Un amigo, en lo que hojea “Diles que no me devuelvan”, me pregunta sin una mueblería podría ser un buen sitio para terminar escribiendo sobre lo que acontece a diario. Sonrío...Le aseguro a mi colega que, un suceso increíble o simpático está presente en el lugar más insospechado, y bien puede concluir siendo una crónica interesante. Incluso en El Dorado
Vamos contando nuestra historia al amparo del acto, sin saber que alguien nos mira, escucha, y finalmente le da por hacer un libro. Estamos expuestos…