miércoles, 20 de enero de 2010

Hatí en La Habana

La Habana, haciendo gala de su deporte favorito, ataca de nuevo Estados Unidos. Esta vez le sirve de pretexto la noticia de los marines en Haití. Ayer, en Yahoo se hablaba del cálido recibimiento que le dieron los pobladores de Port a Prince a los soldados americanos que aterrizaron en los jardines de la sede del gobierno. Granma por su parte, comenta hoy en su página de Internet que, según AFP, "centenares de haitianos asistieron este martes, entre la resignación y la ira, al aterrizaje de varios helicópteros de tropas estadounidenses en el Palacio Presidencial haitiano, en un acto considerado por muchos como una pérdida de la soberanía", y que el pueblo en general les gritaba a los militares que se fueran, que no los invadieran más. Cuenta también el diario oficial, de la "viril protesta" del vicepresidente boliviano por tal acto ingeresista.

Sin embargo, no dicen que miles de norteamericanos civiles viene adoptando a menores que han quedado desamparados y que el gobierno estadounidense protege, lo mismo con seguros médicos que con mensualidades de cheques, a cada familia que se ocupa de estos niños huérfanos. Que cada día, sólo por el aeropuerto de Miami, entra decenas de refugiados haitianos y que son atendidos de manera prioritaria. Que en la Pequeña Habana, en el Pequeño Haití, y prácticamente en toda la ciudad, se reúne ayuda para los damnificados y se envía esta a la zona de desastre. Tampoco hacen referencia del agradecimiento de la comunidad haitiana del sur de la Florida.

Por cierto, las noticias de hoy comentan que Haití amanece este miércoles de nuevo inmerso en el terror por una nueva sacudida; esta vez el sismo es de 6.1, y algunos aseguran que en el centro sur de Cuba se sintieron ligeros temblores.