Su rostro muestra dolor por la supuesta herida. Su cuerpo, se inclina y ha de caer finalmente. La imagen me recuerda una de esas películas de capa y espada en la que un brazo harto de tanta miseria resuleve tomarse la justicia por su mano. Pero no, se trata sólo de la sugerencia que ofrece la perspectiva, el ángulo desde donde el fotógrafo tomó la instantánea en medio de una ceremonia, lo que hace que parezca real una mera ilusión óptica; la que igual se presta a manipulaciones según reclaman algunos. Vilma está siendo “atravesada”, para disfrute de aquellos que no la quieren bien. Por cierto, quien apretó el obturador, recibió premio por la secuencia gráfica. Para verla en su totalidad, haga clic aquí...