesnudo. Ya dentro de tu cálido hogar tropiezas con la foto de tu mujer encima de la mesa del centro. Agradeces que ella esté lejos, lo suficiente como para ubicarla en Sao Paulo. Buscas hielo, un vaso, y después de derramar un poco de whisky en el piso para los santos, pegadito a la puerta – santos que han de estar disfrutando de un extendido feriado-, de una gaveta sacas una tarjeta telefónica prepagada y la llamas:

-Meu bem, nao tenho trabalho. O filhos da puta me dejaron na rua Tu mujer no parece sorprendida. Su exhortación es simple, te aconseja guardar mucha paciencia. Diciembre es un mes difícil para encontrar trabajo; difícil incluso cuando lo tienes; difícil hasta para Santa... Diciembre es diciembre, y no hay más que un diciembre cada doce meses. No te preocupes –remata con sabiduría-, nadie más va a desahuciarte dos veces en un mismo diciembre…

Enero te regala la convicción de que el mundo descuella cuando los hay quienes apuestan por su exterminio un día 21. Enero prueba que los mayas eran unos tipos con muy buen sentido del humor. En enero descubres la fragilidad de tu mundo y la duda por lo que resta de ciclo.

Claro, lo peor de tu drama, es que has de continuar trabajando. Algo siempre aparece, a pesar del Presidente…

Ena Columbié y su Luz: pretexto para un buen libro....


Luces  
Historias de Ena Columbié 

Viernes 25 de enero a las 7:00 pm 

Iván Galindo Art Studio
2248 SW 8th Street

Vídeo por iSawFinger Productions.

Maurice en The Write Deal...

Los reatos de Maurice Sparks, cuaderno de cuentos de Ernesto G, se reedita en The Write Deal.

Historias cortas que ganan su pelea por la mano que propina un golpe certero, y que ya lo dije antes, te enganchan para la continuidad del libro.

Maurice, próximamente…


domingo, 13 de enero de 2013

Nostalgia de una dama en rojo...

Chris de Burgh, el más británico de los argentinos o el más argentino de los británicos. Chris, del que se dice en You Tube falleció en Los Ángeles, y que otros medios en la Web aseguran que aún está entre nosotros a la edad de 63 años, noticia que prefiero.

Chris, que en mi primera juventud –todavía me aferro a la segunda- se me antojaba el más inexplorado de los excluidos. De él sólo conocía su Lady in Red. 

Yo, rockero gregario, declaro que disfrutaba de su balada para bailar al amparo de un cerrado cuerpo a cuerpo en medio de una pista de cabaret totalmente oscura, y preferiblemente con ninfas de cabellos rizados cubiertas de peróxido.

Luego supe de sus discos, que desde 1974 al 2007 suman la cantidad de veintiséis. Chris, que me hizo bajar con gusto de aquellas “escaleras al cielo” para apretar a una muchacha al son de su “melodía mermelada”, y susurrarle al oído en pésimo inglés Lady in Red, is dancing with me cara a cara, aunque ella vistiese de blanco.

God bless your Lady, Chris...


jueves, 10 de enero de 2013

Rolando Jorge. Una reseña de Armando Añel

 

Primera persona en singular
por Armando Añel

Recala en las costas de mi casa, entre lo mejor que nos deja la marea de 2012, la poesía de Rolando Jorge reunida en un inmenso libro (y aquí el adjetivo “inmenso” cumple doble función). Se trata de Tercera persona, compilación al cuidado de Ana Sotelo en Ediciones Lulú.

En el marco de un escenario cultural –o teatral, porque a ratos decirlo así resulta más apropiado— como el de Miami, crecientemente heterogéneo y poroso, donde la literatura y en general el arte extienden sus fronteras como un chicle --donde cualquiera con unos pesos en el bolsillo se cree poeta y publica un libro (cosa no criticable per se, simplemente constato), y hasta logra tramitar la complicidad de verdaderos poetas y críticos--, un volumen como Tercera persona se agradece íntimamente. Se trata de una poesía difícil, a ratos agreste y siempre conjetural, pero sobrada en sus arranques espirituales y verbales, centrada en su propio e indudable poderío.

