Me entero por el blog de Elizabet, que por casualidad una filóloga descubrió en una biblioteca pública en la ciudad portuguesa de Évora, un soneto inédito de Francisco de Quevedo. El eterno rival de Luis de Góngora, esta vez desacraliza al amor; o mejor es decir que lo hace con la musa inspiradora, la que convierte en una criatura bien terrena. Por supuesto, no es para sorprenderse. El escritor, poeta y político español, en su juventud fue un “jodedor” de renombre. Disfrútenlo entonces..., y algunos, aprendan que aún en lo escatológico, si se tiene oficio, se puede.
Piojos cría el cabello más dorado,
Lagañas hace al ojo más vistoso,
en la nariz del rostro más hermoso
el asqueroso moco está enredado.
La boca del clavel más encarnado
tal vez regüelda a hálito fatigoso,
y la mano más blanca es mas forzoso
que al culo de su dueña haya llegado.
El mejor papo de la dama mea
y [a] dos dedos del culo vive y mora,
y cuando aquesta caga, es mierda pura.
Esto tiene la hermosura y más la fea,
veis aqui el muladar que os enamora,
cágome en el Amor y en su hermosura.
[Manuscrito de Évora, p. 568]
Piojos cría el cabello más dorado,
Lagañas hace al ojo más vistoso,
en la nariz del rostro más hermoso
el asqueroso moco está enredado.
La boca del clavel más encarnado
tal vez regüelda a hálito fatigoso,
y la mano más blanca es mas forzoso
que al culo de su dueña haya llegado.
El mejor papo de la dama mea
y [a] dos dedos del culo vive y mora,
y cuando aquesta caga, es mierda pura.
Esto tiene la hermosura y más la fea,
veis aqui el muladar que os enamora,
cágome en el Amor y en su hermosura.
[Manuscrito de Évora, p. 568]