creo
que Dios será generoso conmigo cuando me llegue la hora.
ÉL sabe que nunca
he dicho “por ende” “ni a la postre”, y ya eso es mérito suficiente
Manuel
Sosa
tus ambiciones yendo
y él consigue desollar con
sus hojas la confianza de tu
empeño
dando garrote a tu cuello notorio
de fortunas y desdichas
tus ambiciones yendo
y hay una asfixia que pretende convencerte
no te oprime
y al socorro de un guarismo tan
añejo subraya tu dolor
tus confesiones
tus ambiciones yendo
en medio una estafa
que admites sin disgustos
tren del que te
bajan sin aviso
convenio y colapso
de un negocio pactado a largo plazo
y sus acciones en la Bolsa tan vulnerables
que siempre te atormentan
tus ambiciones yendo
con un valor desmesurado: es una próspera industria
de canas y alopecias
lo impreciso en un
lienzo de Cézanne y de Kandinsky
un tatuaje azul
Picasso como un bordado que no
admite una puntada fuera
la rueda donde
el hámster se dispara y aplauden
a la bala y su pistola
sin embargo
por ventura para tus ambiciones
es un suceso
adolescente y clandestino
la foto de una
chica Playboy que trae la recompensa de luz sobre sus senos
y sonríe divina
una suerte de
evicción con eficacia que desde enero
intimida por el lapso
y ese lapso es un
cartón de lotería que a tu instinto
aguijonea por semanas
El calendario pincha
los caminos de tu drama con
las espinas de su anuario
y dispone tus firmezas
como entiende
y las estrellas
conforman su lenguaje
y es esencial es
campana y es la luna
un entresijo gregoriano para
chinos
un adeudo arrogante para
hebreos
lo indeciso en el Concilio de
Nicea
el bendito propósito
filántropo que Sosígenes
dispuso por encargo
y que Dios asume como
herramienta generosa por aquello de manejar la promesa de la eternidad con sutileza