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A veces pienso que España le quiere vender al mundo una telenovela --de pésima factura además-- la que su trama principal gira en torno a la rutina del presidente bueno y el canciller malo. Y es que únicamente un desvarío así justifica lo dicho por el presidente Zapatero, al condenar “enérgicamente” a La Habana luego de la muerte de Orlando Zapata, exigiendo asimismo con inusitada virilidad la libertad de todos los presos de conciencia en la Isla, mientras su canciller, ya ni se sabe las veces, ha ido a Cuba a lamer botas.
¿Es que, a caso el señor Moratinos actúa como un electrón liberado dentro de la gobernatura española y, todas sus visitas al Comité Central, han sido por iniciativa suya y el desplante a la disidencia interna, el poco interés mostrado por la suerte de aquellos que padecen largas condenas por solamente disentir, es algo que el señor Zapatero desconoce? ¿Es que, la política exterior de Madrid no la supervisa el jefe máximo de la república?
Sería mejor que se mantuviesen callados en La Moncloa.
¿Es que, a caso el señor Moratinos actúa como un electrón liberado dentro de la gobernatura española y, todas sus visitas al Comité Central, han sido por iniciativa suya y el desplante a la disidencia interna, el poco interés mostrado por la suerte de aquellos que padecen largas condenas por solamente disentir, es algo que el señor Zapatero desconoce? ¿Es que, la política exterior de Madrid no la supervisa el jefe máximo de la república?
Sería mejor que se mantuviesen callados en La Moncloa.
Zapatero dice lamentar 'profundamente' la muerte de Zapata
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