La manifiesta reprobación de tu
nervio óptico hace que los peces de mi estanque renuncien al milagro de una
espalda
Prefieren navegar lisos y van a
esconderse en mi caverna
Que a pesar de ser un sitio
pastoso y fusco
hoy progresa una liberación que los alumbra
Sobre todo el viernes
Aunque la luz aún no es lo
suficiente fuerte
Esta tarde en mi caverna no
cabe un pez
No importa si presumen son
guppys de colores sumamente intensos
colas y aletas hermosas
Sea un manjuarí de abolengo
Sea un solitario peje chato
gris enorme cargante y con bigotes
Sea un gusarapo huérfano
desdentado venido desde el Mediterráneo que llora por las Tetas de
Tiresias
Y esa diversidad que los hacina
se debe al éxodo constante que provoca la amenaza de tu nervio óptico
A la entrada de mi caverna
cuelga una fea incertidumbre
Como esos carteles de los
oculistas
Que usan para ver si alcanzamos
a leer las letricas cada vez más pequeñas
Y que no dicen una frase
coherente
Sin embargo
Asumo es una contradicción de
antaño
que discrepa con el peso específico de tus lindos ojos
No así con tu mirada
Que magulla por ese nervio
óptico de marras
Los peces sospechan que no sólo
la censura reposa en tus pupilas
De tus cabellos cuelgan
innumerables serpientes
Temen tú nada mas mirarlos
consigas fosilizar sus aletas y se haga piedra mí jerga
Les aseguro no eres ese tipo de
gorgona
Si algo no pretendes modificar
es el uso que le das a mi lengua