Armando de Armas entrevista para Martí Noticias a Javier Martínez-Corbalán. Abogado español. Secretario General de la Fundación Hispano Cubana. Director de la Revista Hispano Cubana HC y de la Editorial Hispano Cubana, quien además desarrolla una ingente labor a favor de los derechos humanos, la promoción de un pensamiento comprometido con la libertad del individuo y al fomento de una cultura de la libertad y el buen discernimiento, en oposición al estado colectivista, opresor y oscurantista imperante en la isla, al frente de una institución privada y sin ánimos de lucro integrada por ciudadanos cubanos y españoles.
Martí Noticias/Armando de Armas. ¿Qué le hizo vincularse a la lucha por las libertades en Cuba?
JMC. En el año 97 me encontraba ejerciendo como abogado en un despacho familiar en Logroño (La Rioja). Fue a través de la llamada del actual presidente de la Fundación -Guillermo Gortázar-, por entonces Secretario General de la misma. Él me abrió la puerta y me animó a incorporarme al proyecto de la Fundación Hispano Cubana. Desde entonces estoy "atrapado" por la causa de los derechos humanos y la libertad de Cuba.
MN. Explique, por favor, a nuestros lectores, ¿qué es, cómo surge y de qué manera funciona la Fundación Hispano Cubana?
JMC. El origen de la Fundación está en la idea de aunar las voluntades de todos aquellos que desde dentro o fuera de la isla trabajan por la causa de la libertad, la democracia y los derechos humanos en Cuba.
Los fines de la Fundación Hispano Cubana son en líneas generales la promoción, fomento y desarrollo de los principios y valores de la libertad y de la democracia, en todo cuanto se refiere a las relaciones de España con Cuba y viceversa, sean éstas culturales, políticas, educativas, de formación, mercantiles, empresariales o de cualquier otra naturaleza que afecten al lazo fraternal entre los dos países. El mantenimiento, fortalecimiento y desarrollo del vínculo histórico entre los pueblos de España y Cuba, forjado durante más de cinco siglos de vida en común.
La Fundación funciona como una entidad privada sin ánimo de lucro que desarrolla sus actividades en las áreas de la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria, la educación y la formación, la asistencia a emigrantes y solicitantes de asilo y refugio. También es muy importante el área cultural y editorial, así como los programas de sensibilización y promoción -especialmente dentro del ámbito de los derechos humanos- que realiza la Fundación.
MN. ¿Con qué periodicidad se publica la Revista Hispano Cubana? ¿De cuántos ejemplares es cada tirada?
JMC. La periodicidad de la revista Hispano Cubana es cuatrimestral. Así, publicamos tres números al año con una tirada de 2.500 ejemplares que distribuimos principalmente en España y en Cuba, a través de la sociedad civil independiente, y también atendemos a suscriptores y pedidos internacionales.
MN. ¿Cuántos libros ha publicado la Editorial Hispano Cubana?
JMC. Hasta la fecha la Fundación, a través de la editorial Hispano Cubana, ha publicado 20 títulos y en próximas fechas aparecerán 2 nuevos libros; los autores de estas próximas publicaciones son Guillermo Fariñas y el preso político Normando Hernández.
MN. ¿Qué tipo de obras publican mayormente?
JMC. Tenemos diversas colecciones dentro de la editorial: Narrativa, Poesía, Ensayo, Pensamiento Hispano Cubano… Todas ellas se centran principalmente en dar voz y difusión a autores cubanos que trabajan y luchan, desde sus diferentes ámbitos, por la libertad y la democracia en Cuba y por el respeto a los derechos humanos en la isla.
MN. ¿Qué autores prefieren?
JMC. Por nuestro desempeño la línea editorial potencia los trabajos y autores que nos envían sus obras desde la isla y que de otra manera difícilmente podrían publicar. En ese sentido el trabajo de la editorial es en gran parte testimonial, pero también publicamos otras obras de interés siempre que reflejen o estén dentro del ámbito de los fines de la Fundación.
MN. ¿Qué debe hacer un autor interesado en publicar un libro con la Editorial Hispano Cubana?
JMC. Basta con ponerse en contacto con la Editorial para valorar y poner en consideración la propuesta. No obstante he de señalar que actualmente nuestra labor sigue a remolque de la realidad; en el sentido de que tenemos un gran número de obras y trabajos de gran interés que nos llegan desde dentro y fuera de la isla, pero que debemos afrontar poco a poco debido a la limitación de recursos. Siempre confiamos en poder extender y ampliar está línea de trabajo de la Fundación porque el interés de las obras recibidas lo merece.
