DUDA
por Emilio García Montiel
poema que tomo de Cubaliteraria. Antología de cien poetas
Yo pudiera caer en las plazas enormes,
tumultuosas
tropezar con mis piernas
entre la humareda de los kioscos
o la boca asombrada de los niños.
Alguien se apartaría
pisaría mi rostro por descuido,
por justo desprecio
y tiraría de mí porque alguna vez me amó verdaderamente
y yo, como una huella más sobre los adoquines
no intentaría nada.
En verdad, sólo sería el miedo de estar muerto
creer que todo va bien y ¡chas!
vaho en esa misma boca de los niños
o quién sabe si en la mismísima boca de los ángeles
y entonces mi terror no me dejaría mover.
Si fuera una mañana de domingo
la gente reiría con toda su salud
y si ocurriera en tiempos importantes
habría un castigo sumarísimo sin otra explicación.
Pero como nadie juzga a nadie por sus mismas palabras
yo dudo
y puede que hasta sea un hombre bueno.
por Emilio García Montiel
poema que tomo de Cubaliteraria. Antología de cien poetas
Yo pudiera caer en las plazas enormes,
tumultuosas
tropezar con mis piernas
entre la humareda de los kioscos
o la boca asombrada de los niños.
Alguien se apartaría
pisaría mi rostro por descuido,
por justo desprecio
y tiraría de mí porque alguna vez me amó verdaderamente
y yo, como una huella más sobre los adoquines
no intentaría nada.
En verdad, sólo sería el miedo de estar muerto
creer que todo va bien y ¡chas!
vaho en esa misma boca de los niños
o quién sabe si en la mismísima boca de los ángeles
y entonces mi terror no me dejaría mover.
Si fuera una mañana de domingo
la gente reiría con toda su salud
y si ocurriera en tiempos importantes
habría un castigo sumarísimo sin otra explicación.
Pero como nadie juzga a nadie por sus mismas palabras
yo dudo
y puede que hasta sea un hombre bueno.