Los grotesco, lo lacerante e incluso lo humorístico se mezclan en Tercera persona, y el asombro ante un mundo atropellado e incomprensible, y la felicidad de ser más allá de las gentes y las cosas, y la angustia del yo irresuelto en medio del torbellino de las palabras. “Qué amplio es el arte y qué corta la vida”, exclama Goethe retomado por Rolando Jorge –citado incluso--, y la frase retrata de cuerpo entero una circunstancia afín a la mecánica de esta compilación singular: Da la impresión de que a la amplitud del arte con que el autor rebana el lenguaje se le queda corta la vida, el escenario de realización. Y quien conoce a Rolando Jorge sabe que es vida en sí mismo, furiosa de vivir, enamorada de vivir.

Hay que agradecer este libro, que viene a salvarnos del tedio de las repeticiones inocuas y la poesía de pasarela, que observa y degusta “un trozo de jardín arrastrándose musgosamente”, mientras “una vieja colilla hace señas, saca un seno, frunce un labio (lo humedece con desparpajo), engrifa su letargo”. “No es más que la vida”, anuncia Rolando Jorge, coge la corneta y toca a degüello. En primera persona del singular.

Cortesía de Neo Club Press
Foto en Delio Photo Studio

lunes, 7 de enero de 2013

El señor de las máscaras...

Por Andrea Favelli

El Señor de las Máscaras me confunde con sus rostros,
va de Arlequín a Vampiro,
de León a Ratón,
de Santo a Diablo,
pero lo cierto,
es que el Señor es un niño titiritero agazapado detrás de un telón,
rugiendo soldados en baldosas flojas.

Le gusta perder luz de luna en luna.
Tira de la cuerda que levanta faldas mirando de reojo en un libro que no es claro.
En tanto, la divinidad va desnuda, despojada de letras devorándolo todo con su silencio infinito.

El Señor tiene sombreros con palomas y las palomas picotean los ojos huecos de las máscaras.
El Niño cierra sus párpados,
se protege con las manos,
intenta ver en la oscuridad,
pero, a veces, su propia luz le es esquiva,
entonces, con los ojos crea espejos que distorsionan las sombras.

Andrea Favelli (en la foto). Argentina
Arquitecta. Diseñadora Gráfica. Poeta

domingo, 6 de enero de 2013

Una nube en pantalones se alquila para soñar…

 Javier Iglesias y yo en Café Demetrio
foto: Ulises Regueiro

Luego de que un amigo común me lo presentara a él y a su esposa, una de esas noches de sazonada juerga literaria en Delio Photo Studio, nuestra primera complicidad nos llegó por un mayúsculo entusiasmo que padecemos: Javier y yo gustamos de Brasil – y mucho-, lo conocemos un tanto, y de alguna manera por Brasil nuestras vidas –cada uno por separado, valga la aclaración entre criollos- disfrutan del pleno y complicado ejercicio del amor.

Tiempo después, Javier tuvo la amabilidad de concederme una entrevista (que agradezco). El cuestionario intentaba recoger lo vivido -o al menos una parte- por un creador polifacético que apenas se acomodaba, no sin riesgos, en medio de una ciudad como Miami. Una diversidad de oficios que su cuadratura está ubicada en el universo de la creación; una hoja de ruta que incluye ciudades tan dispares como La Habana, Brasilia y Hialeah, lo antecedían. Sin dudas el garoto resultaba un sujeto interesante para un sondeo…

Sin embargo, no he mencionado todavía la segunda confabulación que establecimos, tan sólida y fundamentada como la primera, por la que hoy estoy junto a él, y que me hizo leer con cierta puntualidad su blog: Javier se regocija, se mueve a su antojo, en medio de un género literario que disfruto enormemente: la crónica.

En un texto de María Cristina Fernández encontré este aserto del que escogí un pequeño fragmento. Asegura Cristina, “…la crónica no muere a manos de la noticia. Aún, cuando una parte de ella queda sometida a su pesantez, otra felizmente se abre a la contaminación con distintos géneros literarios dando resultados sorprendentes.” Y es cierto. Si bien en las crónicas de Javier existe esa figura que se somete por derecho a la realidad, y que encarna una especie de claros y oscuros bien delineados –hablo de un tiempo y un contexto que se muestran como protagonistas-, de manera idéntica uno siente que el escenario insinuado, sus personajes y el acto que presupone la evidencia, cargan con el hechizo de la ficción. Pero esto, ya él mismo lo reconoce en la entrevista a la que hago referencia, que fuese publicada en Neo Club Press: la crónica y la narrativa en su caso se confunden. Javier no consigue escribir desde y sobre la “realidad” sin recrearse en la imaginación.

