X, que tiene un blog lo suficiente "cliqueado" como para yo considerarlo entre los más que se "pinchan" en la red, me comenta sobre un tema que lo trae molesto, y que además, de cierta manera I know the feeling.
Resulta que durante mucho X ha promovido en su bitácora cuanto evento cultural se produce en Miami, lo mismo de tirios que de troyanos, como me asegura. Y sin esperar nada a cambio, como no sea que en su momento, cuando él lo precisara, pues aquellos que él favoreció con la promoción en su espacio, le devolviesen al menos el gesto.
Para subrayar el problema, como si yo no lo entendiese, pone a un libro de reciente presentación, el que me toca muy de cerca, que en cuanto a publicidad no me puedo quejar, pero que X considera, pudo recibir más de esos que engrosan en este blog el label de “Promoción a Ecobios ”, si al menos fuesen agradecidos.
Yo en cambio me río. Le respondo que no es para tanto. La gente anda ocupada, metida en sus propios rollos y empeños. Cada cual hace lo que considera. No pretendo comprometer a nadie, y menos deseo que hagan las cosas por considerar que me deben algo.
Sin embargo, X , el muy cabrón, consigue sembrar la duda, y yo pensándolo después con morboso detenimiento -vuelvo y repito, a pesar de que no tengo complain alguno-, no dejo de reconocer que hubo uno pocos que guardaron un sospechoso silencio al momento de el parto de El Libro de los Cocozapatos. Por suerte, estoy conciente lo mismo que se trató de escasos portales, y que igual sus razones tendrán, lo que no representa que ahora me proponga ignorarlos.
Eso sí, resulta curioso, risible, y es por donde comenzó la conversación con X, cuando estos señores promueven sus eventos o páginas, se les olvida que no fueron capaces de apostar, aunque fuese con una mínima bulla, por el vecino. Sin vergüenza evidente o tácita, los olvidadizos chicos te mandan correos electrónicos, unos tras otros, pidiendo que reproduzcamos sus más nuevos esfuerzos.
Pero en fin, sin rencores. Yo realmente gozo el acto de anunciar lo que acontece en el mundo cultural, social y hasta underground de Miami (sin costo además, aunque aclaro que me sirve igual una tarjeta de crédito, de débito, e incluso acepto food stamp). Y “esas pequeña cosas” (X es más severo y las define como miserias; resentimientos, que luego se ignoran pues se lucha por el propio beneficio) no me van a limitar que siga “engordando” la etiqueta de “Promoción a Ecobios”, que si se fijan bien, a la derecha, es la que más post tiene después de “Fernandina de Jagua”.
Ahora, de que X lleva su buena dosis de razón en lo que dice, galera, eu no tenho a menor duvida…