El Dios del agua
por Daína Chaviano
poema que tomo de Linden Lane Magazine
Mesías del fuego,
boca perdida en el silencio del agua:
tú sabes del pozo antiguo de las inundaciones,
de los trópicos sepultos en mi cuerpo.
Soy un gesto de luz,
una pálida fiebre en tu costado.
Me arrimo a tu lengua
en secreto
y muerdo tu sonrisa de lujosa porcelana.
Nadie sabe que mi piel
es un muestrario de tus manos.
Un sagrario pondría en tu vientre de perla.
Mis reliquias son tus besos,
mi dios pálido y antiguo.
Si muero,
quiero que me entierren
bajo tus ojos cerrados.