Me atrevo a definir por cuanto que, lo que en una época pudo considerarse un férreo tabú, aún cuando Javier se propone el rescate de la memoria fundada en un patrimonio espiritual que nos pertenece como diáspora, termina él practicando un “divertimento” que minimiza a esa solemnidad que alude a la frontera impenetrable, y queda la historia tratada a su “arbitrio” para regocijo de quien lo lee. Es aquí cuando la entelequia, en su mejor presentación, enriquece lo intangible. Es aquí donde ese sino de escisión en la literatura prueba que, si se forja bien, se traduce en una reconocida labor, lo que está explicito en los pasajes de Javier.

Hoy día la globalización no se reduce a los estándares más hacederos del mundo. El arte en general de igual gesto se transforma y aplica su razonamiento muy distante del eclecticismo ortodoxo. Las letras no escapan de esa mixtura novedosa. La crónica, como género que una vez estuvo enmarcado únicamente en el espectro del periodismo, deja entonces de someterse a su regla primera y su coloración se reorganiza con tintes impensables.

Ya sea Tejedor, aquel bolerista pródigo que promovía una sabia aconsejable: - No hagas caso de le gente.... Ya fuese la historia de un cine de barrio -lo que abona el ímpetu devenido en oficio-, lo cotidiano en Javier transpira su resolución a soñar. Hablo de un trance para el que está dispuesto a alquilarse; por el que precisa continuar siendo “una nube con pantalones…”, y acontece en su letra leyendas donde lo estrictamente actual pasa a un plano secundario.

Hoy, este emporio al borde de sus raíces, en el que se ha “aplatanado” y que puede bien sugerirle de una buena vez el hogar -a no ser que decida por una ruta ajena en busca de una latitud mejor, que debe haberlas- apunta como el tablado del que vendrán más crónicas, más historias; el vicio por escribir es una enfermedad incurable, y el entorno, el mejor de los cultivos para padecerla. Sólo me queda recomendar que de una vez se lleve a la imprenta, bajo un sello editorial que se regocije de editarlo, este compendio del cual hoy Javier nos trae una refacción. Que termine siendo un libro como merecemos sus lectores, del que me atrevo a apostar ya por su trascendencia…

 Denis Fortun. Miami, 4 de enero del 2013. Café Demetrio.

miércoles, 2 de enero de 2013

Javier se alquila para soñar...

La Otra Esquina de las Palabras
invita a un encuentro con el escritor y cineasta cubano

ME ALQUILO PARA SOÑAR 

Una propuesta para las editoriales de Miami
(o de otra longitud más distante... )
que quieran contar con la firma de este autor. 

Palabras de presentación a cargo de Denis Fortún 

Café Demetrio 300 Alhambra Circle, 
Coral Gables 305-448-4949 

Viernes, 4 de enero de 2013-7:00 p.m



Javier Iglesias (Ciudad de la Habana, Cuba, 1963). Poeta, Traductor, Guionista. Ha publicado el poemario “Mapa de Soledad”; las Antologías Poéticas “Inventario de Sueño” y “Ellos los Poetas”, todos en La Habana, Cuba. Poemas suyos han aparecido en periódicos y revistas de Cuba, Argentina, México, Brasil, Estados Unidos, Francia, Etc. En Brasil obtuvo el 1º Premio “Filma Brasilia” con el guión cinematográfico “O Comendador”, filmado en 2001. 3º Premio en el Concurso de Poemas del CES, en São Paulo, Brasil. Guionista de los Cortometrajes: “Mala do Livro” e “O Comendador”. Asistente de Dirección del cortometraje “O Futuro e EU”. Traductor de los libros “Astrícia”, “O Deuses Subterrâneos” de Cristovam Buarque, escritor, Senador, ex-gobernador de Brasilia y ex-ministro de educación; y “Registro de uma Vivência” de Lúcio Costa. Además de los Cortometrajes: “Janela para os Pirineus”, “Depois do Escuro”, “A Divina Comédia”. Coordina el blog Escombros Hablaneros, seleccionado entre los 100 mejores do Brasil. Es Miembro de la Comisión Organizadora de la Bienal Internacional de Poesía de Brasilia y del Sindicato de Escritores de Brasilia. Actualmente vive en Miami. 

Nota de promoción que tomo de La otra esquina de las palabras, blog de Joaquín Gálvez