Veo que Cuba Inglesa publica una foto que vale la pena comentarios, y por ese raro comportamiento de los comentadores, tan imprevisible, no genera ni uno. El caso es que, la democracia, sin dudas que ha de tratarse como un asunto higiénico. Cuando apestan las cosas, el pañal ha de trocarse por otro, y toda la excrecencia que genere uno, o varios traseros políticos, debe botarse en la basura. Es que, el ejercicio de la libertad es un proceso tan dado a cagarse, y muy facilmente -de eso, nosotros contamos con cátedra-, que ha de tenerse en cuenta el primer atisbo de mal olor para el cambio. Sin embargo, la gran mayoría de los de allá -y unos cuantos de aquí-, están tupidos de la nariz a tal punto, y desde hace tanto, que no reconocen el desagradable olor a mierda, por lo que además, permitien que otros, bien lejos de la fetidez, comparen el "aroma" con un Coco Chanel, Charlie, o un delicioso Paco y luego para mayor desgracia, pues los aplauden. Confieso que estuve tentado en comentar en la pagina de mi entrañable amigo, pero, para evitarme el riesgo de permanecer solo en ese cuadrado, decido “subir” lo que pienso en Fernandina. Si alguien quiere dar su aquí su opinión, bienvenido. Sin embargo, no lo creo