Julia Lira, es una pequeña carioca de apenas siete año que ayer día 14 de febrero se convirtió en una de las reinas más joven del Carnaval de Brasil. Semanas atrás, una jueza dio luz verde para que la niña participara al frente de un nutrido grupo de tambores y bailarinas, en el sambódromo de Río de Janeiro, representando a la “Escola du Samba Viradouro” -de la cual su padre es presidente-, lo que provocó en una buena parte de los brasileiros un claro descontento, al considerar que, tal acto, además de la carga sexual que siempre ha estado implícita al ser las reinas "escogidas por su aspecto y habilidades para sambar, y que bailan sin parar frente a cientos de tamborileros vistiendo nada más que un diminuto bikini, un tocado emplumado y tacos altos", asimismo sería un ejercicio en extremo agotador al durar el desfile aproximadamente noventa minutos. Sin embargo, defensores de que la pequeña hiciese su fantasía, aseguraron que las implicaciones sexuales de los desfiles y, en especial en las reinas, era nuevo e igualmente hablaron del importante papel que han jugados los menores en los carnavales.
El caso es que, Julia desfiló a pesar de las protestas y recursos legales de los muchos que intentaron que no sucediera. Pero su desempeño no fue lo brillante que se esperaba y se vio a la garotinha a ratos como lloraba en frente de un enjambre de fotógrafos y periodistas, lo cual, sin dudas servirá para avivar la polémica que ha suscitado -lo mismo dentro que fuera del Brasil- el hecho de que una colegiala de tercer grado esté al frente un nutrido grupo de adultos en un espectáculo, considerado por los que saben, como agotador.
El caso es que, Julia desfiló a pesar de las protestas y recursos legales de los muchos que intentaron que no sucediera. Pero su desempeño no fue lo brillante que se esperaba y se vio a la garotinha a ratos como lloraba en frente de un enjambre de fotógrafos y periodistas, lo cual, sin dudas servirá para avivar la polémica que ha suscitado -lo mismo dentro que fuera del Brasil- el hecho de que una colegiala de tercer grado esté al frente un nutrido grupo de adultos en un espectáculo, considerado por los que saben, como agotador.
En la foto superior a la izquierda, Julia con su padre Marco Lira
Imagnes del Carnaval de Rio, tomadas de You Tube