Marco el número de teléfono de una Agencia de Seguros en Miami y me responde una contestadora, que me dice en español, “espere hasta que un representante pueda atenderlo“. Mientras lo hago, un instrumental ha de entretenerme. La música se vuelve mi compañía, sin embargo, lo que me llama la atención es que no escucho algún tema de Kenny G, tan habitual en estos casos. Todo lo contrario, una trompeta inicia una descarga, que seguida de una virtuosa paila, desencadena en un estridente salseo o bullicioso son que llega a molestarme, entre otras cosas, por lo repetitivo que se vuelve al no aparecer el bendito representante. Cuelgo y marco otro número, ahora la máquina me pide lo mismo, pero en ingles. Lo curioso, es que tampoco escucho a Kenny G -hasta que finalmente aparezca un representante- y quien me deleita en la espera es la música de uno de los actos del Lago de los Cisnes, de Tchaikovsky. Interesante…