Al parecer, los músicos cubanos que viven en la Isla; al menos los renombrados; más específicamente los que pertenecen al clan “los pacíficos de Juanes”, pretenden llevar a la practica esa vieja apreciación martiana que tanta lazca se le ha sacado en Cuba luego del 59; esa de “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”. Primero fue Amaury Pérez, el cantor de abril y su memoria, tan rojito él. Resulta que al chico del maxilar ancho se le vio en Miami Beach muy very happy, revolviéndose en la inmundicia capitalista, de a lleno en las vísceras de este emporio mafioso y recalcitrante, que supuestamente los odia a ellos y ellos lo mismo. Ahora le toca el turno a Juan Formel. El Van Van revo, el que gritó en la Plaza que, a pesar de todo se hizo el “concertazzo”, anoche llegó al aeropuerto internacional de Miami. Por supuesto, los detalles de lo que hube de ver y no vi, próximamanete en una crónica en la casa de mi ecobio Añel.viernes, 20 de noviembre de 2009
En las entrañas del monstruo
Al parecer, los músicos cubanos que viven en la Isla; al menos los renombrados; más específicamente los que pertenecen al clan “los pacíficos de Juanes”, pretenden llevar a la practica esa vieja apreciación martiana que tanta lazca se le ha sacado en Cuba luego del 59; esa de “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”. Primero fue Amaury Pérez, el cantor de abril y su memoria, tan rojito él. Resulta que al chico del maxilar ancho se le vio en Miami Beach muy very happy, revolviéndose en la inmundicia capitalista, de a lleno en las vísceras de este emporio mafioso y recalcitrante, que supuestamente los odia a ellos y ellos lo mismo. Ahora le toca el turno a Juan Formel. El Van Van revo, el que gritó en la Plaza que, a pesar de todo se hizo el “concertazzo”, anoche llegó al aeropuerto internacional de Miami. Por supuesto, los detalles de lo que hube de ver y no vi, próximamanete en una crónica en la casa de mi ecobio Añel.