MN. ¿Como Fundación, ayudan ustedes a la disidencia dentro de Cuba?
JMC. Sí, así lo hacemos desde el momento mismo de constitución de la Fundación. Es más, uno de los objetivos prioritarios de la Fundación Hispano Cubana ha sido siempre volcar en la isla de alguna manera toda la actividad que realizamos en nuestros distintos campos de actuación.
MN. ¿Con qué dificultades se topa un proyecto como el de la Fundación Hispano Cubana que abarca no sólo el tema de los derechos humanos, sino el de la cultura y el pensamiento?
JMC. La causa de Cuba, como ustedes bien saben, siempre ha presentado unas dificultades específicas y extraordinarias debidas a la labor de directa oposición y obstaculización que el régimen cubano dispensa siempre a iniciativas como la de la Fundación Hispano Cubana. Además, en estos tiempos de crisis especialmente, afrontamos las mismas dificultades que cualquier entidad sin ánimo de lucro, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a trabajar y sacar nuestros proyectos adelante contra viento y marea.
MN. ¿Ha cambiado la clase política e intelectual de Europa su visión del régimen cubano, es decir, hay ya en esa clase una conciencia generalizada de la verdadera naturaleza de ese régimen?
JMC. Mi experiencia personal es que, efectivamente, esa conciencia ha ido cambiando tanto a nivel político e intelectual como a nivel general. No obstante lo anterior, es cierto que todavía hay un amplio espectro de la izquierda política e intelectual -tanto a nivel europeo como mundial- que sigue mitificando a la revolución cubana.
MN. ¿Por qué cree usted que la intelectualidad, con las honrosas excepciones de siempre, ha sido históricamente tan reticente a condenar los crímenes del comunismo?
JMC. Creo que la principal razón es que muchos de los llamados intelectuales, salvo muy honrosas excepciones, antes que intelectuales son militantes de ciertas ideologías y por tanto cuando emiten sus juicios y valoraciones lo hacen de manera no ecuánime. Esa iniquidad intelectual se vuelve paradigmática en el juicio de los crímenes del comunismo y de la propia revolución cubana.
MN. ¿Se siente usted realizado con el trabajo que desempeña en la Fundación Hispano Cubana?
JMC. Sin lugar a dudas. Creo que una de las grandes cosas que me han pasado en la vida es la cantidad de personas excepcionales que he conocido y con las que he trabajado y colaborado de manera cercana gracias a mi trabajo en la Fundación Hispano Cubana.
MN. ¿Qué aspectos de la transición española pudieran ser válidos para la transición cubana?
JMC. Qué duda cabe de que todo proceso de transición de un régimen totalitario a una democracia aporta elementos y aspectos a tener en cuenta en otros procesos de cambio similar. Y así los aciertos y errores de los distintos procesos son elementos a valorar y a tener presentes de manera justa y adecuada.
El proceso español por su proximidad temporal y cultural tiene elementos característicos que pueden ser declinados en el proceso de transición hacia la democracia en Cuba. Pero hay que tener siempre presente que cada proceso es único y que en él juegan una serie de factores diferenciales y específicos que lo determinan y configuran.
En este sentido hay varios elementos esenciales que diferencia el proceso de transición español del proceso que se va a producir en Cuba. Sin ánimo exhaustivo citaría tres que creo que son muy relevantes:
En el caso de la transición española el régimen franquista se había transformado en un régimen autoritario, existía además una clase media ampliamente extendida y una economía ya prácticamente integrada en el entorno europeo y, por último, la mentalidad reformista había calado ampliamente en las estructuras políticas y tecnocráticas del propio régimen.
En el caso cubano el régimen castrista sigue anclado en un feroz totalitarismo. El país se haya prácticamente en la bancarrota y destruido en todos los niveles. El pueblo cubano ha sido empobrecido de manera general y drástica por la dictadura. No obstante estos elementos negativos también existen otros elementos únicos del caso cubano que pueden jugar un papel enormemente positivo. Entre ellos destaca el fenómeno del exilio cubano que por su peso demográfico y generacional y por su exitoso desenvolvimiento económico y social puede servir por su experiencia como elemento catalizador para el impulso y mejor avance de las reformas en el proceso de transformación democrática.
MN. ¿En tanto europeo, quiero decir con la imparcialidad necesaria, a qué distancia estamos los cubanos de lograr la anhelada democratización de la isla?
