El próximo 13 de agosto Armando de Armas estará en la tertulia “La otra esquina de las palabras”, de Joaquín Gálvez, en Café Demetrio. Me sirve entonces la presentación para “subir” a Fernandina cinco fragmentos de su libro Mitos del antiexilio, que parafraseando a Emilio Ichikawa, no se trata de varios ensayos con un común denominador, sino de uno, íntegro, que va a la génesis de una problemática partiendo de un punto hasta llegar al otro, y que únicamente en un centenar de paginas es capaz de reflejar con inteligencia y excelente narrativa la realidad de el exilio cubano, tergiversada durante cincuenta años por el castrismo, igual lejos de Miami que dentro.
Mitos del Antiexilio
(fragmento)
Por Armando de Armas
1
“Lo primero que sorprendería al observador no avisado que llegase a Miami es que la mayoría de las organizaciones y personalidades del anticastrismo más militante han sido, o se han definido como revolucionarias. Muchos han llegado al punto de disputar el revolucionarismo a Castro; ¡son ellos y no Castro los auténticos revolucionarios! De ahí que, por ejemplo, dos de las organizaciones más duras del exilio en el enfrentamiento armado al régimen de La Habana se nombrasen orgullosamente Movimiento de Recuperación Revolucionaria y Rescate Revolucionario, de Manuel Artime y Antonio (Tony) Varona, respectivamente. De ahí la tesis de revolución traicionada que sostienen figuras tan respetables como el Comandante Hubert Matos.
Es por ello que la lectura desprejuiciada del programa de gobierno que aplicaría a Cuba libre una organización como Alfa 66, catalogada como extrema derecha, llevaría a ubicarla más bien en el terreno ideológico de una socialdemocracia bastante radical.”
De Armas, Armando. Mitos del antiexilio. Edit. El Almendro, Miami, 2007, pp. 28-29.Por Armando de Armas
1
“Lo primero que sorprendería al observador no avisado que llegase a Miami es que la mayoría de las organizaciones y personalidades del anticastrismo más militante han sido, o se han definido como revolucionarias. Muchos han llegado al punto de disputar el revolucionarismo a Castro; ¡son ellos y no Castro los auténticos revolucionarios! De ahí que, por ejemplo, dos de las organizaciones más duras del exilio en el enfrentamiento armado al régimen de La Habana se nombrasen orgullosamente Movimiento de Recuperación Revolucionaria y Rescate Revolucionario, de Manuel Artime y Antonio (Tony) Varona, respectivamente. De ahí la tesis de revolución traicionada que sostienen figuras tan respetables como el Comandante Hubert Matos.
Es por ello que la lectura desprejuiciada del programa de gobierno que aplicaría a Cuba libre una organización como Alfa 66, catalogada como extrema derecha, llevaría a ubicarla más bien en el terreno ideológico de una socialdemocracia bastante radical.”
Fragmento tomado de la página web de Emilio Ichikawa