Plegaria
Por Manuel Díaz Martínez
versos que tomo de la página Poemas de.., Portal de Poesía
Alabado sea el Señor,
que sabe por qué sucede lo que sucede,
por qué no ocurre lo que no ocurre,
por qué decide lo que decide,
por qué no hace lo que debiera.
Alabado sea el Señor,
que sabe por qué decide lo que no ocurre,
por qué sucede lo que no sabe,
por qué no sabe lo que no hace,
por qué nos debe lo que sucede.
Las gentes y las cosas.
por Emilio Ichikawa
poema que tomo del Fogonero Emergente
Un silbato en el cuello. La mancha de cal.
La tela en los pies, el forro en la cara.
Trenzas que amarran un reggae y adornan un cráneo.
Una pala de acero donde reposa la jornada.
Dos perros negros aferrados a las orejas para vomitar música.
Un nivel. La burbuja de aire en el aceite. El río detenido.
Las solapas artificiales que establecen legalidad.
El teclado que tolera el aimara, el maya, el redlanés.
Contratos.
Coolers impúdicos que muestran el amasijo.
Aguas retenidas.
Pintura en las botas: y petróleo, cemento, rasgos de acero.
Sombreros de Nebraska, Phillips, C-Cola, Dolphins, Davidson.
Las enfermeras con sus uniformes monocolor. Más resueltas. Diferentes.
La piel sepia. La identidad: esas caras ilegales que llamamos tristes.
Tatuajes en los cuerpos. Oro en los dientes. Sangre en la mirada.
Gafas oscuras en la noche.
Hinchaduras. Líquidos incrustados en el cansancio.
Dunas en las camisas.
La indigencia exhibiendo corbata y ahorrando corazón.
Pañuelos en el cuello. Constancia de sol por todas partes.
Sueños apuntando al suelo.
Bastones.
Veteranos con el pecho constelado.
“Patriot Pass”.
Mochilas. Bolsas plásticas. Cartuchos enjabonados.
Capas: Classic American Flava-Lands Cape Maintenance.
Arcoiris de gomas en las manos.
Risas.
Por Manuel Díaz Martínez
versos que tomo de la página Poemas de.., Portal de Poesía
Alabado sea el Señor,
que sabe por qué sucede lo que sucede,
por qué no ocurre lo que no ocurre,
por qué decide lo que decide,
por qué no hace lo que debiera.
Alabado sea el Señor,
que sabe por qué decide lo que no ocurre,
por qué sucede lo que no sabe,
por qué no sabe lo que no hace,
por qué nos debe lo que sucede.
Las gentes y las cosas.
por Emilio Ichikawa
poema que tomo del Fogonero Emergente
Un silbato en el cuello. La mancha de cal.
La tela en los pies, el forro en la cara.
Trenzas que amarran un reggae y adornan un cráneo.
Una pala de acero donde reposa la jornada.
Dos perros negros aferrados a las orejas para vomitar música.
Un nivel. La burbuja de aire en el aceite. El río detenido.
Las solapas artificiales que establecen legalidad.
El teclado que tolera el aimara, el maya, el redlanés.
Contratos.
Coolers impúdicos que muestran el amasijo.
Aguas retenidas.
Pintura en las botas: y petróleo, cemento, rasgos de acero.
Sombreros de Nebraska, Phillips, C-Cola, Dolphins, Davidson.
Las enfermeras con sus uniformes monocolor. Más resueltas. Diferentes.
La piel sepia. La identidad: esas caras ilegales que llamamos tristes.
Tatuajes en los cuerpos. Oro en los dientes. Sangre en la mirada.
Gafas oscuras en la noche.
Hinchaduras. Líquidos incrustados en el cansancio.
Dunas en las camisas.
La indigencia exhibiendo corbata y ahorrando corazón.
Pañuelos en el cuello. Constancia de sol por todas partes.
Sueños apuntando al suelo.
Bastones.
Veteranos con el pecho constelado.
“Patriot Pass”.
Mochilas. Bolsas plásticas. Cartuchos enjabonados.
Capas: Classic American Flava-Lands Cape Maintenance.
Arcoiris de gomas en las manos.
Risas.