Heriberto Hernández: respuestas con filo
Por Denis Fortun
Denis Fortun: ¿Quién es Heriberto Hernández?
Heriberto Hernández: Un hombre que cree en la poesía, el único lujo humano al cual no se accede más que por la gracia o la ira de dios. Alguien que escribe Poeta con mayúsculas y dios con minúsculas.
Heriberto Hernández: Un hombre que cree en la poesía, el único lujo humano al cual no se accede más que por la gracia o la ira de dios. Alguien que escribe Poeta con mayúsculas y dios con minúsculas.
DF. Editorial Bluebird, ¿Qué pretende? ¿Eres tú su principal gestor?
HH. Las empresas en las cuales participan más de una persona no tienen papeles protagónicos. Bluebird Editions era un proyecto personal del poeta George Riverón (que es además el diseñador de todos los libros), al cual nos unimos el poeta Carlos Pintado y yo, con la intención de publicar libros de escritores cubanos en los Estados Unidos. El caso es que decidimos hacer las cosas por nuestros propios medios y sólo deseamos poder sostenerlo.
DF. Retrato de Grupo, en mi opinión, es una de las mejores antologías hechas en Cuba luego del 59 ¿Piensas que la obra poética cubana actual que está “afuera”, finalmente pueda reunirse en una compilación tan representativa como lo fue Retrato en su momento, o es que aquí existe mucha hojarasca, y no vale la pena un intento serio?
HH. Hacer una antología de poesía es un acto personal (o grupal) y en las sociedades abiertas, no tiene la connotación innatural que adquiere en las dictaduras. Creo que cualquiera puede hacer una antología bajo los parámetros y con los objetivos que estime. Una definición clara del proyecto y la necesidad real de este son denominadores comunes en los pocos proyectos exitosos. “Usted es la culpable” en un ejemplo muy ilustrativo, y la que tú mencionas, “Retrato de grupo”, aunque con objetivos menos claros era un libro tan necesario que no podía ser de otros modo. La verdad es que yo no veo la necesidad de hacer una antología que sea “representativa” de la poesía cubana por el hecho circunstancial de estar ”fuera” de los limites geográficos (o políticos, que a veces se confunden) insulares. Esto no quiere decir que no sea bueno que se hagan las antologías que se estime.
DF. ¿Por qué tus sospechas de la realización de compendios poéticos en el exilio?
Yo no sospecho de nada. Opino.
DF. Sé de tu probada poesía, e incursiones en el ensayo, más no conozco si escribes narrativa.
HH. No escribo prosa seriamente. No me considero dotado para narrar, lo cual no me impide escribir algún divertimento en el blog cuando algún tema me provoca.
DF. Primera Palabra, ¿por qué ese nombre? ¿Un adelantado?
HH. El subtitulo del blog es explicito: “La Primera Palabra no es una página de opinión o un sitio programático. No es la expresión de una vocación ideológica o una militancia política. No es la convicción, el credo o la fe en nada concreto, estructurado o metodológicamente concebido. Es un libro de apuntes, de notas que intentan recoger La Primera Palabra que nos viene a la mente cuando…”
DF. Recién descubro que, unos cuantos, escondidos en el anonimato, te atacan en la red ¿Piensas que eso pasa porque algunos te adjudican la identidad de Tirofijo?
HH. Nadie me ataca, solo bromean. No soy tan soberbio como para pensar que alguien pueda tener alguna razón para atacarme por algo. En cuanto a la supuesta causa, responde también a una broma del gran dibujante Santana, que donde quiera que nos encontramos me pregunta de un modo insistente si yo soy el controvertido personaje. No te niego que el asunto me ha traído algunos inconvenientes menores con personas crédulas que se toman las cosas triviales muy en serio.
DF. Proyectos en los que ahora mismo estás involucrado.
HH. Yo tengo un sólo proyecto: escribir. Lo demás son eventos de este proyecto, que ayudan a crear la sensación de que en algún momento uno ha concluido algo.
DF. Bluebird, en la pasada Feria Internacional del Libro, se hizo sentir fuerte, ¿este año, viene con algo nuevo?
HH. Hemos trabajado en cuestiones administrativas, editado varios títulos que se presentaran próximamente y presentado una coedición de un libro mío y un excelente poemario de Alejandro Fonseca.