JMC. Creo que el castrismo, al igual que su máximo líder, se encuentra moribundo. La descomposición del régimen es más que evidente y es indudable que, más pronto que tarde, se iniciará un proceso de cambio. También es cierto que en estos estertores finales del castrismo habrá mucho sufrimiento porque el régimen parece abocarse asimismo a morir matando.
Martí Noticias/Armando de Armas. ¿Qué le hizo vincularse a la lucha por las libertades en Cuba?
JMC. En el año 97 me encontraba ejerciendo como abogado en un despacho familiar en Logroño (La Rioja). Fue a través de la llamada del actual presidente de la Fundación -Guillermo Gortázar-, por entonces Secretario General de la misma. Él me abrió la puerta y me animó a incorporarme al proyecto de la Fundación Hispano Cubana. Desde entonces estoy "atrapado" por la causa de los derechos humanos y la libertad de Cuba.
MN. Explique, por favor, a nuestros lectores, ¿qué es, cómo surge y de qué manera funciona la Fundación Hispano Cubana?
JMC. El origen de la Fundación está en la idea de aunar las voluntades de todos aquellos que desde dentro o fuera de la isla trabajan por la causa de la libertad, la democracia y los derechos humanos en Cuba.
Los fines de la Fundación Hispano Cubana son en líneas generales la promoción, fomento y desarrollo de los principios y valores de la libertad y de la democracia, en todo cuanto se refiere a las relaciones de España con Cuba y viceversa, sean éstas culturales, políticas, educativas, de formación, mercantiles, empresariales o de cualquier otra naturaleza que afecten al lazo fraternal entre los dos países. El mantenimiento, fortalecimiento y desarrollo del vínculo histórico entre los pueblos de España y Cuba, forjado durante más de cinco siglos de vida en común.
La Fundación funciona como una entidad privada sin ánimo de lucro que desarrolla sus actividades en las áreas de la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria, la educación y la formación, la asistencia a emigrantes y solicitantes de asilo y refugio. También es muy importante el área cultural y editorial, así como los programas de sensibilización y promoción -especialmente dentro del ámbito de los derechos humanos- que realiza la Fundación.
MN. ¿Con qué periodicidad se publica la Revista Hispano Cubana? ¿De cuántos ejemplares es cada tirada?
JMC. La periodicidad de la revista Hispano Cubana es cuatrimestral. Así, publicamos tres números al año con una tirada de 2.500 ejemplares que distribuimos principalmente en España y en Cuba, a través de la sociedad civil independiente, y también atendemos a suscriptores y pedidos internacionales.
MN. ¿Cuántos libros ha publicado la Editorial Hispano Cubana?
JMC. Hasta la fecha la Fundación, a través de la editorial Hispano Cubana, ha publicado 20 títulos y en próximas fechas aparecerán 2 nuevos libros; los autores de estas próximas publicaciones son Guillermo Fariñas y el preso político Normando Hernández.
MN. ¿Qué tipo de obras publican mayormente?
JMC. Tenemos diversas colecciones dentro de la editorial: Narrativa, Poesía, Ensayo, Pensamiento Hispano Cubano… Todas ellas se centran principalmente en dar voz y difusión a autores cubanos que trabajan y luchan, desde sus diferentes ámbitos, por la libertad y la democracia en Cuba y por el respeto a los derechos humanos en la isla.
MN. ¿Qué autores prefieren?
JMC. Por nuestro desempeño la línea editorial potencia los trabajos y autores que nos envían sus obras desde la isla y que de otra manera difícilmente podrían publicar. En ese sentido el trabajo de la editorial es en gran parte testimonial, pero también publicamos otras obras de interés siempre que reflejen o estén dentro del ámbito de los fines de la Fundación.
MN. ¿Qué debe hacer un autor interesado en publicar un libro con la Editorial Hispano Cubana?
JMC. Basta con ponerse en contacto con la Editorial para valorar y poner en consideración la propuesta. No obstante he de señalar que actualmente nuestra labor sigue a remolque de la realidad; en el sentido de que tenemos un gran número de obras y trabajos de gran interés que nos llegan desde dentro y fuera de la isla, pero que debemos afrontar poco a poco debido a la limitación de recursos. Siempre confiamos en poder extender y ampliar está línea de trabajo de la Fundación porque el interés de las obras recibidas lo merece.
MN. ¿Como Fundación, ayudan ustedes a la disidencia dentro de Cuba?
JMC. Sí, así lo hacemos desde el momento mismo de constitución de la Fundación. Es más, uno de los objetivos prioritarios de la Fundación Hispano Cubana ha sido siempre volcar en la isla de alguna manera toda la actividad que realizamos en nuestros distintos campos de actuación.
