En Bayonne City, condado de Hudson, New Jersey, cuelga una lágrima de níquel que pesa aproximadamente 4 toneladas y mide 15 metros de altura. El peculiar monumento es obra del escultor Zurab Tsereteli, quien es considerado actualmente como uno de los artistas rusos más importantes. La escultura, es un regalo del Kremlin en homenaje a las victimas del ataque terrorista de Septiembre 11, y fue inaugurada en el 2006 por el ex presidente Clinton.
Sin embargo, luego de mostrarse en suelo americano la enorme pieza, el buen gesto no ha escapado a ciertos detractores y generó una acalorada controversia no sólo a nivel local, donde algunos la consideran como “una cruz que está muy cerca de ubicarse entre una cicatriz y el órgano sexual femenino”. Para mayor escarnio, Foreign Policy ha declarado el memorial como uno de los más feos del mundo.
Sin embargo, luego de mostrarse en suelo americano la enorme pieza, el buen gesto no ha escapado a ciertos detractores y generó una acalorada controversia no sólo a nivel local, donde algunos la consideran como “una cruz que está muy cerca de ubicarse entre una cicatriz y el órgano sexual femenino”. Para mayor escarnio, Foreign Policy ha declarado el memorial como uno de los más feos del mundo.
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