a pesar de tantos sordos.
La escritora española Rosa Montero pide a la comunidad internacional que no se olviden de Cuba. Gracias Rosa, le diría si me la tropezara. Bueno es saber que una persona se interesa, y asimismo pide que otros lo hagan, en cuanto al lamentable drama criollo.
Sin embargo, a riesgo de que me acusen que muy poca fe me asiste ante tales llamados, confieso que tengo mis reservas sobre la atención que puedan darle a tan justo reclamo, necesario además. Y es que esa comunidad internacional, esos españoles a los que la señora Montero les exige solidaridad con los cubanos que sufren la dictadura más larga de la historia contemporánea, durante más de medio siglo muchos, sino se comportaron cuales cómplices declarados, militantes de una desfasada y beligerante izquierda, les importaba entonces un rábano la suerte de millones y volteaban la cara.
Por supuesto, reitero, bien por Rosa. Pero igual hago patente mi sospecha… Es que al mundo, en cuanto a Cuba se refiere, le asiste más descrédito que méritos.