MN. ¿Con qué dificultades se topa un proyecto como el de la Fundación Hispano Cubana que abarca no sólo el tema de los derechos humanos, sino el de la cultura y el pensamiento?
JMC. La causa de Cuba, como ustedes bien saben, siempre ha presentado unas dificultades específicas y extraordinarias debidas a la labor de directa oposición y obstaculización que el régimen cubano dispensa siempre a iniciativas como la de la Fundación Hispano Cubana. Además, en estos tiempos de crisis especialmente, afrontamos las mismas dificultades que cualquier entidad sin ánimo de lucro, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a trabajar y sacar nuestros proyectos adelante contra viento y marea.
MN. ¿Ha cambiado la clase política e intelectual de Europa su visión del régimen cubano, es decir, hay ya en esa clase una conciencia generalizada de la verdadera naturaleza de ese régimen?
JMC. Mi experiencia personal es que, efectivamente, esa conciencia ha ido cambiando tanto a nivel político e intelectual como a nivel general. No obstante lo anterior, es cierto que todavía hay un amplio espectro de la izquierda política e intelectual -tanto a nivel europeo como mundial- que sigue mitificando a la revolución cubana.
MN. ¿Por qué cree usted que la intelectualidad, con las honrosas excepciones de siempre, ha sido históricamente tan reticente a condenar los crímenes del comunismo?
JMC. Creo que la principal razón es que muchos de los llamados intelectuales, salvo muy honrosas excepciones, antes que intelectuales son militantes de ciertas ideologías y por tanto cuando emiten sus juicios y valoraciones lo hacen de manera no ecuánime. Esa iniquidad intelectual se vuelve paradigmática en el juicio de los crímenes del comunismo y de la propia revolución cubana.
MN. ¿Se siente usted realizado con el trabajo que desempeña en la Fundación Hispano Cubana?
JMC. Sin lugar a dudas. Creo que una de las grandes cosas que me han pasado en la vida es la cantidad de personas excepcionales que he conocido y con las que he trabajado y colaborado de manera cercana gracias a mi trabajo en la Fundación Hispano Cubana.
MN. ¿Qué aspectos de la transición española pudieran ser válidos para la transición cubana?
JMC. Qué duda cabe de que todo proceso de transición de un régimen totalitario a una democracia aporta elementos y aspectos a tener en cuenta en otros procesos de cambio similar. Y así los aciertos y errores de los distintos procesos son elementos a valorar y a tener presentes de manera justa y adecuada.
El proceso español por su proximidad temporal y cultural tiene elementos característicos que pueden ser declinados en el proceso de transición hacia la democracia en Cuba. Pero hay que tener siempre presente que cada proceso es único y que en él juegan una serie de factores diferenciales y específicos que lo determinan y configuran.
En este sentido hay varios elementos esenciales que diferencia el proceso de transición español del proceso que se va a producir en Cuba. Sin ánimo exhaustivo citaría tres que creo que son muy relevantes:
En el caso de la transición española el régimen franquista se había transformado en un régimen autoritario, existía además una clase media ampliamente extendida y una economía ya prácticamente integrada en el entorno europeo y, por último, la mentalidad reformista había calado ampliamente en las estructuras políticas y tecnocráticas del propio régimen.
En el caso cubano el régimen castrista sigue anclado en un feroz totalitarismo. El país se haya prácticamente en la bancarrota y destruido en todos los niveles. El pueblo cubano ha sido empobrecido de manera general y drástica por la dictadura. No obstante estos elementos negativos también existen otros elementos únicos del caso cubano que pueden jugar un papel enormemente positivo. Entre ellos destaca el fenómeno del exilio cubano que por su peso demográfico y generacional y por su exitoso desenvolvimiento económico y social puede servir por su experiencia como elemento catalizador para el impulso y mejor avance de las reformas en el proceso de transformación democrática.
MN. ¿En tanto europeo, quiero decir con la imparcialidad necesaria, a qué distancia estamos los cubanos de lograr la anhelada democratización de la isla?
JMC. Creo que el castrismo, al igual que su máximo líder, se encuentra moribundo. La descomposición del régimen es más que evidente y es indudable que, más pronto que tarde, se iniciará un proceso de cambio. También es cierto que en estos estertores finales del castrismo habrá mucho sufrimiento porque el régimen parece abocarse asimismo a morir matando.
Entrevista tomada del Wall de Armando de Armas en Facebook