DF. Sé, que antes de vivir en La Florida, lo hiciste en otros países. Miami, ¿cómo la ves cultural y socialmente? ¿Son un obstáculo para la literatura en general, esos referentes negativos, que muchos aseguran nos hemos traído desde Cuba?
HH. Siempre he sido un entusiasta de esta ciudad, a la cual le concedo una gran importancia en el futuro de la literatura y el arte hispano. No considero que nuestros referentes sean mejores ni peores que los de otras culturas, aunque las secuelas de cincuenta años de dictadura son un elemento gravitante en la proyección social y cultural del exilio y la emigración de origen cubano, que catalizan de un modo sustancial su integración en este país.
DF. Retrato de Grupo, en mi opinión, es una de las mejores antologías hechas en Cuba luego del 59 ¿Piensas que la obra poética cubana actual que está “afuera”, finalmente pueda reunirse en una compilación tan representativa como lo fue Retrato en su momento, o es que aquí existe mucha hojarasca, y no vale la pena un intento serio?
HH. Hacer una antología de poesía es un acto personal (o grupal) y en las sociedades abiertas, no tiene la connotación innatural que adquiere en las dictaduras. Creo que cualquiera puede hacer una antología bajo los parámetros y con los objetivos que estime. Una definición clara del proyecto y la necesidad real de este son denominadores comunes en los pocos proyectos exitosos. “Usted es la culpable” en un ejemplo muy ilustrativo, y la que tú mencionas, “Retrato de grupo”, aunque con objetivos menos claros era un libro tan necesario que no podía ser de otros modo. La verdad es que yo no veo la necesidad de hacer una antología que sea “representativa” de la poesía cubana por el hecho circunstancial de estar ”fuera” de los limites geográficos (o políticos, que a veces se confunden) insulares. Esto no quiere decir que no sea bueno que se hagan las antologías que se estime.
DF. ¿Por qué tus sospechas de la realización de compendios poéticos en el exilio?
Yo no sospecho de nada. Opino.
DF. Sé de tu probada poesía, e incursiones en el ensayo, más no conozco si escribes narrativa.
HH. No escribo prosa seriamente. No me considero dotado para narrar, lo cual no me impide escribir algún divertimento en el blog cuando algún tema me provoca.
DF. Primera Palabra, ¿por qué ese nombre? ¿Un adelantado?
HH. El subtitulo del blog es explicito: “La Primera Palabra no es una página de opinión o un sitio programático. No es la expresión de una vocación ideológica o una militancia política. No es la convicción, el credo o la fe en nada concreto, estructurado o metodológicamente concebido. Es un libro de apuntes, de notas que intentan recoger La Primera Palabra que nos viene a la mente cuando…”
DF. Recién descubro que, unos cuantos, escondidos en el anonimato, te atacan en la red ¿Piensas que eso pasa porque algunos te adjudican la identidad de Tirofijo?
HH. Nadie me ataca, solo bromean. No soy tan soberbio como para pensar que alguien pueda tener alguna razón para atacarme por algo. En cuanto a la supuesta causa, responde también a una broma del gran dibujante Santana, que donde quiera que nos encontramos me pregunta de un modo insistente si yo soy el controvertido personaje. No te niego que el asunto me ha traído algunos inconvenientes menores con personas crédulas que se toman las cosas triviales muy en serio.
DF. Proyectos en los que ahora mismo estás involucrado.
HH. Yo tengo un sólo proyecto: escribir. Lo demás son eventos de este proyecto, que ayudan a crear la sensación de que en algún momento uno ha concluido algo.
DF. Bluebird, en la pasada Feria Internacional del Libro, se hizo sentir fuerte, ¿este año, viene con algo nuevo?
HH. Hemos trabajado en cuestiones administrativas, editado varios títulos que se presentaran próximamente y presentado una coedición de un libro mío y un excelente poemario de Alejandro Fonseca.
DF. Sé, que antes de vivir en La Florida, lo hiciste en otros países. Miami, ¿cómo la ves cultural y socialmente? ¿Son un obstáculo para la literatura en general, esos referentes negativos, que muchos aseguran nos hemos traído desde Cuba?
HH. Siempre he sido un entusiasta de esta ciudad, a la cual le concedo una gran importancia en el futuro de la literatura y el arte hispano. No considero que nuestros referentes sean mejores ni peores que los de otras culturas, aunque las secuelas de cincuenta años de dictadura son un elemento gravitante en la proyección social y cultural del exilio y la emigración de origen cubano, que catalizan de un modo sustancial su integración en este país.