lunes, 31 de octubre de 2011

Los versos que me cuadran en la diáspora (XLIV)

Breve intención
para una furia compartida

por Yosie Crespo

A Andrés Galindo


Observa, Galindo.
La furia se ha puesto a cantar.

Ahora es como un lobo solitario
y danza con una flor que se eleva
con sus largas sombras
descuidadas de siglos.

Escuchad, Galindo.
¿No sientes cómo el grito espantoso del silencio,
llena hoy de una muerte fugaz mi pobre pecho?

Me he disfrazado de su breve fragmento,
así he logrado encontrar su rostro extranjero
pisoteado por la sequía,
por nuestro breve aliento.

¿Cuántas veces será el Sol quien nos acerque a su lejano seno?

Propongo, desde cualquier ciudad,
dibujar una rueda en el aire
sin permitirle ni acercarle a su abrazo final.

Yo sé que la vida pasa
que pasa y efectivamente nunca sabremos cuántos ríos,
cuántos mares,
cuántos sueños.

Propongo apenas embriagarnos del verso cansado
armar con una lámpara de olvido el camino de las horas que descienden como dagas.

Obligarnos lejos de nuestro viejo espíritu.

Levantarnos como águilas,
libres del fin,
y no permitirnos hacernos nunca la misma pregunta:

-¿Cuántas millas nos separan?-

Diremos como en un himno cuántas palabras nos unen
y derramaremos eúforicos algún soneto que nos nombre
insistentes,
incuestionables,
talladas nuestra piel por la ciudad y sus terribles trampas.

Cualquier día entonces,
conocerán los colores,
su bandera.

Y no será sino la patria quien nos exija,
solitaria y libre,
un obituario cargado de urgencia con una sola intención:

Aquí yacen los héroes de la furia.