Dirán algunos que soy un tanto monotemático con el tema de Argentina. Dirán además, que me he vuelto un “ladrón” de noticias del blog PeloMundo.Visto así, de manera simplificada, puede que sea cierto. Sin embargo, luego de leer la noticia que publicase Lucas Ferraz (corresponsal de la Folha.Com en Buenos Aires) en el blog que cito encima -el mismo periodista que hará un par de semanas reproduje otra crónica sobre la fascinación que produce en algunos el “Diez Diego”-, no puedo menos que también hacerme eco de esta otra “boludez” que deja muy mal parado al orgullo gaucho.
Resulta que en la ciudad de La Plata, en la última semana, las cosas se pusieron bien caliente cuando se divisó que los buques Norman Baltic y Norman Skarven habían atracado en el puerto de la YPF, la mayor petrolera de Argentina. Según Ferraz, los señores Mario Secco de Ensenada y Enrique Slezack de Berisso, alcaldes de dos municipios de la provincia de Buenos Aires, no tuvieron dudas de que dos barcos ingleses amenazaban la soberanía de su amada tierra y armaron con todas las de la ley (y fuera de la ley lo mismo) un acto de repudio de gran envergadura, donde incluso se dañaron algunas instalaciones de la petrolera.
El ánimo de oposición y beligerancia que la guerra de Las Malvinas (conocidas igual como Falkland Islands) marcó en un sector de la población evidentemente resenitdo, aún continua fresco en la memoria popular. Todavía se recuerda el sabor amargo de la derrota de 1982, donde quedó muy mal parado ese orgullo patrio; y la increíble noticia para algunos de que los ingleses descubrieron petróleo el 2008 en las susodichas islas, hicieron que explotasen de una buena vez los justos reclamos, a tal punto, que se desbordaron.
Lo simpático es que luego de finalizado el despelote, se supo que los barcos no
eran embarcaciones enemigas dispuestas a “robarse” el petróleo que sólo ha de pertenecerle a la República. Se trataban en todo caso de dos buques de nacionalidad noruega que contrataron para perforaciones de la petrolera YPF (empresa que, como ya dije, es propiedad del estado argentino).Todo aconteció debido a que las banderas de los respectivos países, es decir, la del Reino Unido y la de Noruega, son un tanto similares. En fin, fueron confundidas por los beligerantes alcaldes y la muchedumbre enardecida que se les unió.
Pero lo inaudito, es que aún quedan manifestantes que aseguran, los barcos sí eran ingleses y las banderas noruegas que llevaban se usaron para que quedasen camuflados y así poder disimular un tanto la repudiable agresión.
Nada, que como dice el título que le da Ferraz a su post: Fe ciega, cuchillo afilado (confusión de bandera)
