lunes, 12 de abril de 2010

Vergüenza ajena


La tozudez española por mantenerse en "posición compás" -abierta 180 grados- en cuanto a Cuba, ya parece enfermiza y además provoca vergüenza ajena. Si bien los elementos que aporta La Habana para que la Unión Europea suavice su postura, son nulos y asimismo a ojos vistas muestran lo poco que le importa a Cuba la organización continental, los españoles en cambio, continuan pidiendo, rogando, que todos se abran de piernas, pues así, según la sapiencia y la lógica de la Monclova, pueden conseguirse resultados que hasta ahora, con la política de “aislamiento”, no han "fructificado" como se esperaba

No sé, si es que realmente son muy brutos los funcionarios del gobierno español, que no logran percatarse de una buena vez de la naturaleza del juego criollo, que se resume en pedir y no dar nada a cambio; o es que son tan cínicos, que pretenden burlarse del mundo únicamente para agenciarse, en un futuro aún incierto, ventajas de todo tipo.