por Denis Fortun
Everybody out…! Fue así como Dimitri, un haitiano-americano que trabaja como supervisor para TSA (Agencia para la Seguridad del Transporte, en sus siglas en inglés), nos hizo saber el pasado viernes que las cosas no estaban bien dentro de la terminal E del aeropuerto de Miami.
En minutos la parte central del edificio quedó vacía y el tráfico, lo mismo aéreo que terrestre, se paralizó en esa zona.
¿Los comentarios? Habían atrapado a un sujeto con una bomba dentro de un maletín. Un hombre con una larga barba, a la usanza musulmana, que trató de escapar y que, cuando finalmente lo agarraron, reía con cinismo. Se rumoraba que igual podía tratarse de un “test” para ver cómo funcionaba el sistema.
El lunes, alrededor de las dos y treinta de la tarde, los vuelos que regularmente se reciben en la terminal J, de aerolíneas como Air France, LAN y Avianca, fueron despachados por la E. La operación fue prácticamente un caos. Miles de personas se procesaron al mismo tiempo en un área que ya resulta pequeña para los vuelos internacionales de American Airlines.
Por supuesto, la sospecha se hace cierta. Otra amenaza en menos de noventa y seis horas. Como es de esperar, los empleados viven sobresaltados. El estrés se convierte en pan diario y la situación es de por sí esdrújula. Lo curioso es que los medios de difusión no reproducen la noticia y para muchos es como me asegura un vecino: “Esas bombas de que me hablas vos, al parecer sólo existen en tus cuentos”.
Publicado originalmente en
Neo Club con el título
Bombas en el aeropuerto de Miami
foto: Denis Fortun/Fernandina de Jagua
