viernes, 13 de noviembre de 2009

Geysi Arruda regresa

Brasil está consternado. La noticia la supe por Generación Asere (clic aquí). Por que eu incomodé. Es la pregunta que se hace Geysi Arruda luego de que fuese victima de gritarías, berros, ofensas, y como asegura Geraldo Brasil, una tentativa du linchamento. Se trata de una estudiante que fue victima de una enorme chingada -hablamos de setecientos colegas gritándole insultos- en los corredores de una universidad de Sao Paulo que fica en San Bernardo du Campo, y que el programa televisivo “Domingo Espectacular“, por respeto a sus telespectadores, decidió no usar el audio de esas imágenes por el fuerte lenguaje. El motivo de tanta babusa: ella fue al aula con un vestido corto color rosa (el que se ve en la foto).

Según un sociólogo entrevistado, los jóvenes actuaron así porque ellos sintieron que no serían reprimidos por su comportamiento, al crearse un ambiente de libertad total, que no es común en las escuelas debido a los innumerables reglamentos. Sin embargo, ella en la rua no sufrió asedio ninguno, ni otro tipo de violencia. Pienso que no fue la minizaya a causa -asegura el sociólogo-. Y es cierto, el vestido no es lo suficientemente espectacular, ni mucho menos motivo para que algunos sitios en la red la llamen A Puta da Uniban; y al decir de Geysi, ella no estimuló a la provocación, simplemente lo usaba para después de terminar sus clases ir a otro sitio. La causa entonces es un ambiente rígido, repleto de hormonas, en el que se pierde el control y genera por consecuencia la pérdida de límites entre las personas, y que se traduce en la falta de respeto de que fue víctima esta joven. La estudiante de Turismo, expulsada hace una semana, finalmente regresó con sua frente en alto y agradeció a todos los que le mostraron solidaridad. Ella declara que no considera haber cometido delito alguno y la injusticia ha sido zanjada. Por su parte, la dirección del recinto estudiantil continua una investigación para depurar responsabilidades y aplicar sanciones a los implicados.

Este es sin dudas un acto de intolerancia, que además no es representativo de la sociedad brasileña, que en general es abierta y fundamentada en el derecho y apego por las libertades. Pero, llama la atención que, en un centro universitario donde el raciocinio y la tolerancia deben primar, sucedan hechos deplorables como este.

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